Qué es la CMD y para qué sirve
¿Qué es la CMD?
Más de una vez habremos visto una ventana negra con letras en blanco y, por lo general, podemos habernos encontrado con que no sabemos qué es lo que pone debido a aparecer durante un lapso muy corto de tiempo, o, por el contrario, podemos leer lo que pone, pero no entendemos nada, algo que en ambos casos nos puede dar malas sensaciones.
Estas ventanas son las denominadas ventanas de comandos, o “CMD”, una denominación que deriva del nombre del archivo ejecutable que alberga estas consolas, cmd.exe. Estas ventanas son reminiscentes de la época en la que Windows funcionaba sobre una instalación base de MS-DOS, o simplemente Windows no existía y se utilizaba MS-DOS –o un sucedáneo—en los ordenadores personales de alrededor del mundo.
De todos modos, la ventana de CMD que podemos encontrar a día de hoy no es una ventana a una instalación real de MS-DOS; más bien se trata de una cierta emulación que nos permite un funcionamiento mediante comandos muy similar al de la época, pero no depende de MS-DOS de ninguna forma.
Debido a esta circunstancia, también podemos ver como parte del software que funcionaba en MS-DOS no lo hace en una ventana de CMD de Windows 10 o anteriores, debido fundamentalmente a la naturaleza de funcionamiento de la misma, que funciona sobre el núcleo NT que equipa a Windows desde Windows NT.
Más allá de estas incompatibilidades, así como diferencias en los comandos de la consola, el comportamiento de la misma debería ser prácticamente idéntico a utilizar MS-DOS, aunque sí es cierto que el hecho de tratarse de ventanas independientes podemos hacer uso de más de una, mientras que MS-DOS no contaba con multitarea para trabajar en dos o más ventanas simultáneamente.
¿Para qué sirve la CMD?
La CMD nos puede proporcionar una gran cantidad de juego si conocemos todos los comandos que puede soportar nuestra instalación de Windows, pues si bien podemos conocer los comandos principales de CMD, que no son demasiados y podrían llegar a ser memorizables, las variables de entorno de Windows nos proporcionan acceso a toda una variedad de comandos para acceder y modificar la configuración de Windows.
Una de estas herramientas es por ejemplo Diskpart, la cual nos permite hacer prácticamente más operaciones que la propia interfaz de administración de discos de Windows, pero nos obliga a hacerlo a base de comandos de texto, algo que puede ser extremadamente intimidante para usuarios novatos e intermedios, y aun así ciertamente inquietante para usuarios avanzados, dado que un paso en falso nos puede dejar sin los datos de una unidad entera al no tener un feedback constante de qué tenemos seleccionado, por ejemplo, ante la ausencia de una interfaz gráfica que nos pueda proporcionar información más visual.
Del mismo modo, una de las particularidades de una CMD, y por extensión, los archivos BAT, es que nos permitirán realizar por ejemplo lotes de configuración a base de comandos, de modo que, si bien trabajar a través de una ventana de comandos puede ser más tedioso o complicado, realmente puede ser muchísimo más rápido si lo hacemos correctamente.
Por tanto, una ventana de comandos nos puede servir para lanzar un gran número de comandos que nos pueden permitir tener control casi absoluto sobre el sistema, algo que también se ha visto ampliado aún más si cabe gracias a Powershell, una versión evolucionada y revitalizada del concepto de la CMD que nos permite contar con todas las funcionalidades de la misma, más todas las que añade Powershell de por sí.