MSI GS60 2QE-262ES con pantalla 4k
Introducción
Yo soy usuario de pantalla 4k prácticamente desde que se hicieron medianamente asequibles durante el año pasado. Durante este tiempo he echado de menos más mi antigua pantalla 4k que lo que he podido disfrutar de las 4k. Las razones son en parte personales y en parte técnicas puesto que la exigencia de una pantalla 4k es notable tanto a nivel de interfaz como de potencia gráfica.
Esto introducido en un formato portátil se me antoja aún más complicado más si tenemos en cuenta de que el GS60 es un portátil que aún confía en técnicas como el Optimus de Nvidia que es un lastre más que una ventaja en las nuevas generaciones de chips gráficos de Nvidia. Esta unidad por tanto nos plantea dudas de inicio.
Lo que no haré en este análisis es aburriros repitiendo las cosas 15 veces. Este chasis y este portátil es el mismo al del GS60 que probamos ya hace algunas semanas así que os invito que visitéis nuestro análisis si queréis detalles funcionales y estéticos de este modelo. Hoy nos dedicaremos a actualizar nuestros datos de rendimiento, autonomía y sobre todo a conocer cómo es una pantalla 4k en un portátil de estas características.
Lo que ya conocemos
Esta revisión del GS60 que podemos comprar ahora tuvo la mala suerte de nacer antes de la incorporación tranquila de los procesadores gráficos Maxwell para portátil de Nvidia. Me refiero a que se incorporó al mercado inicialmente con los nuevos procesadores Haswell pero con gráficos Nvidia de serie 800 y por tanto sin confiar y disponer de las prestaciones de nueva generación que conocemos ahora en los chips Maxwell de serie 9. Ahora los ha recibido pero sobre un diseño que no es del todo adecuado.
Es un portátil potente con tan solo 20mm de espesor a lo largo de todo su chasis. Un portátil ligero con una pantalla media de 15.6” que nos ofrece todas las prestaciones esenciales de los mejores modelos gaming de MSI en un formato más compacto y ligero. Para mí es la estación de juegos y de trabajo definitiva para el que tiene que mover su ordenador de un lado a otro o prefiere invertir en una única máquina que pueda usar también como sobremesa en casa o la oficina. Aun así no es perfecto y eso lo hemos visto en nuestros análisis iniciales y lo seguimos viendo en este modelo.
El color de este modelo es algo exótico. Yo soy más del negro clásico pero la verdad es que es cuanto menos llamativo en este dorado "champan". En general a mí me parece un portátil bastante bello y de gran calidad en los materiales.
Monta procesadores Core i7 de cuatro núcleos y ocho hilos de proceso. Un procesador potente que tanto nos puede servir para jugar a los mejores juegos como ser una plataforma de diseño potente y ágil. Se acompaña de 16GB de RAM para que la memoria no sea un problema y cuenta con un sistema de almacenamiento que roza la perfección. Dos discos mSATA de 128GB que conforman un RAID de 256GB con velocidades de lectura superiores al GB/s. Se le suma también un disco mecánico de 1TB para que tengamos espacio de almacenamiento masivo en el mismo chasis.
Hay que sumarle una conectividad de calidad con puertos gráficos HDMI y Displayport, varios puertos USB 3.0, lector de tarjetas, etc. Un portátil que a cualquiera le gustaría llevar en la mochila.
Geforce GTX 970M y pantalla 4k
Todo en este portátil es superlativo a nivel técnico. Un procesador potente, mucha RAM, un sistema de almacenamiento poco convencional…. Todo parece desafiar a su formato e invita a soñar con la máquina ligera y perfecta. Una máquina perfecta pero que puede frustrar a los que buscan la perfección absoluta y todo se debe a un único factor en mi opinión. La incorporación de la tecnología Optimus en la electrónica de este portátil echa por tierra todo lo bueno que ha conseguido MSI para integrar un hardware tan potente en tan poco espesor.
Optimus es una tecnología que permite ahorrar energía usando la gráfica integrada en el procesador cuando la potencia del chip dedicado no es necesario. El problema es que para su incorporación toda la conectividad gráfica, también la de la gráfica dedicada, pasa por las salidas integradas en el chip gráfico del procesador. Eso, en un procesador Haswell, se traduce en limitaciones importantes. Por un lado soporta a duras penas los 60Hz en modos 4k en pantallas integradas y por otro lado no permite que las salidas incorporadas accedan tampoco a este ancho de banda superior que tienen las gráficas dedicadas como la Geforce GTX 970 de este portátil. También impide el uso de otras tecnologías incorporadas en estándares eDP modernos o tecnologías como el Gsync de Nvidia.
La buena conectividad de vídeo de este portátil se echa algo por tierra por no poder usar pantallas 4k externas a 60Hz, ni tan siquiera con su puerto Displayport 1.2 y más contando con el hardware adecuado.
