Canon a línea ADSL, cortesía de SGAE
Los proveedores de servicios de internet ya han puesto el grito en el cielo, afirmando que con estos nuevos impuestos se dificultará enormemente la expansión de la sociedad de la información.
Con su campaña de lucha contra la piratería, las SGAE, AFIVE, Gedeprensa, etc. han impuesto un argumento cuando menos singular: como no es posible controlar la piratería, lo que hay que hacer es cobrarle un impuesto, con el poder coercitivo del Estado, a buenos y malos, a legales y piratas.
La última ceremonia de los Goya sirvió para escenificar la nueva reclamación. En presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, muchos de los premiados, así como la propia Academia, insistían una y otra vez en que el Gobierno luche contra la piratería. Lo cierto es que las subvenciones públicas a cineastas y músicos cantan demasiado, a pesar de que ha sido la partida de los Presupuestos Generales del Estado que más ha aumentado desde la llegada del PSOE a La Moncloa. Si se piensa bien, un canon no deja de ser una subvención encubierta, de la que, por cierto, no se aprovechan todos los directores o todos los actores, sino sólo los más famosos, aquellos que se apuntan a los intermediarios. Por eso, no es de extrañar que la Sociedad General de Autores haya pagado un anuncio en la prensa para felicitar a Amenábar por su Oscar. Los creadores menos conocidos, naturalmente, no ven un euro. Eso es lo más triste del asunto.
>> Fuente: Hispanidad.com (Noticia ampliada: http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=6180)
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