ASUS Maximus VII Impact

Introducción

El futuro del PC de sobremesa pasa por formatos compactos y el formato más compacto para diseñarte tu propio PC es el Mini-ITX. Placas de apenas 100mm por cada lado que han ido evolucionando hasta ser portentos como el que os vamos a mostrar hoy. Una placa base que tiene poco que envidiar a sus hermanas de más superficie y donde ASUS ha conseguido eliminar limitaciones de espacio usando la verticalidad en muchos de sus componentes integrados. Es la magnífica ASUS Maximus VII Impact

Prestaciones básicas

La Maximus VII Impact está diseñada para procesadores LGA1150 entre los que podemos encontrar los primeros Haswell, los que vinieron hace unos meses de refresco y también ofrecerá soporte para los procesadores Broadwell que aparecerán durante el 2015. Una placa con cierto futuro por delante y con un socket que tanto nos permite montar procesadores muy económicos como modelos más elaborados e incluso ciertos modelos con amplias capacidades de overclocking que son, por otro lado, el objetivo claro para montar en una placa de este tipo.

El chipset Z97 de Intel da vida a una placa base de formato ITX con apenas 100mm de ancho por cada lado. En este pequeño espacio encontraremos dos slots de memoria DDR3 diseñados para trabajar con memorias de alta velocidad por encima de los 3300MHz. Hasta 16GB de capacidad de RAM podemos montar en esta placa que es más que suficiente para tener un sistema rápido y eficiente en casi cualquier tarea.

La capacidad de almacenamiento de esta pequeña placa base también nos permite bastante juego. Hasta cuatro conectores SATA 6gbps soportados directamente por el chipset de la placa que admite además sistemas RAID de hasta nivel 5. Adicionalmente, a estos cuatro puertos SATA, podemos instalar también discos M.2 con interfaz Ultra de hasta 32gbps gracias a un enlace PCI Express 3.0 de 4x. Este slot está situado en un pequeño modulo conectivo del que hablaremos después. Con este conector esta placa se pone en la elite de placas base Z97. De hecho alguno de los modelos más grandes de ASUS no cuentan con este tipo de conector M.2.

Existen varios formatos de M.2. Podemos identificarlos rápidamente porque se componen de cuatro cifras que pueden parecer muy confusas pero nada más lejos de la realidad. El formato M.2 se especifica con dos primeros números que indican el ancho en milímetros y otros dos que indican el largo también en milímetros. Y aunque el slot de ampliación de ASUS en esta placa parece muy pequeño lo cierto es que puede albergar el formato más largo que encontraremos en soluciones convencionales como es el 22110 (22mm de ancho y 110mm de largo). Otros formatos que encontraremos en el mercado son el 2242, 2260 o el 2280. El conector M.2 de esta placa, a diferencia de otros modelos con slots M.2, no soporta discos en este formato que no sean de interfaz PCI Express. Es decir, las unidades SSD SATA con formato M.2 no funcionarán en esta placa base.

La placa también cuenta con dos conectores PCI Express. Uno principal de tipo PCI Express 3.0 16x orientado para tarjetas gráficas. Podríamos conectar cualquier tarjeta gráfica del mercado, habida y por haber, incluidos los modelos más avanzados con las mismas prestaciones y rendimiento que encontraríamos en cualquier placa base más grande.

La conectividad de esta placa base cuenta con un buen chip Ethernet, firmado por Intel, y el resto se orienta sobre todo al USB 3.0 con conectores frontales y traseros que se combinan con otros puertos USB 2.0 e incluso se mantiene un conector PS2 para los jugadores que gustan de periféricos clásicos. ASUS también apuesta por una solucion Broadcom en la tarjeta inalámbrica integrada. Se trata de una Intel Wifi 7260AC que permite elevado rendimiento en doble banda (2.4 y 5GHz) con retro compatibilidad, vídeo inalámbrico y soporte Bluetooth 4.0.

