Razer Mamba 5G Chroma 2015
Introducción
Este ratón en un referente, su primera generación, que quizás tenga ya seis años, fue toda una revolución por su sistema dual de conectividad y por sus baterías recargables. Aún recuerdo mi primer Mamba, la excelencia de su embalaje y su coste, cercano a los 120 Euros ya por aquel entonces. Dos de esos ratones están en mi colección (mi pieza más preciada es un Razer-Terratec Boomslang que no se llegó a comercializar), aún en perfecto estado, aunque con alguna renovación de batería que otra.
Mucho ha cambiado el Mamba, se ha perfeccionado, es más ergonómico y técnicamente más avanzado pero la base sigue siendo la misma, la esencia está ahí y eso es bueno porque el día que Razer toque demasiado el Mamba será como perder parte de la esencia de la marca.
Especificaciones técnicas
Del Mamba 5G Chroma 2015 de Razer debemos esperar lo mejor, y más. Los datos de momento prometen. Su nuevo sensor de quinta generación, tipo láser, desarrolla hasta 16000 dpi con una aceleración de 50G que se traduce en más de medio metro por segundo de pico de aceleración. Un portento que cualquier jugador sabe que no es más que un número que se traduce en una mejor definición a menores velocidades de desplazamiento. Luego veremos qué tipos de ajuste admite.
Bajo el Mamba encontraremos algunos elementos importantes, aparte del sensor láser. Está el interruptor de encendido, los configuradores de presión de los botones y los puntos de contacto para la carga de la batería.
Este ratón cuenta desde sus inicios con conectividad híbrida. Ciertamente no recuerdo si fue el primero con esta tecnología, pero en cualquier caso sí que fue de los más llamativos en su momento. Podemos usarlo, por tanto, conectado por cable o de forma inalámbrica. La base de carga es la que hace de receptor inalámbrico y el mismo cable podemos extraerlo de la base y usarlo directamente con el ratón. Las prestaciones del ratón cambian en ciertos aspectos usando un modo u otro. El cable tiene unos dos metros y está protegido mediante una funda textil. El conector es de tipo Micro USB, pero su funda está formada para encajar perfectamente con base y ratón así que no nos servirá cualquier cable Micro USB.
Con las generaciones el sistema inalámbrico, y sobre todo la batería, han mejorado mucho en los Mamba. Antes teníamos que cargarlo cada poco, las baterías duraban apenas unos meses por ser de Ni-MH, la carga era más lenta pero las baterías eran extraíbles así que podíamos tener alguna batería de reserva.
La base apenas ha recibido reformas, salvo el imán que ayuda ahora a dar más robustez al agarre del ratón. Ahora la iluminación ha cambiado, es de tipo RGB, y podemos configurarla para que se sincronice, o no, con la iluminación del ratón. Tiene en torno a unos 12 leds que permiten diferentes efectos de iluminación que van desde colores fijos, cambio de color al pulsar botones, respiración, carrera, ciclo de color, etc. Permite configuraciones personalizadas tanto para la base como para el propio ratón y también tiene un modo de iluminación especial para cuando está cargando en la base que también podemos configurar a nivel de qué color queremos que use. Es uno de sus efectos más llamativos porque de un vistazo podemos ver la progresión de carga del ratón. También nos avisará cuando los niveles de batería están bajos.
La sincronización entre base y ratón ahora se hace automáticamente con el encendido del ratón, ya no hay botones de emparejamiento y tanto base como ratón se encienden desde el switch de encendido del ratón.
El ratón no ha recibido rediseño desde la versión 4G. Con el tiempo se ha hecho algo más compacto y ergonómico y esta edición recibe una mejora funcional más allá del diseño. Se trata de dos ajustes manuales para la presión necesaria para la activación de los botones principales. Podemos ajustarlo de forma analógica, con dos tornillos, entre los 45 y los 100 gramos de presión. La diferencia entre el punto más duro y más blando se nota perfectamente y es un tipo de ajuste que no había visto hasta ahora en ningún ratón, ni tan siquiera en los Cyborg de MadCatz.
