Cómo Instalar Windows 11 junto a Windows 10
Windows 11 no termina de despegar. Algunas informaciones apuntan que, al terminar el año 2021, menos del 1 % de los usuarios había actualizado a la nueva versión. A pesar de su renovado diseño y de la gran cantidad de novedades introducidas por Microsoft, todavía hay algunos flecos sueltos que la compañía debe solventar. Sin ir más lejos, hace poco contábamos cómo regresar a los menús contextuales clásicos, una guía pensada para todos aquellos que no están contentos con el rendimiento de los nuevos. Por si todo esto fuera poco, no podemos olvidar que los requisitos mínimos se han elevado notablemente, siendo la exigencia del módulo TPM 2.0 una de las más polémicas.
En vista de lo expuesto, es lógico que muchos usuarios sean reticentes a instalar Windows 11 y consideren que mantener la versión precedente, o sea, Windows 10, es la mejor opción. Pero, ¿y si pudieras aprovechar lo mejor cada sistema operativo? Esto es posible gracias a la instalación en dual boot de ambas versiones. En esta guía te explicamos todo lo que debes saber acerca de esta cuestión. Evidentemente, ponemos sobre la mesa las indicaciones oportunas para que instales Windows 11 junto a Windows 10 en tu ordenador sin complicaciones. ¡Comenzamos!
Antes de detallar el proceso para instalar Windows 11 junto a Windows 10, es de vital importancia que repasemos los requisitos mínimos que deberá cumplir tu equipo. Recuerda que, aunque se trate de una instalación dual boot, tu PC debe satisfacer las exigencias impuestas por Microsoft. ¿Y cuáles son? Aquí van:
- Procesador. Intel Core de octava generación o posterior, AMD Zen 2 o posterior, Qualcomm Snapdragon 850, 7c, 8c, 8cx, 8cx Gen 2, Microsoft SQ1 y Microsoft SQ2. Adicionalmente, echa un vistazo al listado completo de CPUs que soportan Windows 11.
- Requisitos generales de CPU. 1 gigahercio (GHz) o más rápido con 2 o más núcleos en un procesador compatible de 64 bits o sistema en un chip (SoC)
- Memoria RAM. 4GB
- Almacenamiento. 64GB de almacenamiento total
- Módulo TPM. Trusted Platform Module (TPM) versión 2.0
- Tarjeta gráfica. Compatible con DirectX 12 o posterior con controlador WDDM 2.0
Tienes algo más de información al respecto en la guía sobre cómo instalar Windows 11. Te recomendamos tenerla a mano porque ofrece información relevante sobre el proceso de instalación de Windows 11.
Herramientas necesarias
Si estás seguro de que cumples los requisitos mínimos de Windows 11, ha llegado la hora de verificar que tienes todo lo necesario a mano. Esta es la lista de herramientas necesarias:
- Windows 10 instalado. Los pasos aquí mencionados sirven para instalar Windows 11 junto a una instalación existente de Windows 10. Posiblemente, si lo que deseas es hacerlo a la inversa, las indicaciones que te damos también sean válidas.
- Un USB de 8 GB. Se requiere para crear un dispositivo de arranque. No es posible hacerlo en una unidad de menor tamaño.
- Al menos 64 GB de espacio libre en el disco duro. De lo contrario, no serás capaz de crear las particiones adecuadas.
Y ya está. Esto es todo lo que necesitas para empezar. Ahora sí, toca ponerse manos a la obra.
Hacer un dual boot para tener Windows 11 y Windows 10 al mismo tiempo en un único ordenador no es complicado. Con todo, te aconsejamos que sigas con cuidado las instrucciones que mencionamos para que logres completar el proceso con éxito.
Nota: Geeknetic no se hace responsable de los posibles errores (y consecuentes daños en el equipo) que puedan surgir durante el proceso. Te recomendamos que hagas una copia de seguridad de tus datos para no perder información valiosa si algo sale mal.
