Cómo calibrar la pantalla en Windows 11

Si has consultado nuestra guía sobre paneles de monitor, rápidamente te habrás dado cuenta de la gran cantidad de opciones que existen en el mercado. Es posible que hayas tardado un tiempo en decidir qué monitor es mejor en tu caso. Si finalmente has adquirido el más conveniente, se habrá abierto ante ti una nueva cuestión: cómo debes calibrar la pantalla para sacarle todo el partido. En el pasado te explicamos cómo hacerlo en Windows 10, pero si has actualizado a la última versión del sistema, no te preocupes. Aquí te explicamos los pasos que debes seguir para calibrar el monitor con Windows 11 sin complicaciones.

Ten en cuenta que si trabajas con dos pantallas a la vez, deberás calibrarlas por separado. Si tienes alguna duda sobre como duplicar pantalla tenemos una guía con todos los pasos a seguir.

El principal beneficio que se obtiene al calibrar la pantalla es que el contenido se muestra con unos colores y una exposición más realistas. Esto es especialmente importante en entornos profesionales, en los que se precisa mayor exactitud en la reproducción de las imágenes. Debido a esto, es un proceso crucial para que fotógrafos, editores de vídeo y otros profesionales del sector audiovisual desempeñen su trabajo del modo más acertado posible.

Por el contrario, debes saber que contar con un panel correctamente calibrado reporta otras ventajas, incluso fuera del ámbito profesional. Sin ir más lejos, permite disfrutar de una mejor experiencia al reproducir películas y otros contenidos en vídeo. Con una calibración certera, lo que ves se parece mucho a lo que el director y los responsables de producción tenían en mente. En cualquier caso, los resultados son los mismos: los colores, la exposición y el brillo se vuelven más fieles a la realidad.

¿Qué opciones hay a la hora de calibrar un monitor? Dependiendo de la finalidad y de si se trata de un equipo para trabajar o para uso personal, existen diversos caminos para lograr una mejor calibración. En este listado te dejamos todas las opciones que tienes a tu disposición:

  • Calibrado por software. Es en el que vamos a centrarnos en esta guía. Windows 11 viene con una herramienta integrada que te permitirá calibrar la pantalla sin necesidad de utilizar ningún dispositivo externo. Es recomendable valerse de esta utilidad si lo que buscas es mejorar la reproducción de imágenes en tu monitor sin realizar una gran inversión.
  • El calibrado por hardware es interesante cuando se busca un ajuste enfocado al ámbito profesional. Con ese fin, se aprovechan las capacidades que ofrecen los colorímetros y espectrofotómetros. Acompañando a estos dispositivos, suele venir un software de calibración específico para efectuar el proceso completo.
  • Calibrado por especialistas. Cuando las necesidades son muy específicas, lo mejor es dejar el calibrado en manos de un experto en la materia. Claro, este tipo de servicios no son baratos y están destinados a un campo claramente profesional.

Aclarados los conceptos anteriores, es momento de mostrarte cómo usar la utilidad de Windows 11 para calibrar tu monitor. Esto te permitirá crear un perfil que podrás utilizar en todo momento o solamente en casos puntuales.

Antes de seguir los pasos que te detallamos a continuación, puntualizamos algunos aspectos que creemos que son relevantes para que el proceso se desarrolle con éxito.

  • En primer lugar, te recomendamos que mantengas tu monitor encendido durante un periodo de tiempo considerable. De esta manera, alcanzará la temperatura de trabajo y podrás calibrarlo con mayor exactitud desde la herramienta de Windows 11.
  • Por otro lado, restablece los parámetros de fábrica del monitor. De esta manera, tendrás una referencia clara que no alterará los resultados. De igual modo, podrás emplear estos valores como punto de partida en todas las calibraciones.
  • Finalmente, desactiva cualquier modo especial de visualización, como la función de Luz nocturna de Windows 11. Con ella se altera la temperatura del monitor y se desvirtúa la calibración.

