MSI Z170A Gaming M7
Introducción
En esta nueva gama de placas para jugadores la M7, será uno de los modelos más sencillos de MSI pero tiene las bases de lo que será esta nueva gama de placas y la verdad es que la esencia me gusta y mucho. Tiene extravagancias, como buen producto “gaming” que se precie, pero va a objetivos claros y lo cierto es que los consigue.
MSI introduce un nuevo diseño, que sigue siendo sencillo, más inspirado en su exitosa gama de portátiles gaming que en sus productos anteriores. Cuidado en los componentes y sencillo en los elementos de disipación. Es una placa que promete y que tendrá un precio bastante atractivo.
Prestaciones básicas
Este diseño de MSI va buscando la efectividad. Se introduce un nuevo e interesante diseño, del que luego hablaremos más tranquilamente, pero en esencia es una placa Z170 que va a las tecnologías claves que hacen grande a este chipset. Se centra en su socket 1151 que nos dará acceso a estos nuevos procesadores de socket 1151 que cuentan con hasta 4 núcleos y 8 hilos de proceso y que disfrutan de nuevas gráficas más capaces y de controladoras de memoria duales DDR3/DDR4 de doble canal.
A este socket le acompañan cuatro bancos de memoria DDR4 capaces de albergar hasta 64GB de RAM, doblando la capacidad de las generaciones DDR3, con menor consumo y frecuencias de 2133MHz oficiales que fácilmente alcanzarán los 4000MHz de la mano de módulos de alto rendimiento que podemos montar en placas como esta. Supera fácilmente los 40GB/s de ancho de banda con las memorias adecuadas y lo hace con menos consumo y calor en los módulos. Es la evolución y lo mejor es que los precios de estos módulos bajan rápidamente, están prácticamente a mitad de precio de cuando aparecieron para dar cobertura a la plataforma Haswell-E de Intel hace ya casi un año.
Esta placa también cubre esa necesidad que nos empieza a surgir a todos de llevar más allá nuestros sistemas de almacenamiento SSD de alta velocidad. En la MSI Z170A Gaming M7 encontraremos dos slots M.2 Ultra (socket3) con 32gbps de ancho de banda cada uno. Se pueden montar unidades de largo 110mm y podremos montar RAID entre ellos de hasta 64gbps de ancho de banda logrando velocidades cercanas a los 4GB/s de velocidad lineal con los discos adecuados. Ambos soportan NVMe y están perfectamente preparados para unidades como los 951 de Samsung o los Intel 750.
A este sistema de almacenamiento superlativo, integrado completamente en placa, le acompañan dos puertos Express SATA de los que podemos extraer cuatro puertos SATA 6gbps a los que se suman otros dos SATA para ofrecer la conectividad estándar del chipset. Estos puertos también soporta RAID con modos de hasta tipo 5.
Las tarjetas de ampliación nos permitirán montajes de tarjetas gráficas de consideración, hasta tres tarjetas gráficas, aunque entiendo que el diseño está más orientado a dar soporte a dos tarjetas con doble espacio de disipación y dejar el tercer slot PEG para tarjetas añadidas de alto rendimiento. La placa permite enlaces 16x para el primer slot, 8x/8x si usamos dos tarjetas y hasta 8x/8x/4x si usamos los tres. El tercer slot esta limitado a enlaces 4x de tipo PCI Express 3.0.
Todos son de tipo PCI Express 3.0. No en vano este chipset ofrece una cifra desconocida de líneas PCI Express 3.0 con 20 líneas disponibles, más incluso que las 16 del procesador. Las generaciones anteriores no solo no alcanzaban este número, se quedaban en 8, sino que además eran de tipo PCI Express 2.0 que tiene la mitad de ancho de banda.
A los tres slots de tipo PEG se unen cuatro slots PCI Express 1x que añaden algo de capacidad conectiva. Muy útil es el situado en la parte superior puesto que no estorba ni limitará la refrigeración de las tarjetas gráficas que podamos instalar.
La conectividad de red sigue el diseño gaming de MSI sin salirse del guión. Un único puerto Ethernet firmado por un Qualcomm KillerNIC E2400, una evolución nueva del E2200, que nos permitirá más control de paquetes y efectividad. Es prácticamente el único que chip que se sale del guión marcado por el chipset pero le acompañan otros para dar soporte USB 3.1, que no tiene nativamente el Z170 de Intel.
Diseño y disposición
MSI ha sacado su esencia gaming en esta nueva gama. El PCB negro de la MSI Z170A Gaming M7 se combina con elementos en rojo. Me gusta especialmente el serigrafiado que simula la conectividad con los bancos de memoria DDR4. Es una placa sencilla, que va a hechos consumados, pero que está bien distribuida y diseñada dejando espacios y usando las últimas tecnologías de alimentación de MSI para lograr un sistema muy estable en overclocking, considerado con los componentes, y de funcionamiento a bajas temperaturas.
El diseño es un ATX clásico, no necesita más y la disipación va concentrada donde debe, sin estridencias. Una serie de disipadores con una cobertura de aluminio con el nuevo diseño cerrado que usan ahora todas las placas y un disipador algo más grande para el chipset. Todo pasivo y dejando espacios necesarios para elementos como el disipador de la CPU, etc.
El sistema de alimentación es de 12 fases digitales con 2 fases más para la memoria DDR4. Es un diseño ya clásico de MSI donde no se nos dan muchos detalles pero que en nuestras pruebas ha demostrado que sigue el camino de generaciones anteriores con una eficiencia excelente.