Preparar el USB de arranque
Lo primero que debemos hacer es preparar un USB de arranque para instalar Windows 11. Para ello, abre la página de descarga de Windows 11 y haz clic en Descargar ahora, un botón que se sitúa debajo el enunciado Crear soportes de instalación de Windows 11.
Una vez dispongas del ejecutable, ábrelo para empezar. Primero, acepta los términos y condiciones.
Escoge la versión de Windows 11 que deseas instalar en tu ordenador. Lo habitual es dejar marcado Usa las opciones recomendadas para este equipo.
En el siguiente paso, escoge la opción Unidad flash USB. Si no has conectado todavía el pendrive, debes saber es justo en este punto cuando debes hacerlo.
Del listado, marca el lápiz de memoria que deseas convertir en dispositivo de arranque. Entonces, presiona en Siguiente para generar tu instalador de Windows 11.
Este proceso podría tardar unos minutos, dependiendo del rendimiento de tu equipo y de la velocidad de la conexión a Internet. Mientras termina, es posible crear las particiones necesarias para instalar ambos sistemas operativos. ¿Cómo? Continúa leyendo.
Crear las particiones adecuadas
Como bien te imaginarás, no puedes instalar dos sistemas operativos en la misma partición. Por eso, es fundamental que habilites una adicional y la reserves para Windows 11. Abre la búsqueda de Windows y escribe Crear particiones. Seguidamente, pincha en Crear y formatear particiones del disco duro.
Cuando la herramienta haya terminado de cargar, haz clic derecho sobre la partición del sistema y selecciona Reducir volumen.
En la ventana emergente, reduce la unidad tanto como sea necesario para que te queden al menos 64 GB libres. Si cuentas con más espacio, sé más generoso con Windows 11. El rendimiento del sistema lo agradecerá. En nuestro caso, redujimos 100 GB en un disco de 256 GB.
La unidad ahora contará con 100 GB (o lo que hayas decidido) de espacio No asignado. Efectúa una clic derecho sobre él y, en el menú, pincha en Nuevo volumen simple.
En el asistente que se mostrará, escoge las siguientes opciones:
- Tamaño del volumen simple en MB. El máximo posible.
- Asignar letra de unidad siguiente. Dejar valor predeterminado.
- Formatear este volumen con la configuración siguiente. Indica que el sistema de archivos debe ser NTFS y la etiqueta del volumen puede ser “Windows 11”. El resto de los parámetros déjalos por defecto.
- Confirma con el botón Finalizar.
El resultado de todo debe ser el que se muestra en la siguiente captura:
Ya cuentas con tu partición lista para instalar Windows 11. Veamos cómo proceder con la instalación.
Instalar Windows 11 junto a Windows 10
Hasta este punto deberías haber completado estas tareas:
- Tener una partición de al menos 64 GB en NTFS para Windows 11, habiendo reducido el tamaño de la partición principal.
- Contar con un USB de arranque de Windows 11.
A partir de ahora, las capturas que hemos tomado son de peor calidad porque no es posible capturar el proceso directamente desde el PC. De antemano, te pedimos disculpas por esto.
Reinicia el ordenador y arráncalo desde el USB. De este modo, comenzará la instalación de Windows 11. Elige el idioma y la zona horaria para proseguir. Entonces, haz clic en Instalar ahora.
Avanza a través del asistente aceptando las condiciones y obviando la introducción del número de serie. Cuando tengas ante ti las dos opciones de instalación disponibles, elige Personalizada: instalar solo Windows (avanzado).
En el listado de particiones, escoge aquella denominada Windows 11. Debería tener el tamaño que especificaste al crear la partición. Como ves, la nuestra tiene aproximadamente 100 GB.
