¿Qué es Intel Celeron y para qué sirve?
¿Qué es Intel Celeron?
Los Intel Celeron son procesadores de bajo coste y consumo que no suelen necesitar de una refrigeración activa. Intel lanzó los primeros Celeron en el año 1998 para llenar el hueco de mercado referente al bajo consumo y así integrarlos en dispositivos que estén orientados a realizar tareas con poca carga de CPU. Los Intel Celeron están disponibles tanto en sobremesa como en portátiles, y además también ocupan ciertos sistemas integrados. A día de redacción de esta definición, en 2022, Intel continúa lanzando modelos Celeron basados en sus últimas arquitecturas de procesadores.
Aunque Intel siga lanzando procesadores Celeron al mercado, estos difieren mucho de los primeros que lanzó. Cada 1-2 años el fabricante desarrolla una nueva arquitectura de CPUs, lo que implica una mejora tecnológica y de fabricación, por lo que los Celeron comparten muchas de las características de los procesadores más potentes. La diferencia entre estos y los Celeron radica en que incorporan muchos menos núcleos, no tienen Hyperthreading, cuentan con menos caché y muchas instrucciones de CPU no están disponibles en los Celeron. Desde los primeros Celeron basados en Pentium II hasta los basados en Intel Core, todos ellos suman una gran cantidad de modelos muy diversos.
Al heredar ciertas tecnologías de las arquitecturas de procesadores actuales, los Intel Celeron cuentan con las últimas versiones de PCIe y soportan RAM de última generación, aunque no aprovechan estas características de la misma manera que sus hermanos mayores debido al evidente recorte en rendimiento y especificaciones. Esto no es algo malo, ni mucho menos: de nada serviría tener un Intel Celeron que pudiese aprovechar todo el flujo de datos de una tarjeta gráfica de última generación, ya que él sería el principal cuello de botella.
¿Para qué sirve Intel Celeron?
Los procesadores Intel Celeron sirven para abaratar costes y tener ordenadores ultra compactos. La mayoría de los Intel Celeron están por debajo de los 15 W de consumo, lo que los habilita a ser usados en sistemas compactos en los que no cabe ni un solo ventilador. Con un disipador es suficiente para refrigerar estos procesadores, que a menudo se sitúan en los 6 W de consumo. La evolución en la fabricación de procesadores ha hecho posible que el consumo se vea muy reducido respecto a las primeras versiones de los Celeron, de manera que siguen siendo útiles en esas tareas de baja carga pero con un consumo muy inferior al de aquel entonces. Esto ha propiciado la llegada de los famosos PC sticks, que son ordenadores con el tamaño típico de una memoria USB antigua que hacen uso de componentes miniaturizados de bajo consumo.
También podemos ver Intel Celeron en ordenadores AIO, que son las pantallas que incorporan un PC completo dentro de ellas. Existen portátiles muy baratos que hacen uso de estos procesadores y cuentan con poca RAM y almacenamiento, además de pantallas pobres. Esto suma un conjunto de componentes baratos que permiten formar un portátil por un precio muy bajo, con el consiguiente rendimiento mediocre pero que a algunas personas les sobra. Para tareas básicas de ofimática, navegación por internet y reproducción de vídeo son suficientes los Intel Celeron. A menudo, estos procesadores tienen un número de núcleos muy reducido, por lo que hay que andar con cuidado a la hora de seleccionar un Intel Celeron para que no nos llevemos la sorpresa.
Como los Intel Celeron de hoy en día llevan gráfica integrada (iGPU), resultan ser una opción más viable todavía para montar un ordenador en formato “Nano”. Si bien estas iGPUs no son nada del otro mundo, son más que suficientes para manejar incluso varias pantallas simultáneamente, algo a tener en cuenta para realizar tareas de productividad sin tener que romper la hucha.