La distribución no cambia mucho con respecto a modelos anteriores pero ahora MSI ha centrado los controles en placa en la zona inferior de la misma. No será del mismo modo en todos sus modelos gaming y menos en los de overclocking. Curiosamente la cubierta de conectores, siguiendo el diseño del resto de la placa, se puede retirar o combinar con los anclajes naturales a la caja. De hecho si queremos usar esos puntos de anclaje tendremos que retirar los tornillos instalados por MSI. Es quizás el único elemento que no me gusta del diseño de la placa.
Por otro lado nos encontramos con un nuevo tipo de slot PEG que MSI ha forrado de algún material metálico, que refuerza la estructura del slot, le da un toque excelente a los acabados de la placa y creo que será uno de los elementos que harán únicas a las placas de MSI de esta generación.
La MSI Z170A Gaming M7 cuenta con cuatro puertos USB 3.0 frontales, suministrados por el chipset, además de otros cuatro puertos USB 2.0 también para el frontal. En el panel posterior encontraremos un añadido interesante en forma de conectores USB 3.1 de tipo normal, y otro de tipo-C, que están suministrados por una controladora ASMedia ASM1142. Esta controladora será casi omnipresente en muchas placas base de esta generación y de múltiples fabricantes.
El panel posterior cuenta también con los conectores de audio habituales, analógicos y digitales, el puerto Ethernet Gigabit, tres puertos USB 2.0 adicionales e incluso un puerto PS2 de legado para teclado y ratón. La conectividad gráfica es extensa. MSI ha usado dos conectores HDMI 1.4 y un Displayport 1.2. Todos orientados a la gráfica integrada en el procesador. Echamos de menos compatibilidad HDMI 2.0 pero creo que no es una prestación crítica en este tipo de producto. El Displayport ya puede cubrir las necesidades de soporte de pantallas 4k a 60Hz que nos pudieran surgir y, claro está, siempre podemos usar la gráfica dedicada que sin duda instalaríamos en un producto como este.
Prestaciones especiales
El sistema de sonido de MSI también ha sido mejorado. La nueva solución Audio Boost 3 de MSI se combina con los códec Nahimic y con componentes de excelente calidad para ofrecer un sonido de altura. Se han incorporado al diseño de canales separados, en una zona aislada del PCB, dos amplificadores OPA1652 que son utilizados habitualmente en sistemas de Hi-Fi. Una solución de calidad que se combina con un buen software para lograr resultados espectaculares en una placa de este segmento. Se sigue manteniendo el uso de un chip Realtek ALC1150 como DSP, un chip que seguiremos viendo en casi todas las placas de esta generación y que ya era legión en la anterior.
Hay otros detalles interesante en esta placa. Uno de ellos es su conector dedicado a flasheo en la parte posterior de la placa. Tenemos un botón de reset de CMOS rápido combinado con un puerto que nos permitirá flashear la placa base en caso de desastre total de la bios. Es una garantía contar con algo así puesto que nos puede salvar la placa base llegado el momento.
Contamos también con un Display POST, que además, durante el uso normal, nos indica la temperatura de la placa base en tiempo real.
El otro elemento nuevo, sin duda llamativo, es el nuevo Game Boost. Es una tecnología de overclocking rápido que MSI ha implementado de forma hibrida tanto por software como por hardware. Tiene un selector en forma de rueda, con 12 posiciones, que indican el nivel de overclocking y un botón que pasa del modo “hardware” al modo “software”. Los niveles alcanzan hasta los 5GHz de overclocking directo pero eso no significa que nuestro procesador lo vaya a soportar.
Este es el botón Game Boost instalada en placa. A la derecha, el led verde, indica que está en modo, software.
BIOS y software
El interfaz de bios UEFI de la MSI Z170A Gaming M7 ha sido también revisado. Ahora el panel principal nos permite un acceso más rápido a ciertas funciones y hace más accesible el overclocking asistido para todo tipo de usuarios. Podemos ver perfectamente el selector Game Boost por software o hardware, el botón para activar el perfil XMP de nuestras memorias, etc.
El menú avanzado de bios nos introduce en la bios UEFI tradicional de MSI. No puedo decir que sea de las más atractivas visualmente pero sí que nos muestra bastante información en todo momento y eso sin duda se agradece.
El software incorporado en estas placas siempre es muy completo. El conjunto de utilidades que ofrece MSI cubre desde el overclocking desde Windows, modos de carga ampliada para sus conectores USB, RamDisk, arranque directo a bios, el gestor de red de Qualcomm o el software de streaming de juegos en tiempo real XSplit Gamecaster V2. Un buen paquete de software con el que sacar partido a nuestra placa base.
Overclocking y conclusión
Los perfiles de Game Boost de la placa, tanto en su modalidad de software como de hardware, no acaban de funcionar en todo su potencial, al menos con nuestro procesador de análisis. Es un procesador que con cuatro configuraciones de bios, quizás menos, alcanza los 4.8GHz estables y el modo a esta frecuencia del Game Boost no funciona. Tampoco lo hace en modos más bajos, salvo el modo de 4.2GHz.
Dicho esto creo que el sistema automático de esta placa base necesita algunas revisiones de Bios hasta estar bien perfeccionado. Entiendo que los ingenieros de MSI solo han contado con procesadores previos al lanzamiento comercial y por tanto es difícil adaptar se a algo que no se sabe cómo va a terminar. En cualquier caso, si hacemos nosotros mismos, la configuración, es fácil sacar buenos niveles de overclocking de esta placa base. El comportamiento, es además, muy fresco por lo que estaremos más que contentos con el desempeño del sistema.
Creo que la sencillez de esta placa, conjuntamente con su precio atractivo, hace de ella uno de los productos a tener en cuenta si nos vamos a embarcar en la nueva plataforma de gama media de Intel. La placa tiene todo lo que podemos necesitar para tener un PC de última generación incluso con un sistema de almacenamiento que no disfrutan gamas, en teoría más altas, como el X99.