Gigabyte añade la RX 580 a su oferta de gráficas externas Aorus Gaming Box

Gigabyte es una de las compañías que apostó fuerte por las soluciones gráficas externas para conectar a portátiles o sobremesa a través de un puerto Thunderbolt 3. Ahí tenemos modelos de su AROUS Gaming BOX con GPUs como las GTX 1070 o GTX 1080.

Este tipo de tarjetas externas permiten disponer de una gran potencia gráfica, similar a la de un sobremesa de alto rendimiento, en equipos donde ya sea por formato o tamaño no se puede contar con una gráfica dedicada de ese rendimiento. El caso más evidente es el de un ultrabook donde se ha prescindido de gráfica dedicada para conseguir grosores más reducidos y mayor autonomía, lo que limita su potencia en juegos y aplicaciones que requieran de cierta capacidad gráfica. Tan solo tendremos que conectarle la gráfica externa para conseguir un aumento considerable de potencia.

El nuevo modelo que se suma al catálogo de Gigabyte es la AORUS RX 580 Gaming Box, una caja externa que incluye una Radeon RX 580 de 8 GB personalizada de la propia compañía con una velocidad de referencia de 1.257  MHz y otra de 1.340 MHz y un modo OC que alcanza los 1.355 MHz. La memoria vRAM se queda en los 8.000 MHz GDDR5 de los modelos de referencia.

A nivel decorativo se incluyen  carios LED RGB controlable mediante el software Fusion de la compañía. La gráfica se alimenta con una fuente de alimentación de 450W con un 90% de eficiencia, aunque no se ha certificado mediante 80 PLUS.

Como el resto de modelos similares, utiliza una conexión Thunderbolt 3 de 40 Gbps a través de un conector físico USB-C. Este puerto, a parte de transferir los datos entre el ordenador y la gráfica, también sirve de HUB para cuatro puertos USB 3.0, tres de ellos con transferencia de datos y un cuarto que sirve para cargar dispositivos. Además, para conectar pantallas adicionales, la Gigabyte AORUS RX 580 Gaming Box cuenta con un puerto HDMI 2.0 y tres DisplayPort completos 1.4.

Su precio todavía no ha sido desvelado, pero estará por debajo de los 800-900 Euros que cuestan los modelos con GTX 1070 y GTX 1080 respectivamente, unos precios muy elevados debido al alza de precio que están teniendo las gráficas dedicadas por culpa del minado de criptomonedas

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