Cómo hacer una reserva de DHCP para fijar una IP a un dispositivo
Esto nos permitirá tener una forma de IP fija dentro del ámbito de IPs dinámicas que vamos asignando a los diferentes dispositivos que se conectan a la red. Hasta la red doméstica más simple comienza a tener ya múltiples dispositivos y esto irá a más en un futuro cercano cuando el “Internet de las cosas” (IoT) domine nuestra vida doméstica y profesional.
El DHCP lo usamos todos cuando conectamos el móvil a la red de casa, o vamos a la universidad, entramos en un café, etc. Es un sistema que asigna IPs de forma dinámica siempre en base a un “ámbito” o almacén de IPs que tiene configurado. El servidor DHCP va a asignando IPs de forma correlativa, según van entrando dispositivos a la red, o de forma aleatoria (esto depende del servidor DHCP).
Hay un método que nos permite tener una IP fija dentro de un ámbito DHCP, pero requiere de la configuración del mismo, es una cosa que debe hacer el administrador de la red con acceso al servidor DHCP. Una asignación reservada debe estar dentro del ámbito del DHCP. No podemos poner una IP fija a un dispositivo sin que dicha IP no esté dentro del ámbito del DHCP. A su vez un servidor suele tener potencial para disponer de diferentes ámbitos. Pero esto ya depende de la capacidad de nuestro router, servidor, etc.
El objetivo es que ese dispositivo, ya sea ordenador, teléfono, NAS, punto de acceso, tenga siempre la misma IP y por tanto pueda ser fácilmente localizable para que ofrezca una más fácil configuración o pueda ofrecer ciertos servicios al resto de dispositivos de la red o fuera de ella.
En definitiva, lo que se busca es que el dispositivo, a pesar de tener la configuración IP en automático, cuente siempre con una IP fija. Es lo mismo que hicimos en este truco, pero de forma automatizada.
Una reserva DHCP siempre hace una relación directa entre la IP asignada y una dirección Mac concreta. Como sabéis todo dispositivo con capacidad de conexión a red, ya sea cableada o inalámbrica, cuenta con una dirección única que se denomina Mac. Es como el número de bastidor de un coche o el número de serie de fabricación de tu ordenador. Es único, o debería, y es fácilmente manipulable.
Lo que hace la reserva de DHCP es simplemente asignar siempre la misma IP, dentro del ámbito, a esa dirección Mac que hace la reserva. Cuando esta Mac haga una solicitud de configuración de red al servidor DHCP este sabrá que IP tiene que asignarle siempre.
Yo como servidor DHCP uso un NAS Synology porque me ofrece opciones añadidas, como la autoconfiguración de un Proxy de red o el encaminamiento DNS personalizado de forma concentrada en un solo dispositivo. Sea como fuere en casi todos los routers, el funcionamiento es muy similar y simple.
La reserva nos pedirá una dirección Mac, una IP (la que queramos dentro del ámbito) y solo a veces un nombre de Host NetBIOS (esto último es poco habitual y es solo para gestión interna, no afectará a la localización real del dispositivo). Todos estos datos los podemos extraer de la propia lista de clientes DHCP que ya tenga el router. Algunos incluso te permiten hacer la reserva en base a la lista con solo pulsar un botón. También podemos encontrar esa información en los detalles del interfaz de red con comandos como ipconfig en Windows, ifconfig en Linux/Unix, etc.
Podemos hacer cuantas reservas queramos, aunque algunos servidores tienen cierto límite, y con cada configuración habremos asignado una IP fija.
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