Vídeo resumen prestaciones: 

Diseño y disposición

El formato Mini ITX puede parecer una limitación importante y ciertamente lo es pero ya no tanto a nivel de prestaciones importantes sino más bien en el número de conectores de ampliación que podemos encontrar. Las placas base Mini ITX modernas usan las últimas tecnologías, los mejores chipsets, soportan los mejores procesadores e incluso nos permiten realizar overclocking y otras técnicas de forma realmente eficiente.

Esta placa está diseñada para satisfacer las necesidades de jugadores y overclockers que apuestan por los formatos más compactos. La placa se caracteriza por los diferentes elementos que ASUS ha dispuesto verticalmente en tan poco espacio en dos dimensiones. De este modo las tres dimensiones permiten a ASUS eliminar las limitaciones de un formato tan reducido. El cambio más fundamental es cómo ASUS integra la alimentación del procesador y memoria de forma vertical logrando dos grandes ventajas: aumentar el número de componentes para mejorar el comportamiento de los procesadores en overclocking y por otro lado dejar más espacio y centrar el socket del procesador para poder usar grandes disipadores o sistemas de refrigeración líquida sin tener problemas de contacto con otros componentes que es, sin duda, uno de los grandes problemas de formatos tan compactos.

Solo con este cambio esta placa ya se comporta de forma mucho más amigable y podemos hacer con ella maravillas ya que mejora la estabilidad del procesador y nos permite montar sistemas de ventilación más potentes que los disipadores habituales para formatos ITX. La verticalidad lograda por ASUS permite agrupar también otros conectores. La alimentación se concentra en la zona derecha, tenemos suficientes conectores de ventilador y una buena cantidad de conectores internos que nos permitirán dar una vida importante al conjunto de nuestro sistema. El espacio ganado en el PCB principal también permite a ASUS añadir ciertos procesadores en placa como su gestor digital. Se añaden también otros conectores que permitirán más medidas de verticalidad que amplían las posibilidades de esta placa base a pesar de su pequeño tamaño.

La placa únicamente nos ofrece para conectores frontales una conexión USB 3.0 de 19 pines para dos conectores USB 3.0 frontales. Por supuesto también encontraremos conexión HD Audio, como veremos luego, y también el conector ROG de ASUS que permite dar vida a los controles de caja o de mesa que vemos en los modelos más avanzados de esta gama de ASUS. Controles por hardware directos en forma de paneles de diagnóstico y accesos directos.

El panel de conectores traseros de la Maximus VII Impact nos aporta conectores de vídeo digital, HDMI y Displayport, cuatro conectores USB 2.0, otros cuatro conectores USB 3.0, conector PS2 doble, Ethernet Gigabit, conectores de audio analógico y digital y un panel de control y monitorización que es marca de la casa y que solo encontraremos en este modelo en otro ejemplo del uso de la verticalidad en esta placa base.

Prestaciones especiales

Casi todo en esta placa es especial por su propio diseño original. Por algo hay que empezar y sin duda su elemento añadido más excepcional es su tarjeta de sonido. No va integrada en el PCB sino que, como otros elementos en esta placa, se conecta de forma vertical como si de una tarjeta de ampliación se tratase. De hecho es una tarjeta de sonido dedicada en toda regla. Cuenta con un DSP SupremeFX Impact 2 que va combinado con capacitadores ELNA para sistemas de sonido HiFi, amplificador para auriculares con configuración automática por software, ecualizador por hardware integrado, aislamiento contra ruido electromagnético, conectores protegidos y posibilidad para dar vida a sistemas de 8 canales usando los conectores frontales combinados con los traseros.

Su sistema de alimentación para procesador y memorias cuenta con capacitadores negros que ofrecen más durabilidad y resistencia a altas temperaturas, mosfets compactos y “chokes” BlackWing que ofrecen menores temperaturas y potencia de hasta 60 amperios.

Otro elemento especial de esta placa base es su panel trasero de monitorización y control. Este panel ofrece un display POST, con diagnóstico de arranque, que también nos permite saber qué modo de ecualizador seleccionamos con uno de los botones debajo de él. El otro botón nos permite activar el modo Keybot de ASUS que convierte cualquier teclado convencional en un teclado programable. Los otros dos botones integrados nos permiten activar el modo ROG Connect y hacer reseteos rápidos de la CMOS del sistema.

