NVMe: ¿Qué es y para qué sirve?
¿Qué es el NVMe?
Las siglas NVMe responden a Non-Volatile Memory Express, y hacen referencia a la Non-Volatile Memory Host Controller Interface Specification (NVMCIS) cuyo origen data de 2013, y la cual es una especificación diseñada para el acceso a medios de almacenamiento conectados mediante el bus de conexión PCI-Express.
Estos medios se componen principalmente de memorias NAND Flash, las cuales son un tipo de memoria no volátil, razón por la que esta especificación toma el nombre de este tipo de memoria como identidad. Estas memorias están presentes principalmente en unidades SSD, de forma que es sencillo adquirir una unidad SSD con formato de 2.5 pulgadas (U.2), formato M.2. o formato PCIe AIC que funcione mediante NVMe, éste estándar que permite velocidades a la altura del ancho de banda de PCI Express.
Kioxia, Samsung o Intel son algunos de los principales fabricantes de memorias NAND que equipan las mencionadas unidades SSD, pero podemos encontrarlas a lo largo y ancho del mercado en infinidad de modelos capaces de superar varias barreras de rendimiento que eran imposibles cuando la conectividad doméstica más rápida era SATA, con una velocidad máxima de 6Gbps teóricos respecto a los 63Gbps teóricos de una unidad doméstica NVMe Gen4 x4.
Asimismo, con las evoluciones que pueda sufrir este protocolo en un futuro, siendo éste compatible con las futuras versiones de PCI-Express y siendo prácticamente universal para cualquier arquitectura de unidades SSD, se puede adaptar a casi cualquier unidad SSD y cualquier sistema, de forma que podemos encontrar unidades de todo tipo.
Ejemplos de esto serían las Ruler Form Factor de Intel, que cuentan con capacidades extremadamente superiores de la media, así como por ejemplo unidades SSD como las que equiparán las Xbox Series X y las PlayStation 5, con formatos propietarios e incluso arquitecturas internas que distan bastante de lo que podemos encontrar en unidades SSD de escritorio e incluso de servidor, proporcionando así una gran flexibilidad a los fabricantes de unidades SSD para asegurar que, sean cuales sean los requisitos internos de la unidad, se va a poder implementar a través de NVMe si se siguen sus normas.
¿Para qué sirve el NVMe?
La utilidad principal de NVMe de cara a los fabricantes es la de implementar este estándar de comunicación entre unidades SSD y el resto del equipo, de forma que puedan ofrecer las unidades SSD más rápidas posible de cara al consumidor, consiguiendo así también escalar en cuanto a la competencia que existe en este sector.
De cara al usuario, adquirir un SSD NVMe le asegura que obtendrá una unidad SSD de prestaciones muy superiores a lo que se puede obtener a partir de un SSD SATA, por lo que efectivamente, de cara al consumidor final, un SSD NVMe sirve para obtener las mejores velocidades de transferencia, sin importar el formato en el que se adquiera el disco.
Esto hará que las aplicaciones instaladas en dicha unidad, como serían navegadores, aplicaciones de ofimática, juegos o incluso el propio sistema operativo, se beneficien de la velocidad extra disponible, algo que añadirá muchísima más responsividad al equipo, así como una carga más rápida del sistema, de los programas, e incluso mayor estabilidad en determinadas circunstancias.
En definitiva, sea cual sea el ámbito en el que se vaya a usar una unidad SSD, siempre que se quiera tener el máximo rendimiento posible de almacenamiento, debemos buscar una unidad que se comunique a través del protocolo NVMe, pues actualmente este es el estándar de comunicación entre ordenadores y unidades SSD más veloz que podemos encontrar en el mercado, especialmente con el soporte añadido por parte de AMD para PCI Express 4, algo que nos proporciona velocidades de hasta 7GB/s.