Limpiar PC de Sobremesa y Ventiladores: Mejores Métodos y Prácticas

Aunque parezca paradójico una de las mejoras formas de mantener un ordenador limpio, y fuera de problemas, es comprar los componentes adecuados. Muchos ordenadores de sobremesa, sobre todo los que tienen cierta potencia y una relación volumen-rendimiento elevada, siguen dependiendo de elementos mecánicos en su interior para mantener las temperaturas generadas por los componentes dentro de sus parámetros de funcionamiento normal.


Si no cuidamos la limpieza de nuestro ordenador tendremos dos resultados perjudiciales: una menor vida útil de ciertos componentes, sobre todo esos elementos mecánicos, y también más ruido e incluso perdida de rendimiento progresiva puesto que muchos componentes actuales dependen de su máximo desempeño en una refrigeración adecuada. Esto lo vemos en los modos turbo de los procesadores y tarjetas gráficas más recientes, que aprovechan cada grado de temperatura extra que podemos darles para mejorar su propio rendimiento de forma automática.

Hay algunas claves básicas que debemos tener en cuenta si queremos reducir el tiempo de mantenimiento y aumentar la vida útil de nuestros componentes. Por ejemplo, ventiladores de bajas vueltas y con una gran relación de movimiento de aire y rotación, menos velocidad, menos suciedad acumulada, menos ruido y más vida útil de la motorización.

 

 

 

 


Otro elemento básico que debemos buscar son cajas donde las entradas de aire tengan filtros de extracción rápida y sencilla. Esto mejora mucho la calidad del aire dentro de la caja, reduce la acumulación de polvo y sin duda hace mucho más sencillo el mantenimiento reduciendo el trabajo de forma notable. Nuestros ventiladores, kit de refrigeración y chasis de Be Quiet! son una buena forma de cumplir con este requisito básico.

Otros componentes como gráficas o refrigeración con modo completamente pasivo, de parada completa de los ventiladores, también aumentarán el tiempo entre mantenimiento y mantenimiento de limpieza. Tienen también otro beneficio, menos tiempo de ventilador, más tiempo útil nos ofrecerá este componente mecánico.

 

 

 

 

 

 

Si vamos a iniciar la tarea de limpiar nuestro ordenador es importante tener algunas herramientas básicas adecuadas. Soplar fuerte no suele ser la mejor forma de limpiar un ordenador, aunque todos lo hayamos hecho alguna vez.

 


Hay que asegurarse que el PC está desconectado de la red, puesto que tendremos que manipular algunos componentes, como tarjetas o los propios elementos de refrigeración del PC y por supuesto tendremos que haber dado tiempo a la máquina a ventilarse completamente y debe estar fría.

No debe faltarnos en nuestro kit de limpieza las herramientas adecuadas, desde las propias para el desmontaje de los componentes, hasta otros elementos como cepillos, compresor de aire, botes de aire comprimido o algún soplador recargable, como el que os mostraremos en esta guía, que a la larga resulta más económico y que en mi experiencia nos permite hacer un mantenimiento rápido en cualquier momento sin ningún esfuerzo.

 


Un aspirador también puede ser útil, no imprescindible, y los cepillos específicos de limpieza los podemos cambiar también por alguna brocha de pintura de tamaño pequeño. Es importante que no suelte fibras y que nos aseguremos de que están liberadas de carga electroestática. Líquido de limpieza, como uno generalista, o limpiacristales, y si somos muy puristas algo de alcohol isopropil acompañado, como no, de una gamuza de microfibra que nos vendrá muy bien para las superficies del chasis, filtros y ventiladores.  

Tener una pulsera con toma de tierra cuando manipulamos electrónica es siempre una garantía, pero sinceramente, son un engorro. Hay una forma mucho más natural y sencilla de eliminar toda carga electrostática de nuestro cuerpo y gracias a la “bendita” pandemia que hemos sufrido es algo que hemos aprendido todos a hacer muchas veces al día.

Salvo que vivamos en una casa con una instalación eléctrica muy deficiente, y nuestro ordenador no esté conectado a toma de tierra, simplemente con tocar el chasis de la caja antes de ponernos a trabajar debería ser más que suficiente, también podemos lavarnos las manos, tocando el grifo del lavabo, o cualquier otra superficie metálica conectada a tierra.
 

Es raro ver actualmente ordenadores con más de una tarjeta de ampliación, la propia tarjeta gráfica, pero sea como fuere siempre hay que empezar por las tarjetas de ampliación, del mismo modo que terminamos con ellas cuando montamos el PC.

 


La carga de trabajo que tienen actualmente las tarjetas gráficas, aun con modelos avanzados, puede suponer un momento importante de la limpieza y debemos dedicarle especial cuidado. Ahora tienen grandes elementos de disipación y mantener su rendimiento es importante y va directamente relacionado con su rendimiento. Desmontarla entera sería cosa de un artículo dedicado y no todos los fabricantes nos permiten hacerlo, dedicadle un tiempo con el soplador o el bote de aire, debe quedar como nueva.

 


La placa base es un elemento complicado puesto que está lleno de aristas, disipadores, pines, conectores…aquí hay que combinar el uso de la brocha, con cuidado, y del soplador para un resultado adecuado. Retirar la pasta térmica vieja y renovarla es siempre una garantía de recuperar los niveles de refrigeración que teníamos cuando instalamos el ordenador originalmente. Para ello podemos usar algo de papel higiénico, limpiaremos bien la superficie y aplicaremos una capa fina de pasta térmica. Yo la aplico por puntos, pero sea como fuera lo importante es que cubra la superficie sin exceso.