Adicionalmente, esta placa base ASUS incorpora otra tecnología que viene a satisfacer a los usuarios de sistema de refrigeración más avanzados y complejos. Se trata de otra tarjeta vertical que ofrece dos conectores de ventilador adicionales, con soporte PWM, y un switch que configura la placa base en modo de refrigeración de ultra baja temperatura para un mejor comportamiento bajo refrigeración por gases licuados como el LN2.

Bios y software

ASUS tiene la que es para mí la mejor bios UEFI del mercado, solo le falta el flasheo por Internet para ser perfectas y lo son porque ofrecen todos los niveles de configuración y también un interfaz homogéneo, sencillo, visualmente atractivo y con pequeños asistentes para los usuarios con menos conocimientos o que simplemente no quieren perder el tiempo en configuraciones personalizadas.

Concretamente encontraremos dos asistentes, de rendimiento y ventilación, que nos configurará el overclocking de nuestro procesador y memorias (aunque en el tema de memorias más que nada ajusta los perfiles para adecuarlos al overclocking del procesador) y el otro ajusta nuestro sistema de ventilación a nuestras necesidades concretas creando un perfil PWM progresivo que se adecue a nuestro sistema de ventilación y a nuestro procesador. Todo ello automatizado y desde la propia bios.

Vídeo Bios UEFI:

A nivel de software encontraremos en esta placa base todo el nuevo catálogo de programas de ASUS. Más allá del AISuite encontraremos otras nuevas aplicaciones en referencia al control de sonido, ecualización y otros sistemas como localización de fuente de sonido, pasando por el nuevo sistema de gestión de redes Gamefirst III de ASUS (creado en casa y con una gestión muy accesible) o el nuevo sistema Keybot que nos permite hacer programable cualquier teclado convencional.

El overclocking por aplicación también está presente así que podemos establecer perfiles de frecuencia según la aplicación que tengamos enfocada en Windows. Es decir, podemos usar frecuencias diferentes para ejecutar cierto juego, o cierto programa, y otras para otras aplicaciones.

Resultados de overclocking

Para probar este modelo hemos echado mano de nuestro Pentium G3258, 20 aniversario, con unos excelentes resultados de frecuencia estable de 4.6GHz. Esto lo hemos logrado gracias también al uso de un disipador de grandes dimensiones, casi más grande que la propia placa base, que mantiene al procesador en unas temperaturas realmente controladas a pesar de usar niveles de voltaje muy elevados que superan incluso los 1.425v. Aun con estas temperaturas el G3258 no supera nunca los 64º a plena carga. 

Es una placa potente, que podrá hacer overclocking a procesadores de primer orden y lo consigue no solo gracias a su sistema de alimentación, que es similar al de placas base de formato más grande, sino que a la vez lo consigue dejando mucho espacio para buenos sistemas de refrigeración que es tanto o más importante que la estabilidad en la alimentación del procesador.

Análisis y conclusión

Pocas placas base en formato ITX ofrecen lo que ofrece la Maximus VII Impact. Es única en su clase. No solo nos permite buenos niveles de overclocking, incluso pensando en ventilación avanzada, sino que también nos añade un sistema de sonido de gran calidad, conectividad de almacenamiento impensable en una placa tan compacta y un conjunto de bios y software que logran una solución casi perfecta.

Cualquiera que busque una placa base para su sistema gaming de alto rendimiento en formato compacto debe, sí o sí, plantearse esta placa base. Consigue de forma notable mejorar las prestaciones de su gran antecesora, la Maximus VI Impact, que ya era todo un referente. Pocas veces vemos a ASUS tan por encima de la competencia en placas base como ocurre en esta gama de modelos ITX para procesadores Intel de última generación.

Esta placa base cuesta 200 Euros, aproximádamente, es un precio muy adecuado teniendo en cuenta que es de los modelos más avanzados que vamos a encontrar en un formato tan compacto. De hecho, por su nivel de miniaturización creo que es un precio más que interesante.