El tornillo empuja el tensor hacia arriba lo que obliga a hacer más presión sobre el botón para que este haga contacto con el interruptor de señal. Podemos ajustar la resistencia entre los 45-100 gramos de presión.
El Mamba Chroma es un ratón para diestros con un total de 7 botones programables, uno de ellos es la misma rueda de desplazamiento. La rueda, a su vez, permite desplazamiento vertical y horizontal. Es un ratón de diseño sutil con zonas de apoyo de goma en ambos laterales. Los botones principales van integrados en la cubierta que es para mí el método acertado de diseñar un ratón puesto que mejora de forma notable la ergonomía y la comodidad del jugador. Su ergonomía permite que lo usemos como ratón de día a día sin el más mínimo problema.
El diseño de apoyo sigue siendo el mismo con tres “pies” de teflón. Dos en los extremos posteriores del ratón y otro, más grande, en la zona de apoyo de la mano. Es una configuración adecuada que va muy bien en un diseño de ratón como este que da mucha más importancia a la configuración de la palma de la mano sobre el ratón.
Gaming con o sin cable
No nos engañemos, jugar con cable o sin él tiene sus consecuencias. Siempre hay más latencia en un interfaz inalámbrico que en uno cableado. De hecho, la propia Razer limita en cierto modo las prestaciones del sensor cuando lo usamos sin cable. Una de las pruebas la encontramos cuando intentamos calibrar el sensor con respecto a la alfombrilla utilizada o ajustar la tasa de refresco por encima de los 500Hz (soporta hasta 1000Hz). Puede reconocer cualquier superficie y adaptarse automáticamente a ella. También nos permite configuración la sensibilidad en despegue sobre la superficie de apoyo. Algo que hacemos muchos jugadores para recuperar terreno.
Con cable tendremos mejor respuesta, menos latencia y por tanto mejor respuesta por parte del ratón. Entre los 4000-5600dpi este sensor tiene una respuesta muy rápida y muy precisa. A 16000dpi solo le veo utilidad si tenemos una configuración de pantalla con una resolución notable, mas allá incluso de las 4k. Sea como fuere, no creo que nadie compre este ratón de más de 170 Euros solo por la sensibilidad de su sensor láser.
Con cable tendremos esa respuesta adecuada que buscamos para cierto tipo de juegos donde la respuesta tiene que ser muy rápida. Sobre todo FPS. En modo cable cargaremos también la batería. En cuanto a mi experiencia jugando sin cable, al que dediqué buen tiempo en la beta del nuevo Battlefront, no he tenido tampoco problema alguno. Sí se nota algo de pérdida de respuesta, pero se mantiene la agilidad del ratón y la rapidez de reflejos.
La calibración de la alfombrilla sí que tiene efectos verdaderamente notables en el ratón. Se adapta a todo tipo de superficies, rígidas o textiles, y son solo unos segundos que harán que se aproveche al 100% su potencial. Por cierto, en modo inalámbrico, para aumentar la autonomía, el Razer Mamba Chroma brilla menos, aunque podemos configurar esto también a gusto o necesidad de cada jugador. Tiene tres niveles de brillo los leds.
Software
El software utilizado es Synapse 2.0. Nos da una plataforma de control y gestión universal para todos los dispositivos Razer que poseamos. Lo mejor es que permite un uso combinado de las prestaciones de los dispositivos que tengamos conectados y todo el almacenamiento de perfiles y configuraciones se mantiene en la nube de Razer. Lo malo, que el ratón no almacena ninguna configuración en su interior y por tanto necesitaremos instalar siempre el software de Razer.
Panel de control de rendimiento. Podemos ajustar varios niveles de resolución y la tasa de refresco del puerto USB.
Razer permite ajustes completos, aunque no dentro de lo que yo llamaría ratón “hardcore”. Otras marcas y paneles de control ofrecen más opciones de personalización, pero creo que Razer acierta en las opciones disponibles si tenemos en cuenta el uso híbrido y combinado para el que se ha diseñado este ratón.