 



 

 

Si disponemos de una caja con filtros extraíbles, como es el caso de la Be Quiet! Pure Base 500DX donde tengo montado mi ordenador de trabajo, los ventiladores tendrán una vida útil mucho más elevada, ya que la acumulación de polvo se concentrará en los filtros de entrada. Para su limpieza podemos simplemente pasar un paño humedecido, nunca apliques el limpiador sobre la superficie, sino sobre el paño de microfibras.

 

 

 

 

 


Los ventiladores son la parte mecánica del ordenador que más suciedad acumula. Se dedican a eso, a mover aire, y en el aire hay partículas que van formando acumulaciones sobre las aspas y que si dejamos mucho tiempo pueden llegar a colapsar otras superficies como las láminas del propio disipador o radiador, y llegar a dañar el motor, puesto que menos flujo de aire hará que los ventiladores trabajen más rápido.

 

 

 

 

 


Si un ventilador se ha dañado lo mejor es cambiarlo, lubricarlos no siempre funciona porque algunos rodamientos van aislados y, de funcionar, suele ser algo muy temporal, volveremos a tener vibraciones y ruidos molestos en poco tiempo.

 

 


Para limpiarlos usaremos tanto el aire a presión en las zonas de aspas y rotor, así como limpiaremos bien todas y cada una de las aspas además del propio armazón del ventilador. Recuperaremos la estética de nuestro ordenador y mejoraremos la refrigeración con lo que si hemos tenido pérdidas de rendimeinto, deberíamos poder recuperarlas.

 

 

 

 

 

 

Este es otro de los elementos que más tendremos que cuidar porque afecta directamente al rendimiento general de nuestro PC. En general un disipador convencional y un kit de refrigeración líquida no se diferencian en nada en cuanto a su limpieza. Ambos suelen contar con uno o más ventiladores y ambos tienen un cuerpo principal normalmente de aluminio donde se distribuye el calor.

 

 


Ambos tienen también una superficie de contacto con el procesador que debemos limpiar bien para que la aplicación de la nueva pasta térmica tenga los mejores resultados posibles. Limpiar las láminas del radiador será cuestión, me temo de aire y paciencia y dependiendo de la estructura tendremos mejor o peor resultado, dejarlos como nuevos será complicado y aquí, una vez más, hacen mucho bien unos filtros de aire previos en la caja ya que las partículas que penetran son pequeñas y fáciles de retirar con aire a presión.

 

 

 

 



Las cubiertas, acabados, heatpipes y otros elementos podemos limpiarlos con el paño de microfibras con algo de líquido limpiador impregnado. Si son de cobre expuestas al aire es normal que “verdeen” es la forma natural de la oxidación del cobre y no es peligroso, aunque si tiene un efecto estético. Limpiar el cobre requerirá de ácidos que pueden ser más perjudiciales que el simple cambio de color.

 

 

 

 

 

 

Mi consejo para las fuentes de alimentación es que sean modulares, porque facilitan mucho la limpieza no solo de ella misma sino también de toda la caja. Nunca abráis una fuente de alimentación para su limpieza salvo que queráis perder la garantía y tengáis muy claro que estáis manejando.

 

 


Simplemente limpiad las superficies y eliminad el polvo con el aire a presión. Las fuentes modernas, gracias a los filtros de caja y a sus ventiladores eficientes, acumulan poca suciedad si damos un mantenimiento a nuestro ordenador de vez en cuando, jugársela a perder un elemento caro y que suele tener largos periodos de garantía para mí no tiene mucho sentido.

 

 

 

 


La caja también requerirá una limpieza general y seguramente si tienes un panel de cristal templado o similar la limpieza de este tendrá que ser más asidua si queremos mantener la estética de nuestro montaje. Aquí de nuevo podemos tirar de la gamuza de microfibra y algo de líquido de limpieza. Las pinturas que se usan actualmente, de polvo electrostático, son duraderas, pero mejor mimarlas con productos poco agresivos, sobre todo las de acabado blanco que sin duda son más susceptibles a amarillear con el tiempo. Si te gusta este tipo de acabado no expongas la caja al sol porque sin duda acabara cogiendo una tonalidad amarilla con el tiempo.

 

 

 

 


 

 

Para mantener nuestro ordenador cuidado no solo tenemos llevar a cabo una limpieza cuando ya nos encontramos con problemas. Seguramente algo de aire a presión cada pocas semanas nos permitirá mantenerlo bien con un esfuerzo mínimo, de ahí mi recomendación de usar sopladores recargables.

 

 


No tiene la misma potencia de un buen compresor, pero no ocupan ni consumen lo mismo, ni tampoco la de los botes de aire a presión, pero también son mucho más económicos a la larga y los resultados son muy buenos sobre todo cuando no tenemos aun una gran acumulación de polvo en ciertas zonas como los cuerpos de disipación.

 

 

 

 


Por otro lado, elegir bien el hardware ya hemos visto que es importante, y no tiene por qué ser más caro, solo son elementos mínimos que ya encontramos en cajas muy económicas. Por último, hay que tener en cuenta que un ordenador limpio es también un ordenador organizado. Una buena canalización del cableado, un cuerpo principal despejado y accesible y una buena organización del almacenamiento hacen que mantenerlo limpio sea más fácil y menos costoso.