Espera a que la instalación de Windows 11 termine. La próxima vez que arranques tu ordenador, podrás elegir qué sistema operativo quieres iniciar. El selector tiene un aspecto similar a este:
Por supuesto, es necesario que termines de configurar Windows 11 por primera vez, iniciando sesión con tu cuenta de Microsoft y modificando otros parámetros relacionados con la instalación.
Al seguir con cuidado todas las indicaciones de este artículo, habrás logrado tener Windows 11 y Windows 10 en un mismo ordenador. No solo eso, sino que con cada inicio serás capaz de elegir entre una versión o la otra. Sin embargo, habrás notado que uno de los dos sistemas operativos se mantiene como predeterminado y, pasados unos segundos, se ejecuta de manera automática. ¿Hay alguna manera de modificar este comportamiento?
Sí. Tan solo, entra en Windows 10 y sigue estos pasos:
- Abre el menú contextual del botón de inicio con el atajo de teclado Windows + X o con un clic derecho.
- Presiona Configuración avanzada del sistema.
- Abre la pestaña Opciones avanzadas y fíjate en el apartado Inicio y recuperación.
- Haz clic en Configuración.
- En la ventana emergente, escoge el sistema operativo predeterminado con el desplegable que verás en la parte superior.
Aprovecha que estás aquí para ajustar el tiempo máximo durante el cual aparecerá la lista de sistemas operativos. Por defecto, se establece en 3 segundos. No obstante, te recomendamos que indiques, como mínimo, 5 o 7 segundos. De lo contrario, tendrás poco tiempo para elegir qué sistema operativo deseas iniciar.
Llegados a este punto, toca evaluar todo el procedimiento descrito en esta guía para determinar si realmente merece la pena llevarlo a término. Por nuestra parte, te recomendamos hacer dual boot con Windows 11 y Windows 10 en los siguientes casos:
- Quieres disfrutar de lo mejor de cada sistema. Disponer de una doble instalación de Windows te ayudará a aprovechar las ventajas de las distintas versiones del sistema operativo. Por ejemplo, podrás trastear con el diseño de la última actualización sin renunciar a la estabilidad que proporciona Windows 10.
- Necesitas hacer pruebas en ambos sistemas operativos. Dependiendo del tipo de usuario que seas, quizá precises probar funciones de Windows 11 y Windows 10 al mismo tiempo. En nuestro caso nos viene muy bien mantener ambos sistemas operativos para redactar las guías que publicamos. Con este método, nos ahorramos tener dos equipos de prueba.
- Deseas probar las nuevas funciones que lanza Microsoft. Los desarrolladores de Windows 11 no paran de lanzar novedades. Hace poco, se implementó el nuevo medidor de volumen, tal y como te explicamos. Con el dual boot estarás al día de todas las versiones lanzadas sin renunciar a un sistema asentado como Windows 11.
Claro, no podemos obviar que este proceso tiene algunos inconvenientes. Son los siguientes:
- Hay que reducir el espacio en el disco, siempre y cuando no tengas una segunda unidad.
- Mantener ambos sistemas operativos actualizados cuesta el doble de trabajo.
- Puede que tengas que instalar tus programas por duplicado.
- Si te acostumbras a las nuevas funciones de Windows 11, quizá las eches de menos al trabajar con Windows 10.
Recuerda que, si finalmente te decantas por usar únicamente uno de los dos sistemas operativos, podrás revertir todo el proceso de la siguiente manera:
- Si te quieres quedar con Windows 10. Eliminando la partición que has creado y desactivando el menú de arranque. El espacio que te sobre tras eliminar Windows 11 se puede anexionar a la partición principal de nuevo.
- Si te quieres quedar con Windows 11. Efectuando una copia de seguridad de tus datos y llevando a cabo una instalación limpia del sistema. Aprovecha que ya tienes un USB de arranque para hacerlo.
En resumidas cuentas, tener un dual boot de Windows 11 y Windows 10 es ideal para aquellos que quieren experimentar con las dos versiones del sistema al mismo tiempo.