La historia de Mountain.gg, creadores del teclado Everest
Durante los últimos meses ha habido un líder indiscutible en nuestro ranking del mejor teclado que ha pasado por nuestro laboratorio. Este es sin duda el Mountain Everest, un teclado modular y personalizable que combina lo mejor en mecanismos con funcionalidad de última generación en base a módulos que podemos ir añadiendo y personalizando en posición y configuración.
Hoy queremos dar un repaso a la empresa detrás del Mountain Everest, a su historia, sus productos más destacados y como no a las funcionalidades que hacen del Everest un teclado único en su especie y uno de los grandes éxitos en proyectos de crowdfunding para jugadores de los últimos años.
Mountain se funda con una idea en la cabeza, crear un teclado mecánico donde el protagonista sea el usuario y donde se escuchen las necesidades y los gustos de los jugadores modernos que buscan no solo un teclado bueno, de calidad, sino funcionalidades de última generación, software personalizado y un gran soporte detrás que permita al producto evolucionar con el jugador y los diferentes juegos y tipos de juegos que van apareciendo en el mercado.
De hecho, Mountain se funda en base a esta premisa, crear un teclado, y lo hace de tal forma que puedan escuchar en su creación a los propios usuarios con una campaña cercana donde el concepto de disponer del mismo teclado se pueda adaptar no solo a los diferentes tipos de jugadores sino también a todos aquellos que quieran disponer de un teclado con un gran potencial de personalización, flexibilidad y modularidad.
Durante la creación de este nuevo concepto de teclado, que analizamos en su momento en esta completa review, la marca se dio cuenta de que teclado y ratón van de la mano, deben ser un binomio en perfecta simbiosis por lo que Mountain creo el Makalu 67 en base a las dos premisas de los mejores ratones modernos, las dos características que más buscamos en la actualidad, que no son otras que la ligereza y la ergonomía, algo que no siempre va de la mano.
La innovación es uno de los tres pilares fundamentales del Mountain Everest y también en buena medida la esencia de esta marca creada a raíz de este teclado. Un teclado creado desde cero, sin ataduras de modelos anteriores y sin evoluciones lentas de productos de éxito donde realmente no se quiere tocar el núcleo duro del producto lo que viene a generar ediciones y ediciones que son siempre más de lo mismo.
Dentro esta innovación la clave era lograr una modularidad completa para que el usuario elija en cada momento como quiere que sea su teclado. Completo, TKL, con controles multimedia integrados, etc. Un objetivo ambicioso que ha combinado el uso de conectores estándar como el USB-C combinado con elementos mecánicos y de fijación rápida como imanes, que permitieran una instalación rápida y segura en diferentes posiciones del teclado.
Otros elementos hasta ahora desconocidos del teclado son sus pies de altura personalizable que también echan mano de imanes para combinar diferentes niveles de altura inclinando el teclado hasta en tres niveles diferentes con una fijación más sólida sobre la mesa gracias a una superficie de fricción muy superior a las tradicionales patas de plástico añadiendo además mucha más durabilidad en uno de los elementos que más sufren el paso de las horas de uso.
El Numpad, que podemos integrar a derecha o izquierda del teclado principal, también añade una fila de teclas con micro pantallas que podemos personalizar en diseño, así como en funcionamiento. Esto lo hemos visto en algunos teclados, algunos "vaporware", y muchos orientados al control de streaming.
La modularidad es otro de los pilares de este teclado. Ya hemos hablado de cómo podemos cambiar la posición de la zona numérica del teclado, pero aquí no acaban las posibilidades. La pantalla de función, con un dial con pantalla redonda, también es orientable a derecha a izquierda usando también un conector USB-C.
En definitiva, conseguimos un teclado que un día puede ser un teclado completo para casa, mañana un teclado TKL para cuando queremos algo más compacto. El media dock funciona del mismo modo y todas estas configuraciones son ejecutables en tiempo real y sin necesidad de desconectar el teclado, reiniciar Windows, etc.
El teclado incluye también un pequeño cable de extensión que nos permite usar los diferentes elementos modulares sin tener que conectarlo al teclado, usándolos de forma separada sin ningún tipo de limitación.
Otra de las funcionalidades modulares del Everest lo encontramos en los mecanismos. Son intercambiables en caliente, el teclado trae incluso algunos de muestra, son la herramienta incluida y sin necesidad de soldar los nuevos mecanismos. Podemos cambiar cada una de las teclas para tener el teclado completamente personalizado, siempre dentro de los estándares de distribución de teclas ANSI o ISO, que siempre hemos deseado y el fabricante también nos pone fácil el acceso a los recambios a través de su propia tienda online.
La calidad es otro de los elementos fundamentales en los que se apoya el Mountain Everest. Una inversión en un teclado mecánico como este no es ninguna tontería así que el usuario espera lo mejor de lo mejor y que su inversión lleve bien el paso del tiempo y de los años. Para ello Mountain ha diseñado el Everest con los mejores materiales, como el aluminio mecanizado con acabados anodizados y cepillados circulares, que podemos ver tanto en el exterior del Everest como en el interior.
Los PCB también se han diseñado completamente a medida de este teclado, nada de componentes estándar en los que se basan muchos teclados del mercado y añadiendo también espuma aislante para mejorar el comportamiento sonoro del teclado, un defecto que vemos en muchos teclados comerciales incluso de precios elevados.
Las teclas largas, como el espacio o los “shift”, que requieren estabilizadores, también se han cuidado al milímetro usando auténticos estabilizadores Cherry, lubricados en fábrica, y no soluciones improvisadas que suelen echar por tierra el comportamiento sonoro de teclados mecánicos donde hemos invertido muchos euros en mecanismos silenciosos.
