La minería de criptomonedas reivindica la validez del portátil para juegos
La compra de una tarjeta gráfica es algo realmente complicado estos días y además incluye un bonus de precio del que incluso los fabricantes reniegan, aunque suponga un beneficio extra para sus cuentas de resultados.
No reniegan por postureo sino porque malogra el trabajo de marca que llevan realizando años y años y además la minería produce muchos efectos perniciosos como mayores niveles de RMA que acaba multiplicando los costes incluso por encima de ese aumento de precio que está produciendo la mayor demanda, demanda que difícilmente se consigue cubrir y que ha introducido a fabricantes como Nvidia, que antes eran prácticamente ignoradas por los mineros.
Ahora es complicado encontrar hasta una GeForce GTX 1060 de 6GB por debajo de los 350 Euros y la gran mayoría de modelos, de series más completas, pueden superar fácilmente los 400 Euros. El precio de lanzamiento de este modelo, en su versión Founders Edition, de julio de 2016 era de 279 Euros impuestos incluidos. Estamos hablando de un incremento de precio de entorno al 30% al que debemos añadir la reducción de costes que sufren los chips gráficos con el tiempo de forma habitual, que suele rondar el 10% anual a bien de la nueva competencia y para mantener la atención del usuario. Con todo esto podemos decir que estamos pagando un 50% más de lo que deberíamos estar pagando por una Geforce GTX 1060 de sobremesa.
Más Nvidia que AMD han intentado e intentan que las cosas vuelvan a sus cauces normales pero la competencia es libre, así como el mercado, y la demanda siempre afecta al precio de la oferta. Es una realidad con la que hay que convivir, aunque algunas medidas legales se están poniendo en marcha. Medidas como la limitación de tarjetas por cliente, puede que tengan algún resultado, aunque creo que lo que pondrá al mercado otra vez en su sitio será la bajada de precios de las criptomonedas, y con ellas la perdida de interés de muchos usuarios.
Mientras tanto hay una forma de evitar esta inflación de precios que además en los últimos meses ha ganado en potencia y competitividad. Me refiero, como habéis podido intuir por el nombre de esta editorial, al portátil para jugar.
Las gráficas dedicadas de un portátil se pueden usar para minar, sin duda, también los procesadores y algunas tienen una capacidad notable para ello, aunque en conjunto no es una forma óptima de minar, y no es difícil entender por qué. El formato no es el adecuado, el precio es más elevado y tiene mayores limitaciones de refrigeración. Todo eso hace que el portátil sea ajeno completamente a la vorágine de precios que han sufrido las GPU de sobremesa.
No solo no les afecta la demanda creciente para minería, sino que además la competencia creciente y los nuevos formatos de gráficas integradas, así como los nuevos procesadores con gráficos dedicados, están haciendo que florezcan grandes modelos de precios muy variados y con tamaños y formatos que se adaptan a todo tipo de usuarios.
Optar por este tipo de solución nos hará cambiar el chip a la hora de concebir el ordenador de sobremesa, puesto que ahora será una solución híbrida que tendremos que saber gestionar, pero mi experiencia es que es un cambio que merece la pena probar y quizás ahora sea un momento perfecto si andas buscando sustituir tu máquina de juegos por algo más moderno.
Este tipo de portátiles tienen ahora una conectividad perfectamente similar a la que tendríamos en un ordenador sobremesa así que conectar todos nuestros periféricos, o un buen monitor, no será ningún problema. Tener un portátil para jugar no significa jugar en una pantalla de 15 o 17 pulgadas, aunque como ventaja, ofrece esa posibilidad.
Podemos encontrar portátiles gaming con procesadores de cuatro núcleos Kaby Lake y gráficos Geforce GTX 1050Ti con 4GB de memoria GDDR5 por menos de 760 Euros incluidos los impuestos. Podéis encontrar modelos los últimos Lenovo Ideapad Y520 que cumplen con este precio y estas especificaciones añadiendo 8GB de RAM y una pantalla de 15” FullHD. No es una maravilla, pero demuestra que las maquinas gaming están bajando de precio, como corresponde, según avanza el tiempo en el que sus componentes están en el mercado, gracias, sobre todo, a la competencia creciente en este segmento.
Un portátil gaming no solo no ha subido de precio con la minería, sino que la competencia ha hecho que podamos encontrar gráficas como la GTX 1060 por menos de 1000 Euros en un portátil bien decente.
Si buscamos algo mas completo podemos optar por un MSI GP62. Este portátil, también de 15.6” de pantalla, viene equipado con el mismo procesador (Core i5-7300HQ), 8GB de RAM y pantalla FullHD, pero además añade una potente GTX 1060 de portátil por un precio aproximado de 1000 Euros. Es otro buen ejemplo de como los gráficos de portátil no han aumentado el precio de este tipo de máquinas, se han reducido en torno al 10-12% desde que estas gráficas salieron al mercado. Tanto la GTX 1050Ti de 4GB, como la Geforce GTX 1060 de 6GB son buenas gráficas para jugar a resoluciones 1080p.
Cuanto más subimos de gama más evidente es la descompensación de precios entre gráficos de sobremesa y portátil. Actualmente es difícil encontrar una Geforce GTX 1070 de sobremesa por debajo de los 500 Euros, de hecho, la media está más hacia los 570 Euros y quizás veas precios publicados por debajo de los 500 Euros, pero estará sin stock y por mucha paciencia que tengas, dudo que la consigas a ese precio oficial de 499 Euros con el que apareció hace casi dos años.
PCComponentes es una empresa reconocida por su gran estocaje, no tienen una sola GTX 1070 del catalogo disponible para comprar. Estan todas sin fecha de entrega.
La Geforce GTX 1070 se considera una gráfica de gama alta para portátiles y se cotiza bastante mas cara que los modelos de gama media. Lo mas barato que encontraremos ronda los 1600 Euros en portátiles, pero se suele acompañar de formatos de gama muy alta con prestaciones combinadas de primer orden. Este tipo de portátiles incluyen SSDs de alta velocidad, procesadores Core i7-7700HQ y otras prestaciones de gama alta. Estos modelos han cambiado menos de precio con el tiempo, son mas exclusivos, pero aun así se han mantenido, y también hay una competencia generosa en el rango de precios entre los 1600 y los 1800 Euros.
Una de las ventajas de una gráfica dedicada en un PC es la capacidad de ampliación y eso es algo que rara vez puede ser comparable con un ordenador portátil, y no pretendo con esta editorial entrar en debates sobre qué plataforma es mejor, pero creo que he podido demostraros como actualmente comprar un portátil es una solución inteligente para no pasar por el aro de los precios crecidos que encontramos en el mercado gráfico por culpa de la fiebre de las criptomonedas.