Ventajas y desventajas de fijar pestañas en el navegador Chrome
Para fijar una pestaña de Chrome solo tenemos que pulsar con el botón derecho sobre la pestaña que queramos y usar la opción “fijar pestaña”. Esto hará que desaparezca el nombre de la pestaña, pase al extremo izquierdo de la barra de pestañas y que se eliminen elementos como la cruceta de cierre de la pestaña.
Fijar una pestaña hace también que esa pestaña se abra siempre que abrimos Chrome, de forma automática y predeterminada. Las pestañas fijas también se agrupan dejando siempre a la derecha el resto de ventanas.
Para cerrar una pestaña fijada tenemos que eliminar la fijación o usar el botón central del ratón, el que normalmente está en la rueda de scroll vertical. Son los dos únicos métodos que yo conozco, pero seguramente también haya alguna combinación de teclas.
Tenemos que tener en cuenta también que cuando fijamos una pestaña no podremos organizarlas entre el resto de pestañas. Es decir, las pestañas normales siempre quedaran a la derecha. Podremos mover las pestañas fijas y sin fijar entre ellas, pero nunca organizarlas de forma mezclada. Las nuevas pestañas siempre quedaran a la derecha, incluso aquellas que se abren desde enlaces a nueva ventana desde pestañas fijadas.
Si usamos la sincronización de Chrome para abrir pestañas de otros equipos, y estas estaban en posición fijada, se abrirán de este modo en las otras máquinas. Aun así, no hay sincronía en este tipo de configuración. Las pestañas fijadas no se abrirán en Chrome solo por usar el mismo usuario.
Otra de las cosas que perderemos en pestañas fijas, por su reducción notable de tamaño, son los avisos de actualizaciones y novedades que hacen algunas páginas en la barra del título. No tendremos esas notificaciones.
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