El ratón Makalu 67 se diseñó a raíz del desarrollo del propio Everest como la combinación perfecta para una solución gaming o de trabajo bien avenida y perfectamente sincronizada. Ambos se controlan por el mismo software, un panel de control que Mountain está mimando con desarrollos rápidos escuchando a los usuarios y a un potente equipo de pruebas internacional que revisa cada versión del software para lograr los más altos niveles de calidad e ir introduciendo funcionalidades nuevas para potenciar todas las capacidades de ambos productos.
El Makalu 67 se desarrolló con el desafío de lograr un ratón ligero, que todos los amantes de FPS buscan por su rapidez de movimiento y precisión, que a la vez fuera ergonómico y por tanto cómodo de utilizar en cualquier situación y que permitiera un agarre bueno que potenciara su uso como teclado normal, porque no todo es jugar.
La solución fácil hubiera sido diseñar un ratón ergonómico, que siga la fisionomía de una mano de tamaño medio y una vez diseñado vaciar puntos de la carcasa y el propio chasis para lograr reducir el peso del producto. Esto se traduce, en algunos ratones, en pulsaciones involuntarias por que la carcasa no tiene el más mínimo soporte mecánico.
El Makalu 67 se diseñó para ser ligero y ergonómico buscando además los refuerzos mecánicos estructurales adecuados para que la rigidez del ratón siempre sea la adecuada a la vez que se reducen gramos del peso total del ratón. Otro de los elementos cuidados es el cable de conexión, firme y flexible al mismo tiempo, logrando reducir peso, reducir fricción en la superficie de desplazamiento y ofreciendo una sensación de uso cercana al “inalámbrico”.
Entre los elementos de calidad de este ratón encontramos elementos como ser pionero en el uso del sensor Pixart PAW3370, el primer ratón del mundo en integrarlo, que mejora al aclamado Pixart 3389 añadiendo aún más sensibilidad y resolución pasando de 16000 dpi ópticos reales a 19000 dpi, con sensibilidad mejorada en desplazamiento vertical (LOD) de 3 a 2mm que permite al ratón reconocer este movimiento y desactivar la transmisión de datos al ordenador cuando esto ocurre. En general este sensor también mejora el ratio de error reduciéndolo del 1% a tan solo el 0.5%. Por supuesto el ratón también se acompaña de los mejores interruptores Omron que se pueden integrar en un ratón, los reconocidos 50m.
Esta marca, cuyos primeros productos han sido todo un éxito, es una empresa consciente de los tiempos en los que vivimos y sus desarrollos y fabricación se rigen por las claves que esperamos de cualquier empresa moderna.
Desde la fiabilidad de sus productos, que podemos ver en el cuidado que ponen el software que los soporta y en las calidades elegidas para sus fabricaciones. Su teclado Everest está fabricado con los mejores elementos del mercado y sus mecanismos pueden ser reemplazados por el propio usuario sin violar garantías o sin tener que desarrollar habilidades como la soldadura que pueden acabar en un producto dañado antes de tiempo.
Productos más fiables se traduce en menos basura electrónica y los que añaden posibilidad de ser reparados por el propio usuario potencian aún más su vida útil y la satisfacción de compra del cliente.
Mountain diseña sus productos y sus empaquetados para que sean lo más reciclables posible, tanto que el empaquetado del Everest está diseñado para que podamos retirar elementos como la tapa con facilidad y que podamos usar la caja como medio de almacenaje, se evitan también elementos como el papel de burbuja en la protección del producto optando por soluciones 100% reciclables.
Mountain colabora con el "Plastic Bank", una iniciativa de economía circular que compensa a las comunidades que están más afectadas por la contaminación del plástico y que permite a estas comunidades potenciar un ecosistema de reciclaje dando nueva vida a estos plásticos y mejorando las condiciones de vida de estas comunidades.
Base Camp es el software de Mountain que nos permite sacar todo el partido de sus productos y que los conecta en esa simbiosis perfecta que hemos comentado antes. Base Camp se ha desarrollado en dos fases, la primera buscando la perfección en todas las funcionalidades anunciadas en el lanzamiento del teclado como es la iluminación programable por tecla, la perfecta programación de las macros, la buena presentación de datos en su “Media Deck”, etc.
Logrado este hito ahora Base Camp entra en una fase de expansión de funcionalidades, y por tanto expandiendo las posibilidades de los productos soportados más allá incluso de lo prometido en el momento de ser presentados al mercado. En esta fase del desarrollo, que ya ha comenzado, podemos encontrar funcionalidad como la sincronización con el ecosistema RGB de Razer, con plugin para Razer Chroma, o la próxima integración con OBS (Open Broadcaster Software) que es otra de las sugerencias que han hecho a la marca muchos de sus usuarios que son en buena medida también creadores de contenido.
Mountain es una de esas pocas compañías de periféricos que saben que un buen producto, que se afianza en el mercado tanto en hardware como en software, crea una mejor base de usuarios que decenas de productos lanzados al mercado en una especie de prueba y error o simplemente para saturar catálogos de producto para lograr posicionamiento.
El Everest es el mejor teclado que hemos probado hasta el momento, mejora cada día gracias a Base Camp y es un producto diseñado para durar. El Makalu 67 es una buena compañía, sin duda, que se ve potenciado por un ecosistema bien diseñado que tiene al usuario siempre en mente. Para nosotros es sin duda el camino a seguir, un camino que marcas importantes de este segmento parecen haber olvidado.