¿Cuántos KB tiene un MB? Todo sobre las unidades de almacenamiento y datos

En esta guía, os mostraremos todo lo que necesitamos conocer en relación a las unidades de almacenamiento y datos, las cuales en más de una ocasión pueden ser motivo de confusión debido a que existen distintas formas de medir capacidades y velocidades de almacenamiento y transmisión de datos, algo que eventualmente puede llevar a ideas erróneas incluso del comportamiento de los fabricantes de soportes de almacenamiento. 

Tenemos KB, MB, etc, para referirnos a KiloBytes, MegaBytes, etc. Sin embargo, también hay otro tipo de medidas del sistema internacional, menos conocidas, pero no por ello menos usadas, como el KiB o MiB (Kibibyte y Mebibyte). En esta guía descubriremos qué es cada una y qué significan.

Asimismo, cubriremos no solo el uso de los distintos prefijos existentes para la contabilización de capacidad o velocidad de buses de almacenamiento, sino que veremos también como el uso de unidades, además de haber sido equívoco en algunas ocasiones, también se extiende a otros aspectos de la computación, como serían las capacidades cómputo o la medición de frecuencias, algo a lo que estamos mucho más acostumbrados a que no haya puntos de confusión.

Antes de nada, vamos a quitarnos de encima lo más importante, y son las unidades básicas sobre las que tenemos que trabajar. Por una parte, nos encontramos con los bits y los bytes, y, en resumidas cuentas, un byte tiene 8 bits, por lo que, si queremos pasar un valor de bits a bytes, tendremos que dividirlo entre 8, mientras que si queremos pasar de bytes a bits, tendremos que multiplicar por 8.

Unidades del sistema Internacional, donde 1 MB son 1000 KB

Prefijo

Reducción del prefijo

Nombre

Símbolo utilizado

Valor en Bytes

 

 

Byte

B

1

Kilo

k

Kilobyte

kB

1000

Mega

M

Megabyte

MB

1000000

Giga

G

Gigabyte

GB

1000000000

Tera

T

Terabyte

TB

1012

Peta

P

Petabyte

PB

1015

Exa

E

Exabyte

EB

1018

Zetta

Z

Zettabyte

ZB

1021

Yotta

Y

Yottabyte

YB

1024

Como podéis ver en la tabla, las unidades no son tan complicadas, pero habréis podido notar que los valores no son múltiplos ni potencias de 2, sino que son de 10, al tratarse del sistema internacional. Aquí, junto al modo de Windows de mostrar las capacidades de las unidades de almacenamiento, nos encontramos con la teoría conspiranoica, de que los fabricantes de hardware se han inventado una unidad con tal de vendernos menos de lo que pagamos.

Unidades ISO/IEC 80000-1 donde 1 MiB son 1024 KiB

Bajo estas líneas, tenemos la misma tabla anterior, pero en vez de usar los valores del Sistema Internacional, contamos con los valores del ISO/IEC 80000-13, los cuales están basados en el sistema binario que todos los ordenadores usan.

Prefijo

Reducción del prefijo

Nombre

Símbolo utilizado

Valor en Bytes

 

 

Byte

B

 2= 1

Kibi

Ki

Kibibyte

kiB

210 =  1024

Mebi

Mi

Mebibyte

MiB

220 = 1 048 576

Gibi

Gi

Gibibyte

GiB

230 = 1 073 741 824

Tebi

Ti

Tebibyte

TiB

240

Pebi

Pi

Pebibyte

PiB

250

Exbi

Ei

Exbibyte

EiB

260

Zebi

Zi

Zebibyte

ZiB

270

Yobi

Yi

Yobibyte

YiB

280

 

Con esto, podemos entender que los fabricantes de unidades de almacenamiento hacen uso de la unidad del sistema internacional, donde los datos se expresan como potencias de 10. Esto también queda explicado en la caja de todos los dispositivos de almacenamiento que compramos, por lo que no hay confusión posible en ese frente.

Sin embargo, la confusión llega por parte de Windows, que hace el uso de la especificación ISO/IEC 80000-13 sin utilizar sus unidades, sino utilizando las del Sistema Internacional, de modo que nos encontramos con que una unidad, por ejemplo, de 1TB, se muestra en Windows como una unidad de unos 930GB.


Ninguna de las unidades muestra su "capacidad completa" por el modo que tiene Windows de mostrar los tamaños

Asimismo, este no es el único factor que influye en la aparición de unidades con menos espacio del que creemos, pues sí que existen casos en los que las particularidades de un formato de disco pueden quedarse con una fracción del espacio disponible, pero no es para nada tan llamativo como ocurre con las conversiones de unidades.

Prefijos en computación

Añadimos también en este anexo que, si bien estos prefijos se suelen utilizar ante escenarios de transferencia de datos, no son el único lugar donde podemos encontrarlos, pues a fin de cuentas se trata de unos prefijos que indican múltiples, por lo que se utilizan extensivamente en otros campos como sería la computación.

Una de las unidades en la que solemos verlo son los FLOPS (FLoating point OPerations per Second), donde se expresan, generalmente con los prefijos del Sistema Internacional, los múltiples que afectan a estas cifras, siendo las más utilizadas actualmente los TFLOPS (TeraFLOPS) y PFLOPS (PetaFLOPS), aunque “gracias” al COVID-19, pudimos ver como los aportes de usuarios alrededor del mundo consiguieron amasar una potencia de un EFLOPS (ExaFLOPS).

