Vuelve el Canon Digital 14 años después para compensar a un modelo de negocio obsoleto
Tras ser declarado nulo por la Unión Europea y por el Tribunal supremo, el canon digital actual, cargado a los Presupuestos Generales del estado, temía sus horas contadas. Como ya comentamos en su día, una de las opciones que había sobre la mesa para sustituirlo era volver al antiguo modelo de canon sobre los soportes y dispositivos de reproducción o grabación que se implantó en 2003 y que fue acompañado de una gran polémica a lo largo de los años y de los sucesivos gobiernos que llegaron al poder en España.
Parece que así será y, según hemos podido conocer gracias a la filtración del borrador de la nueva ley en la Asociación de Internautas, volverán los tiempos en los que los usuarios tienen que pagar un "impuesto" adicional por la compra de ordenadores, reproductores multimedia, smartphones, soportes de grabación, tablets, etc.
Los fabricantes de estos dispositivos serán los encargados de pagar el canon al gobierno, cantidad que, naturalmente, repercutirá en el precio de los mismos y que terminarán pagando los consumidores para compensar a los gestores de un modelo de negocio obsoleto que no ha sabido adaptarse.
Este canon, además, llega en un momento donde las descargas de contenidos "piratas" están en sus horas más bajas con la llegada y popularización de servicios de streaming como Spotify, Netflix, Wuaki TV, Amazon prime o HBO entre otros. De hecho, la excusa en la que se basaban las gestoras como la SGAE hablando de "copia privada" hoy tiene mucho menos sentido, pero parece que seguirán utilizando ese término a pesar de que el canon afectará a reproductores multimedia que no requieren descargar ni copiar los contenidos para visualizarlos.
Otro punto polémico es que, como ya aseguraron varios tribunales, los entornos empresariales no tienen que pagar ese canon, sin embargo la Ley permite a las gestoras de los derechos como la SGAE a cobrar primero a las empresas/autónomos y luego devolverles el dinero si lo solicitan, sin duda un movimiento pensado para aprovecharse de todos aquellos que, o bien por desconocimiento o por evitar el engorro, no reclamen la devolución.
Aunque todavía es un borrador, habrá que ver los cambios que se realizan a esta Ley (presentada como de urgente necesidad para poder aplicarla de manera rápida mediante decreto-ley) y qué respuesta ofrecerá la sociedad a esta reimplantación del infame Canon Digital.
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