Las pantallas 4k en estos formatos no están todo lo evolucionadas que deberían. Este modelo incorpora una pantalla Samsung con tecnología PLS (similar al IPS de LG) de excelente calidad pero con una frustrante carencia que es que solo puede trabajar a frecuencias de 48Hz usemos la resolución que usemos. Es decir, esta pantalla se clava en 48Hz hagamos lo que hagamos por lo que en modos Vsync perderemos un margen notable de frecuencia vertical en los juegos y sin duda a 60Hz también tendríamos algo más de calidad de imagen.
Lo que sí nos ofrece esta pantalla es una definición excepcional. Son 275dpi de resolución con unos ángulos y colorido de gran calidad. Es la pantalla con la que debe soñar cualquier amante de la fotografía y en Windows 8.1 encontraremos el soporte adecuado para sacarle partido. El problema lo tenemos los que nos gusta disfrutar del espacio de escritorio adicional que dan estas resoluciones. Lo digo porque es imposible manejarse con el tamaño de fuentes o iconos en la proporción natural de Windows.
Hay que tenerlos bien puestos para usar esta pantalla a su resolución nativa pero sin duda el espacio de trabajo es extraordinario.
Más allá de los problemas técnicos de incorporar esta pantalla con otras tecnologías del pasado lo que nos encontraremos también es la necesidad de dar de comer una pantalla que por pura aritmética es cuatro veces más exigente que una pantalla de 1920x1080 puntos que es a día de hoy la resolución típica en portátiles gaming de gama media alta. Esta pantalla son 3840x2160 puntos de resolución y eso es un desafío incluso para hardware de gama alta de sobremesa.
Análisis de rendimiento y autonomía
La primera unidad que recibimos de este modelo carecía de la tecnología “Shift” de MSI y por eso recibimos lecturas erróneas del rendimiento gráfico de la tarjeta Geforce GTX 970M. Este modelo ya cuenta con todo el software necesario para cumplir perfectamente con su cometido aunque se traduce también en algo más ruido. En nuestras pruebas, en el modo Sport, la gráfica mantiene frecuencias estables y a la altura de lo esperado. Eso mejora nuestros resultados originales.
Las frecuencias son normales, algo más de ruido pero un rendimiento gráfico bastante superior al de nuestra última experiencia con el MSI GS60 2QE.
La autonomía es realmente escasa en este modelo y en todos sus hermanos, en general.
Lo que no mejora es la autonomía del portátil que sigue en niveles bastante reducidos. Reales apenas dos horas de uso y en el test de PCMark 8 los resultados se reducen a poco más de una hora. Este portátil sin duda no está pensado para ser un portento en autonomía sino para alojar componentes de alto rendimiento que normalmente vemos en portátiles con más de doble de espesor. Eso hace que haya que aumentar la superficie de disipación prescindiendo de otros elementos como una gran batería que compense el alto consumo de los componentes. Si buscamos espesores más grandes podemos conseguir cosas equilibradas como el ASUS G751JY que probamos hace algunos días.
Atto Diskbenchmark 2.46. Lectura y escritura.
AS SSD
PCMark 8. Home
Cinebench R15
3DMark FireStrike
Hemos actualizado nuestra batería de pruebas habitual y hemos añadidos dos vídeos de gameplay real capturados a 1080p pero sobre una resolución real a 4k. Más datos en cada vídeo. Decir que en el vídeo de Diablo 3 tuvimos que usar la resolución nativa de 3840x2160 ya que a 1920x1080 el cursor desaparece. Yo he tenido experiencias similares de escaso soporte de este y otros juegos para las 4k tanto en sobremesa como en portátil y, además, también tenemos el problema de que los saltos seleccionables en resoluciones disponibles suelen ser escasos entre los 2048 y los 3840 puntos.
Diablo 3 Gameplay. 3840x2160. Calidad Media.
Battlefield 4 Gameplay. 1920x1080 y 3840x2160. Calidad Ultra y Media.
Conclusión.
A parte de su exótico aspecto con el color dorado, también podemos encontrarlo en negro, esta variante con pantalla 4k no sería la versión que yo recomendaría a cualquiera que tenga la mirada puesta en este portátil. Es un portátil que personalmente me encanta, se escapa a mis posibilidades con su precio superior a los 1700 Euros (2100 en esta variante) pero eso no quiere decir que uno no pueda reconocer un señor portátil cuando lo ve y lo prueba. El GS60 es un magnifico aparato para jugar con un diseño poco convencional y acabados muy cuidados pero la variante con pantalla de 4k no tiene sentido.
No tiene sentido porque fuerza el hardware por encima de su diseño electrónico y por encima de las posibilidades del hardware actual. Su panel además también deja que desear con esa frecuencia vertical de 48Hz y el Optimus acaba de rematar la faena. No es la variante que yo compraría pero eso, para mí, da más valor aún a la variante con pantalla 2k que probamos hace algunas semanas. Ésa sí es la variante del GS60 apetecible aunque parece que está despareciendo en favor de este modelo y, por tanto, ya es difícil de encontrar. Una pena.