Por lo general, como ya mencionábamos, solo se utilizan los prefijos correspondientes al Sistema Internacional en estos escenarios, pero técnicamente nada impediría realizar estas mediciones con los prefijos de la norma IEC 80000-13, pese a que será mucho menos útil en la práctica totalidad de los escenarios.

Otro punto en el que no tiene ningún sentido en la práctica el uso de los prefijos binarios es en la medición de frecuencias o transferencias, pues, por ejemplo, las frecuencias de los procesadores o la cantidad de transferencias que se consiguen por segundo no tienen relación ninguna con la naturaleza binaria de los ordenadores, de modo que nunca escucharemos la frecuencia de un nuevo procesador en “gibihercios” ni la velocidad de una nueva memoria en “mibitransferencias por segundo”.

 

Otro frente en el que existe confusión es en el de las unidades utilizadas entre las unidades de almacenamiento y los buses de transferencia, razón por la que indicábamos inicialmente la diferencia entre los bits y los bytes.

Si bien por lo general se utilizan unidades de medida en Bytes para las unidades de almacenamiento, que tienen una estructuración definida, para los buses de transferencia se suelen utilizar Bits, algo que permite proporcionar una medida más precisa de las capacidades del bus, pero que en consecuencia muestra un número 8 veces más grande que si se midiese en Bytes.


Los buses CAN, utilizados ámpliamente en automoción, cuentan con pocos datos en relacion al paquete completo

Esto provoca que muchos usuarios puedan llegar a sentirse decepcionados o confundidos ante cierto material de marketing, y es que, por ejemplo, el bus SATA es un bus capaz de alcanzar los 6Gb/s teóricos, que siempre son menos en la práctica por algo que comentaremos después, pero que, si lo traducimos a Bytes, nos da una mucho más realista cifra de 768MB/s, que podemos asemejar más a los 560MB/s que alcanzan la mayoría de unidades SSD SATA.

La razón por la que la transferencia de datos es menor de lo anunciado, así como el mero hecho de usar bits en vez de bytes, es que, a diferencia de la estructura de archivos de una unidad de almacenamiento, que se encuentra separada por sectores, tiene una estructura mucho más libre, donde en el propio ancho de banda no tienen que entrar solamente los datos propiamente dichos, sino todas las señales, códigos de error y demás datos necesarios para realizar una transferencia correcta.


Un paquete SATA es más eficiente, aunque tambien cuenta con más señales además de los datos a transferir

La nomenclatura entre bits y bytes también puede ser algo confusa, y es que si bien en la teoría, MB sería para Megabyte y Mbit sería para Megabit, por lo general estos últimos se expresan como Mb, algo que puede hacer confusa su lectura o redacción, llevando a errores como la escritura de unidades erróneas.

Adicionalmente, el hecho de que solemos indicar solamente el prefijo a la hora de hablar de algunas unidades, también puede amplificar este hecho, pues si por ejemplo hablamos de que tenemos una conexión de red de 500 “megas”, o que nuestra unidad SSD alcanza 500 “megas” de velocidad, no estamos indicando en ningún momento si hablamos de megabits o megabytes, razón por la que algunos usuarios pueden caer en una confusión totalmente comprensible.

En más de una ocasión hemos podido ver unidades que, si bien no hablan de la capacidad total de un soporte, sí que lo hacen en relación a una característica física del mismo, como veremos a continuación.

En su momento, hubo una gran polémica con las unidades de disco SMR, que son capaces de conseguir una mayor densidad de datos para una determinada superficie, en este caso, el área de un plato de disco duro. En este caso, la densidad se puede medir en distintas unidades, pero la fórmula siempre será la de capacidad por área, por ejemplo, GB por centímetro cuadrado.

Las distintas compañías que introdujeron unidades SMR han conseguido que sus unidades cuenten con más capacidad gracias a que los sectores físicos en la unidad de disco están parcialmente “apilados”, algo que, si bien trajo problemas por ejemplo en sistemas NAS, proporcionaba un aumento en la relación de GB o TB por plato.

Otras formas en las que los fabricantes de discos duros han conseguido aumentar las densidades de datos ha sido con el uso de nuevo materiales o incluso nuevas técnicas, como HAMR, que hace uso de un láser para aumentar la temperatura de la zona a escribir, cosa que permite que los sectores estén más cerca entre sí sin recurrir a tecnologías como SMR.

En definitiva, existen muchos campos en los que se utilizan los mismos prefijos que en almacenamiento, algo que nos puede ayudar en gran medida a la hora de reconocer qué prefijo es cuál, además de entender también el hecho de que, en algunos sistemas operativos o herramientas, las capacidades de nuestras unidades parezcan fluctuar o se muestren de una forma distinta.

Asimismo, se zanjan mitos como que los fabricantes de unidades de disco no entregan las capacidades que venden, además de arrojar algo más de luz sobre las diferencias que encontramos cuando vemos velocidades efectivas en Bytes, en vez de las velocidades teóricas que se suelen comercializar en Bits, una importante diferencia que siempre viene bien tener clara a la hora de comprar cualquier dispositivo informático.