SLI Vs Crossfire. El Core i7 ofrece la solución gráfica universal
Introducción No sé cuantos rumores ni cuantas veces hemos oído hablar de que Nvidia abriría la tecnología SLI a otros chipsets que no fueran los suyos propios o cuántos de nosotros habremos usado esos controladores "hackeados" que la propia Nvidia neutralizó encriptando sus controladores. Al final el día ha llegado, con limitaciones eso sí, pero cualquier usuario de los nuevos chipsets X58 tiene la libertad de optar por Crossfire de ATI o SLI de Nvidia según sean sus necesidades o convicciones. Una habilitación no exenta de polémica. Nvidia se ha rendido a dos factores, esto no ha sido un regalo sino una claudicación. Nvidia no tenia intención de liberar el SLI a chipsets Intel y menos cuando el gigante azul pretende hacerle, en un futuro no muy lejano, competencia también en el mercado de los chips gráficos dedicados. Que ahora podamos estar escribiendo este articulo se debe fundamentalmente a dos razones: falta de licencias y la competencia creciente de AMD. Nvidia no solo no consiguió llegar a un acuerdo para usar procesadores Core i7 con sus chipsets sino que encima la creciente competencia de ATI, con sus chips Radeon 4000, estaba golpeando duramente no solo a nivel de precios y prestaciones sino también en sectores tan llamativos a la hora del marketing como es la integración de múltiples chips gráficos en el mismo ordenador.
AMD tiene abierto su sistema Crossfire a todo aquel que quiera usarlo, de hecho Nvidia no lo soporta porque no quiere en sus chipsets, así que se convertiría en la única opción multitarjeta disponible para los nuevos procesadores de Intel. Esto sería un golpe muy duro para la últimamente mermada imagen de Nvidia así que no les ha quedado otro remedio. De todos modos no os penséis que Nvidia se ha ido de vacío en todo este tema porque cuando compres tu próxima placa base X58 debes saber que buena parte de su coste, se habla de hasta 50$, se debe al canon que Nvidia ha establecido a los fabricantes de placas base para que las bios de sus placas base soporten el sistema SLI de Nvidia. Si compras una placa X58 tienes que saber que estas pagando si o si vayas o no a usar el sistema de múltiples tarjetas graficas de este fabricante.
¿Qué tipo de SLI podemos usar?. No hay limitaciones en este sentido. Con un X58 podremos usar los mismos sistemas SLI de que dispone un chipset i790 de Nvidia. Podremos usar dos o tres tarjetas, dependiendo del modelo, para montar sistemas de dos, tres o cuatro chips trabajando en paralelo. Diversos modelos de placas ya disponibles en el mercado presentan hasta tres slots con doble espacio capaces de montar hasta tres tarjetas Geforce GTX 280 para lograr el máximo rendimiento que podemos alcanzar actualmente con chips gráficos Nvidia.
Hay que decir también que los nuevos controladores de la serie 180 de Nvidia sacan un partido perfecto a estos nuevos chipsets de Intel. Su rendimiento es excelente y también añaden prestaciones muy esperadas por muchos usuarios. Una de ellas para mi fundamental como es el soporte de dos monitores a la vez que usamos SLI. Esto es algo que con chips AMD hemos podido usar sin ningún tipo de problema y que Nvidia se reservaba únicamente para su gama profesional de productos Quadro.
También tendremos acceso al sistema PhysX de Nvidia que podemos combinar con la ejecución en modo SLI. De este modo podremos tener un sistema grafico con gran potencial a la vez que disfrutamos de efectos añadidos como los ofrecidos por el sistema PhysX. La pena es que todavía pocos juegos lo soportan aunque nos consta que Nvidia está moviendo toda su maquinaria de colaboración con desarrolladores para que cada vez mas títulos dispongan de esta tecnología que ciertamente añade nuevas prestaciones y realismo. Presentando nuestras tarjetas. Hemos aprovechado la nueva generación de tarjetas GTX 260, adaptadas para competir con las ATI Radeon 4870 de 1GB, con 216 Streamprocessors para conocer de lo que puede ser capaz un ordenador con procesador Core i7 y un sistema SLI de alto nivel. Es una combinación envidiable que nosotros hemos montado gracias a dos de las tarjetas más interesantes del mercado en cuanto a precio-prestaciones.
Presentando nuestras tarjetas. Hemos aprovechado la nueva generación de tarjetas GTX 260, adaptadas para competir con las ATI Radeon 4870 de 1GB, con 216 Streamprocessors para conocer de lo que puede ser capaz un ordenador con procesador Core i7 y un sistema SLI de alto nivel. Es una combinación envidiable que nosotros hemos montado gracias a dos de las tarjetas más interesantes del mercado en cuanto a precio-prestaciones.
La primera de ellas, aunque tanto monta - monta tanto, es una Zotac GTX 260². Se trata de una de las primeras Geforce GTX 260 de nueva generación, con 216 shaders frente a los 192 estándar, con una frecuencia de trabajo de 575MHz para su GPU y de 2000MHz DDR para sus 896MB de memoria GDDR3 con un bus de datos de 448-Bit. Es una tarjeta que sigue el diseño térmico del modelo de referencia de Nvidia y que dispone de los habituales dos conectores DVI y su salida de TV de alta definición por componentes. Su precio es de 279€ y viene con Farcry 2 incluido.