Ajuste y calibración de alfombrilla. Solo disponible cuando lo usamos con el cable directo.
Podemos ajustar la tasa de actualización, establecer niveles personalizados para la resolución (con numero de pasos configurable hasta en cinco pasos) con niveles entre los 100 y los 16000dpi (sin duda con algún tipo de interpolación). Los ajustes de resolución también pueden ser personalizados a nivel de eje x y eje y individualizado. Con los botones en la parte superior del ratón podremos cambiar rápidamente entre pasos salvo que los reconfiguremos para otras tareas.
Configuración de la iluminación con 16 millones de colores y diversos efectos.
Eso es posible porque cada botón del ratón es personalizable, bueno todos no, el izquierdo principal no lo es. Es un ratón para diestros. Cada perfil se puede asociar a un programa en concreto y el software mapea incluso el uso del ratón para darnos una imagen de nuestro modo de juego y poder, con esa información, mejorar nuestros resultados. Cuenta con sistema de macros y acciones combinadas con otros periféricos de Razer conectados.
Ajustes de alimentación y carga. Como el color o los avisos de batería baja, o más importante, el tiempo de inactividad antes de entrar en reposo.
El sistema de macros para el Razer Mamba 5G Chroma es bastante básico, pero llega a las necesidades mínimas. Los que busquen Scripting o algo más avanzado como el autodisparo mejor que miren a otros modelos y marcas. Aun así, podremos programar cada botón de forma avanzada y según cada perfil con cambio automático de perfil si configuramos el perfil para activarse con algún juego o programa concreto.
Configuración personalizada de macros con ajustes de tiempos y grabación en tiempo real.
Rendimiento y resultados
El Razer Mamba nos da lo mejor de dos mundos. La comodidad de un ratón inalámbrico para cuando estamos trabajando delante del PC y la potencia de un magnifico ratón gaming cuando lo usamos conectado por USB. Aparte de la estética revisada, o de los leds multicolores, el Mamba es un ratón realmente bien fabricado donde destacaría su nuevo ajuste de niveles de presión de los botones.
Tiene un peso entre medio y alto, por la batería, pero concentrado sobre el sensor que a su vez está muy centrado en el mismo cuerpo del ratón. Es de manejo agradable, con un tacto excelente, y se fija bien a la mano gracias a sus zonas de agarre en goma. Desplazamiento rápido, tamaño ajustado para todo tipo de manos, y los botones justos para los que no necesitamos más.
Sus nuevos sistemas de ahorro y gestión de energía, aparte de las mejoras de los últimos modelos usando baterías de Li-ion, han amplificado el potencial del Mamba 5G Chroma 2015. El cambio desde la primera edición es más que patente, no tanto si nos fijamos en el modelo 4G del año pasado. Es un ratón que se adaptará bien a todo tipo de usuarios menos a aquellos que quieran una personalización y una programabilidad más avanzada. Para ellos este ratón se quedará corto.
Conclusión
Quizás ya no sea la gama más elaborada de Razer, el Ouroboros tiene quizás a día de hoy ese privilegio, pero el Mamba se mantiene en forma con sus prestaciones básicas potenciadas y con sus objetivos bien claros. Es un ratón híbrido con un buen sensor y un funcionamiento sencillo para cubrir las necesidades del jugador medio que además quiere que su ratón de más de 100 Euros no solo esté esperando a la partida del día o de la semana.
Su configuración híbrida siempre ha sido su carta de presentación y quizás la autonomía de 20 horas siga siendo su talón de Aquiles, pero no hay muchos ratones con este potencial para el gaming, con modo inalámbrico, que ofrezcan mucha más autonomía.
Ahora es cuando vienen las malas noticias. El precio oficial de este ratón, con impuestos incluidos, es de 179 Euros. No es sin duda un precio muy amigable, pero está en la media de la marca y sin duda es uno de sus modelos más avanzados. Si me pedís mi opinión personal, si tuviera esos 180 Euros compraría este ratón para ese uso polivalente que doy a mi ordenador.