Dicho lo cual, comenzamos el proceso localizando la herramienta de calibración de Windows 11.

Aquí van los pasos a seguir:

  1. Entra en la configuración del sistema y accede a la ruta Sistema > Pantalla > Pantalla avanzada.
  2. Allí, haz clic en Mostrar las propiedades de adaptador de pantalla 1.
  3. En la ventana de propiedades, abre la pestaña Administración del color.
  4. Haz clic en Administración del color.
  5. En la ventana Administración del color, abre la pestaña Opciones avanzadas.
  6. Finalmente, toca en el botón Calibrar pantalla.

Después de hacer esto, tendrás ante ti la herramienta de calibración de pantalla del sistema. ¿Qué opciones te ofrece? Veamos.

Para iniciar el proceso, haz clic en Siguiente. Entonces, verás el aviso que aparece en la imagen inferior, en el cual se te pide que restablezcas los valores de fábrica de tu monitor. Si no sabes muy cómo proceder, consulta el manual para conocer los pasos que debes seguir.

El primer ajuste que podrás modificar es el valor de gamma. Basta con que desplaces el control deslizante de arriba a abajo para encontrar el resultado más adecuado. Con el botón Restablecer cuentas con la posibilidad de volver a empezar.

A continuación, habrá llegado la hora de ajustar el brillo. Cuidado, en este caso debes hacerlo desde los ajustes del propio monitor y el objetivo está en conseguir distinguir la camisa de la chaqueta y del fondo, en el cual aparece una X. Para una correcta calibración, debe parecerse al máximo a la imagen central. Haz clic en Siguiente para ver la foto con mayores dimensiones.

Y así se ve la imagen con mayor tamaño:

Seguimos ahora con el contraste. De nuevo, es necesario hacer uso de los controles del monitor para ajustar este valor. Lo ideal es que el resultado sea como el de la figura central.

Cuando veas en grande la imagen, modifica el contraste de tu monitor. Recuerda que debes aumentarlo sin dejar de ver los botones y las arrugas de la camisa.

Por último, habrá llegado la hora de ajustar el balance de color. Los ejemplos que muestra el asistente son los siguientes:

La idea es lograr una escala de grises neutros. Ningún otro color debería interferir en las bandas de colores que aparecen en pantalla. Si no te aclaras, fíjate en los seis ejemplos anteriores haciendo clic en la flecha para retroceder. Puedes alterar las tonalidades RGB, es decir, rojo, azul y verde.

Con esto ya habrás calibrado la reproducción de imagen en tu monitor. El asistente te ofrecerá la posibilidad de recuperar la calibración anterior o conservar la actual. Además, te preguntará si deseas iniciar el optimizar de texto con ClearType.

Optimizar el texto es realmente sencillo, gracias al asistente del sistema. Tras una comprobación de la resolución nativa del monitor, Windows te pedirá que escojas los fragmentos de textos que se ven mejor.

Al terminar, el texto se optimizará según las respuestas que hayas proporcionado.

Además de crear perfiles propios de calibración, cuentas con la posibilidad de descargar perfiles adicionales e instalarlos en tu equipo. De esta manera, los tendrás a tu disposición en todo momento y podrás intercambiar los parámetros rápidamente según las circunstancias.

Los archivos que contienen perfiles de calibración tienen la extensión ICC o ICM y están disponibles en páginas especializadas. Te invitamos a echar un vistazo a los perfiles generados para los monitores que hemos analizado en Geeknetic. Por otro lado, hemos redactado una guía específica en la que te contamos cómo cambiar entre perfiles de calibración en Windows.

La calibración por software te va a permitir sacar más partido a tu pantalla sin invertir ni un solo euro. En unos pocos pasos, Windows te ayuda a mejorar el color, el contraste y la gamma. Asimismo, es posible eliminar por completo los colores dominantes incorrectos. Así, lograrás una visualización más real de las imágenes y vídeos que se muestran en el monitor.