La segunda de ellas es una Gainward GTX 260 de edición limitada. Esta tarjeta sigue las indicaciones de referencia de la GTX 260 pero amplia su capacidad de proceso con 216 shaders como en el caso de la Zotac. Como la Zotac, esta tarjeta no overclockea su procesador manteniendo los 576MHz para la GPU y los 2000MHz para los 896MB de memoria GDDR3. En principio el único requisito para que el SLI funcione es que ambas tarjetas tengan el mismo número de shaders, la frecuencias de trabajo son indiferentes así que si te decides por "mezclar" tarjetas de diferentes frecuencias no tendrás problemas. .
Las dos tarjetas disponen de un disipador de doble slot alimentado por una turbina posterior que disipa el calor de la tarjeta expulsando el aire caliente fuera de la caja a través del segundo slot de la tarjeta. Son tarjetas voluminosas que requieren de alimentación extra mediante un doble conector PEG de seis contactos. Lo cierto es que el acabado una vez instaladas es impresionante. Esperemos que también lo sean los resultados.
Nuestro montaje. Máquina de pruebas. Para aprovechar adecuadamente la potencia de estas dos tarjetas trabajando en paralelo hemos optado por usar un procesador Core i7 965 a una frecuencia de 4.2GHz. A esta velocidad nos aseguramos que el procesador está al nivel suficiente de capacidad de proceso para poder alimentar a ambas tarjetas y sacar de ellas el máximo partido. Lo hemos acompañado con la siguiente configuración:
Procesador: Core i7 Extreme 965 3.2 @ 4.2GHz (1.4v) Placa base: Asus P6T Deluxe Memoria: Crucial 3x2GB triple channel kit. Disco duro: 1xSSD X25 Intel 80GB, 3xSeagate 7200.11 750GB RAID 0. Dispacion: Asetek Vapochill LS. Fuente: Pc Power & Cooling Silencer 750W. Hay que destacar el soporte que ofrece Asus en esta placa base para estas tecnologías de trabajo en paralelo de Nvidia. No hemos tenido ningún tipo de problema de configuración, todo fue "suave" y sin incidentes. Tampoco tuvimos que configurar nada en bios ya que las ultimas actualizaciones, concretamente la 0804 usada por nosotros, tiene el soporte implícito para el SLI.
Las temperaturas de trabajo de ambas tarjetas tampoco han sido anormales por la configuración con unos 50-55º, dependiendo de la tarjeta, en reposo y unos 70-75 grados en carga máxima del sistema grafico. Son datos muy buenos en los que seguro que la separación de un slot que deja entre ambas la P6T tiene bastante que ver.
Comparativa de rendimiento. Para amenizar nuestros resultados hemos decidido medir la fuerza de estas GTX 260 contra su competidor natural como es un crossfire de Radeon 4870 de 1GB. Una competencia de alto nivel que nos permitirá decidir la opción mas adecuada a la hora de equipar nuestro Core i7. Las pruebas utilizadas son las siguientes: 3DMark 2006 3DMark Vantage Unreal Tournament 3 World in Conflict FarCry 2 Devil May Cry 4 Crysis. Drivers: Forceware 180.43 y Catalyst 8.11 Hotfix Core i7.
Los resultados. 3DMark Vantage. Performance test.
Esta primera captura que veis es el test realizado en 3DMark Vantage con el sistema PhysX activado. No es un resultado que podamos ni queramos usar para la comparativa pero se puede ver una mejora importante en el resultado de CPU, que pasa de 24000 a casi 49000 puntos y que afecta al resultado en casi 2000 puntos.
3Dmark 2006.
Unreal Tournament 3. Calidad Máxima.
World in Conflict. Calidad máxima. FSAA 4x.
FarCry 2. Ultra High. FSAA 4x.DX10.
Más resultados. Devil May Cry 4. Cuarta escena. Maxima calidad. FSAA 4x. DX10.
Crysis. 1.2 Patch. GPU Benchmark. DX10.
Análisis y conclusión. Lo que está claro es que cualquiera de las dos soluciones propulsa a los Core i7 a los niveles de rendimiento adecuados para disfrutar plenamente de cualquier juego en nuestro ordenador a resoluciones Full HD. El sistema SLI de Nvidia funciona plenamente en estos nuevos chipsets de Intel y nos ofrece un rendimiento 3D excelente a la vez que amplia algunas prestaciones como el soporte de física por hardware. Si sumamos a esto que los nuevos controladores habilitan funciones muy esperadas sin duda el SLI se convierte en una opción más que interesante para cualquier propietario de un Core i7 y una placa base X58 certificada para SLI. La competencia sin embargo es dura, ATI ha hecho un gran trabajo con sus chips RV770 y cualquiera de las dos opciones satisfará plenamente a su propietario. Debemos tener también en cuenta que los precios de ambas soluciones son muy similares. Unos 270-280€ por cada tarjeta por lo que la elección se complica aun mas. Esperemos que esta guerra siga dándonos productos a mejor precio y con mayores prestaciones y para eso ambos fabricantes deben mantener el buen nivel de desarrollo que están llevando a cabo en los últimos meses. También hay que valorar que Intel ahora mismo tiene la primera solución grafica universal, sin limitaciones, ofreciendo a sus usuarios elecciones antes no disponibles en ninguna plataforma. Esto sin duda es un gran avance que se apoya en un procesador excelente con un chipset fiable y sólido.