Surface Pro 4. Primer contacto
Introducción
Es difícil distinguir una Surface Pro 4 de una Surface Pro 3. De aspecto son prácticamente idénticas, pero en los detalles, en el perfeccionamiento, es donde se ve claramente el avance de este producto. Ciertamente el Surface Book le restó protagonismo en su presentación, pero para mí sigue siendo el producto de referencia, el que tener en cuenta, del catálogo de Microsoft.
El nuevo hardware
El Surface Pro 4 es un ordenador de prestaciones excepcionales. Los amantes de las gráficas dedicadas quizás se lleven una decepción, pero se puede ser un gran PC sin necesidad de una gráfica dedicada. Precisamente en la capacidad de integración de este hardware de generación es donde está la gran virtud del equipo de ingenieros de Microsoft.
La nueva Surface Pro 4 tiene el mismo tamaño de la Surface Pro 3, salvo en el espesor que lo reduce en casi medio milímetro. El peso se reduce en menos de 20 gramos, hasta los 786 gramos, salvo el modelo Core M que tiene un peso más reducido, de 766 gramos.
La diferencia de hardware es notable, pero en buena medida se debe a la introducción de procesadores Intel Core de sexta generación. Microsoft ofrece toda una combinación de procesadores de Intel basados en Skylake. Desde los nuevos Core M3 hasta procesadores Core i5 y Core i7. El modelo más avanzado incluye gráficos Iris Pro 540.
La introducción de esta nueva arquitectura permite a Microsoft añadir memoria DDR4, que mejora el consumo y permite más densidad de RAM. Los modelos más avanzados de la Surface Pro 4 pasan de 8GB a 16GB de memoria RAM. La pena es que los modelos más básicos siguen dependiendo de 4GB de RAM.
El almacenamiento también introduce mejoras con nuevas unidades PCI Express con capacidades de hasta 1TB en los modelos más potentes. La capacidad mínima de la nueva Surface Pro 4 es de 128GB, pero los precios también aumentan con respecto al modelo más básico de la Surface Pro 3.
La pantalla, que era excelente ya en su antecesor, aumenta sus dimensiones en 0,3” alcanzando las 12.3” con una relación de aspecto de 3:2. La resolución aumenta desde los 2160x1440 puntos hasta los 2736x1824 puntos. Una densidad de 267ppi. La pantalla tiene una profundidad de color que cubre el 100% de la paleta de colores sRGB y usa una nueva cobertura Gorilla Glass de tan solo 0,4mm.
El panel táctil se mantiene en los 10 puntos simultáneos, con procesamiento asistido por GPU, con un digitalizador mejorado que alcanza hasta 1024 puntos de presión. Se ha perfeccionado también la detección de la palma de la mano, cuando escribimos encima del tablet, para evitar pulsaciones indeseadas.
La conectividad de la nueva Microsoft Surface Pro 4 se mantiene en los mismos estándares. Esto incluye Wifi-ac, Bluetooth 4.0, brújula digital, acelerómetro, sensor de luz ambiental, giroscopio, etc. También se mantiene el chip TPM 2.0 que nos ofrecerá encriptación por hardware.
Mismo aspecto, perfeccionado
Cuesta diferenciar un modelo de otro pero en los detalles suele estar la virtud. El Surface Pro 4 usa el mismo chasis fabricado en aleación de magnesio, más ligero y resistente que el aluminio, con ese tratamiento o revestimiento superficial que lo hace tan resistente a las rozaduras.
La disposición de conectores es muy similar y se mantiene la pata de apoyo de regulación múltiple. No tiene pasos de fijación, sino que todo el recorrido de la misma ofrece la misma resistencia y soporte. Se ha incluido, eso sí, un imán en el lateral izquierdo para que podamos dejar el pen sin necesidad de acoples en el teclado o sin necesidad de tener el teclado.
Los conectores son los mismos. Un conector magnético de carga, que también (sorpresa) es capaz de ofrecer conectividad de vídeo y datos, un conector USB 3.0 y un conector MiniDisplayPort para conectividad gráfica. Esta generación de procesadores de Intel soporta, en cualquiera de los modelos que se monta en esta unidad, pantallas 4k a 60Hz. Incluso hasta dos de ellas, aparte de la pantalla integrada. A estos conectores les acompaña la salida de audio tipo Jack. Por supuesto también se mantiene ese escurridizo slot para tarjetas MicroSD, situado detrás de la pata de apoyo, con el que ampliar la capacidad del tablet. Casi se me olvida el puerto para accesorios, como el teclado-funda, que también monta la Surface Pro 4 en su perfil inferior.
Las cámaras se mejoran. La trasera, o principal, pasa a tener 8MP de resolución y tiene enfoque automático. No deja de ser una cámara de tablet. La frontal se mantiene en los 5MP, pero ahora añade prestaciones como el reconocimiento facial para Windows Hello.
Los altavoces de la Surface Pro 4, estéreo y de disparo frontal, ahora tienen un 40% más de potencia que en la Surface Pro 3. Los botones siguen siendo los mismos, control de volumen y encendido, pero se elimina el botón táctil con el logo de Windows en la pantalla.
La ventilación, al menos en los modelos Core i5 y Core i7, sigue siendo activa aunque de funcionamiento híbrido. Cuando el consumo de CPU es reducido el ventilador se queda parado. El modelo con procesador Core M3 es completamente pasivo. Su consumo es muy inferior, pero según la propia Microsoft mantiene el rendimiento del modelo Core i3 de la generación anterior, en cuanto a potencia de CPU se refiere. Si comparamos el rendimiento gráfico la mejora es sustancial entre ambas generaciones y también se traslada a los procesadores de menos consumo.
