Los procesadores AMD Ryzen de tercera generación ven aumentado su rendimiento con las últimas actualizaciones de BIOS
Si bien el lanzamiento de los AMD Ryzen de tercera generación ha sido un éxito prácticamente rotundo, algunos medios han visto como los resultados no eran todo lo consistentes que cabría esperar entre sistemas, y es que al parecer AnandTech ha comprobado de primera mano cómo una actualización de BIOS en su MSI MEG X570 Ace ha mejorado el rendimiento mononúcleo al ajustar la forma en que las frecuencias de reloj se modifican en tiempo real.
En la gráfica podemos ver como escalaba la frecuencia antes de la actualización de BIOS y cómo lo hace después, donde antes no podíamos ver los cambios de frecuencia en 1-2ms que AMD prometía, sino un retraso de algo más de 500ms que ralentizaba algunas tareas dependientes del rendimiento mononúcleo del procesador.
El problema principal reside en la interfaz UEFI CPPC2 (Collaborative Power and Performance Control), la cual no funcionaba correctamente al no encontrarse esta placa entre los modelos que inicialmente AMD había planeado para review. Esto no significa que los procesadores AMD Ryzen de tercera generación solo proporcionen el 100% de su rendimiento en cuatro modelos de placas base, sino que las BIOS aún estaban terminándose de optimizar para los distintos modelos de los distintos fabricantes.
Los números no mienten, donde vemos como las mejoras en el rendimiento de productividad se acercan al 10%, con una entrada del 17% que la propia publicación desestima al tratarse de un valor atípico en comparación con el resto. Asimismo, el rendimiento en gaming se ve afectado de forma distinta, ganando rendimiento en unos juegos y perdiéndolo en otros, dependiendo de su forma de utilizar los núcleos, al cambiar el comportamiento del procesador.
Fin del Artículo. ¡Cuéntanos algo en los Comentarios!