Accesorios
Microsoft ha querido que los accesorios de la última generación anterior sean compatibles con la nueva, pero a su vez también se han introducido revisiones importantes en varios de sus accesorios fundamentales.
El cargador, por ejemplo, es diferente entre las distintas referencias. El modelo con Core M3, el más económico, tiene un cargador de 24w mientras que los modelos superiores requieren uno de 36w. Este modelo, algo más grande, incluye un puerto USB con el que podemos cargar otros dispositivos móviles.
El Pen ha sido rediseñado. Latencia reducida, varios colores disponibles, pero la funcionalidad clásica de esta gama. Se integra a la perfección con el sistema operativo y sobre todo con OneNote. Podemos hacer capturas de pantalla con edición directa, borrado de forma natural con el botón posterior, activar Cortana dejando el botón posterior pulsado, puntas intercambiables para adaptarse a cualquier tarea (HB, H, 2H, etc.), etc. Es un accesorio imprescindible y en esta gama viene de serie.
El teclado-funda característico de este dispositivo también ha sido notablemente mejorado. Podemos seguir usando el de nuestra Surface Pro 3, o usar el nuevo en la Surface Pro 4, porque son totalmente compatibles y tienen las mismas dimensiones. La diferencia es que en el nuevo modelo la fisonomía de teclas cambia. Se consigue abarcar más superficie, se introduce un diseño “chiclet” con aproximadamente 1mm de distancia entre tecla y el recorrido se ha mejorado de forma notable.
Microsoft ha usado también un nuevo tratamiento de tecla que reduce, en la medida de lo posible, el desgaste por roce habitual en cualquier teclado de portátil. El touchpad también crece, aunque sigue siendo igual de inútil. Mantiene su fijación por imágenes, con dos posiciones, que nos permite incluso usar el tablet encima de las piernas como haríamos con un portátil tradicional.
Algo que a mí me ha sorprendido gratamente es el nuevo “Dock Station”. Las versiones anteriores estaban bien por su integración, pero era una solución rígida poco adaptada a las situaciones normales donde usamos nuestro portátil como sustito o complemento de ordenador de sobremesa. Ahora es una simple caja de conexiones pero que nos ha sorprendido bastante. Lo digo porque con un solo cable, conectado a la toma magnética de corriente, podemos extraer cuatro puertos USB 3.0, un puerto Ethernet Gigabit, una salida de altavoces y dos conexiones MiniDisplayport que Microsoft nos ha asegurado que van directamente a la GPU del sistema. Por supuesto también suministra energía al dispositivo. Este nuevo dock también es compatible con la Surface Pro 3 pero desconocemos, en este momento, si con alguna limitación.
También podemos usar el viejo dock en la Surface Pro 4. Solo necesitamos un pequeño adaptador puesto que este modelo más delgado. No tendréis que renovar todo el parque de accesorios, si tenéis ya alguno, para dar el salto a esta nueva generación. Todo un detalle.
Análisis y precios
Windows 10 está especialmente diseñado para dispositivos como este. Brilla especialmente en dispositivos como la Surface Pro de Microsoft. Los nuevos procesadores añaden potencia, la nueva pantalla incluso supera a la anterior, tendremos casi dos horas más de autonomía (hasta 9 horas de vídeo continuado con wifi activado), mejores cámaras, accesorios perfeccionados y el equipamiento adecuado para satisfacer desde las necesidades de un estudiante, un fotógrafo o un ejecutivo.
La esencia se mantiene. Tener portátil, sustituto de PC de sobremesa y tablet todo en uno. Esa es su virtud y sin duda muchos usuarios podrán afirmar que lo consigue a la perfección. Con la Surface Pro 3, Microsoft dio con la clave en formato y ahora perfecciona las capacidades en esta generación. Se agradece también la compatibilidad de accesorios anteriores o de los nuevos con los modelos de la generación anterior. Es un detalle importante.
Aun así, echamos de menos algunas tecnologías esperadas. Como la conectividad USB 3.1 Tipo C, o incluso conectividad Thunderbolt, que hubiera conseguido de estas máquinas una solución aún más capacitada.
Aun así, su lanzamiento está siendo algo abrupto con muchos usuarios con quejas del rendimiento de las redes inalámbricas o de parpadeo de la pantalla. Parece que Microsoft está dando los pasos para corregir esos problemas, aunque no recuerdo que la Surface Pro 3 tuviera fallos tan llamativos en su lanzamiento.
Con el teclado rojo la Surface Pro 3 y con el teclado negro la Surface Pro 4.
Lo que sí es seguro es que los precios siguen subiendo. El modelo más básico en EEUU cuesta 899 dólares y en España no se venderá por menos de 999 Euros impuesto incluidos. El cambio del dólar, y los impuestos abusivos, lastran la competitividad de este tipo de productos.
A la izquierda la trasera de la Surface Pro 4 y la derecha la Surface Pro 3.
Encontraremos un total de seis versiones que van desde los 999 Euros hasta los 2499 Euros. En España, al menos de momento, no habrá versión con 1TB de capacidad de almacenamiento. Un salto llamativo es el de poder disponer de 8GB de RAM, que supone irse a un precio de 1449 Euros, sin accesorios. El teclado cuesta lo mismo que le modelo anterior, 149 Euros, y el nuevo dock también se mantiene en el mismo precio, con 229 Euros impuestos incluidos.
Ahora mismo se puede comprar este nuevo modelo en tienda online de Microsoft, pero los envíos no se realizarán hasta el 19 de noviembre.