Disipador AMD Wraith
Introducción
El disipador de stock o de serie es aquel que nos promete mantener el procesador dentro de sus parámetros de funcionamiento adecuados. Es el que el fabricante garantiza para el buen funcionamiento del procesador. El problema es que esto se refiere más a cumplimiento de las especificaciones térmicas del procesador, es decir, que este trabaje dentro de sus parámetros de fábrica sin que tenga problemas de “throttling” (reducción forzada y brusca de frecuencias para reducir el consumo del procesador y su temperatura), sobrecalentamiento, apagados, etc.
Pero eso también ha ido cambiando según los usuarios nos hemos hecho más exigentes. Algunas marcas como Intel en sus gamas más altas directamente se han rendido a la evidencia y venden sus procesadores sin disipador, AMD todavía confía en ofrecer una solución adecuada para sus procesadores. Que lo hayan conseguido con el Wraith, es algo que veremos hoy aquí.
Venta en conjunto
El AMD Wraith de momento solo lo encontraremos con el AMD FX-8370. Es un procesador de ocho núcleos con una frecuencia de trabajo nominal muy interesante para su arquitectura Vishera. Son 4GHz de frecuencia nominal y hasta 4.3GHz en modo turbo. Todo manteniendo un consumo TDP de 125W y modos de ahorro de consumo importantes que le permite reducir sus frecuencias de forma importante y por tanto consumir en cada momento lo estrictamente necesario.
Es un procesador de 8 núcleos reales, y aquí podemos entrar o no en polémicas. Mi experiencia con estos procesadores de AMD es fantástica, uso uno de menos consumo a diario y sin entrar en discusiones arquitectónicas, sus ocho núcleos me han permitido un nivel de multitarea formidable con una inversión muy reducida en hardware.
Este de todos modos no es de sus modelos más económicos y con el nuevo disipador sube algo de precio. El FX-8370 podemos encontrarlo actualmente sobre los 210 Euros, un precio muy competitivo si vemos las alternativas de Intel, y con el nuevo disipador, de momento, aumenta hasta los 230 Euros. Son 20 Euros de inversión en un disipador de stock. Algo que se irá limando con las semanas, seguramente cuando AMD vaya agotando stock, pero de momento hay que justificar esa inversión adicional.
Por 20 Euros encontramos disipadores de terceras marcas más que decentes, el AMD Wraith tiene que estar como poco al nivel de estos modelos, de los podríamos echar la tarde nombrando modelos, así que nuestra exigencia es importante con este disipador, pero también somos realistas. Este procesador es de consumo elevado y un disipador capaz de manejarlo bien tiene que tener, sin lugar a dudas, un diseño muy optimizado.
El Wraith, diseño y prestaciones
El Wraith es un disipador de diseño convencional: ventilador que impulsa aire verticalmente para que el aire caliente se disperse por los laterales. Este tipo de diseño es el que marca el estándar ATX puesto que el flujo de aire se usa también para ventilar otros componentes como alimentación del procesador, los famosos mosfets, chipset y memorias. Con un solo ventilador cubrimos las necesidades térmicas de los principales componentes del ordenador. Estos diseños son más exigentes porque los espacios son limitados y por tanto se tiene que buscar una solución realmente eficiente.
Tampoco hay muchos milagros en este tipo de productos, que no se disparen de costes. Pero lo que sí hay es formas de hacer las cosas bien. Que un disipador tenga un diseño convencional no es excusa para usar técnicas que permitan maximizar la capacidad de ventilación y a la vez que se controla el ruido y el tamaño.
Para ello este disipador usa varias técnicas reconocibles por todos. Por un lado la base de contacto en cobre con una buena pasta térmica pre-aplicada de serie. Listo para montar. De esta base de cobre de entre 3 a 4mm de espesor salen dos heatpipes que distribuyen rápidamente el calor a través de una densa estructura de láminas de aluminio que maximizan la superficie de intercambio de calor. De este modo se aprovecha bien toda la superficie de aluminio, toda recibe energía que intercambiar.
Este disipador de aluminio se refrigera activamente mediante un ventilador de 80mm que logra buenos niveles de presión y un rango de frecuencias muy amplio que va desde las 1000rpm hasta las 3000rpm y unos rangos de ruido entre los 25 y los 45dBA según nuestras pruebas. El ventilador usa un sistema PWM para regular la frecuencia de forma escalonada y fluida, sin saltos bruscos, lo que permite que cualquier placa moderna pueda tener una gestión al milímetro del comportamiento del ventilador.
Sí es cierto, como hemos podido ver en nuestras pruebas, que la regulación es más complicada entre las 2000 y las 3000rpm, el pico máximo del ventilador, y habría que usar algo más que una placa base convencional para acceder a una configuración detallada en ese rango de frecuencias.
Detalle del logo de AMD iluminado, con un led, cuando el ventilador esta activo.
Como veis el Wraith es un disipador que puede hacer mucho ruido, 40-45dBA puede resultar desagradable si tenemos el PC muy cerca, pero no nos fijemos solo en los picos sino en el rango real de frecuencias que nos puede ofrecer y si en ese rango moderado de frecuencias medias tendremos el comportamiento térmico y el ruido, reducido, que buscamos de cualquier solución moderna.
En total son unos 80x100x80mm (Alto x largo x ancho), bastante compacto, bien formado y no requiere de montaje por parte del usuario. Viene de una pieza y usa el sistema de anclaje habitual de AMD, dos tirantes que se tensan mediante una palanca en uno de los lados. Se monta en 30 segundos.
Análisis de rendimiento del Wraith
El AMD FX-8370 es un procesador exigente en cuanto a disipación y lo que no consiga con eficiencia lo pedirá con un ventilador que mueva mucho aire y cuanto más aire movemos, más posibilidades tenemos de conseguir un ordenador ruidoso. El objetivo del Wraith es mantener este procesador dentro de unos rangos de ruido, nosotros hemos realizado una batería de pruebas con él, a nivel de estabilidad térmica y ruido, y hemos intentado sacar algo de overclocking adicional.
Nuestras pruebas de estrés han ido en dos caminos. Por un lado, ver la estabilidad del ventilador y a qué niveles de frecuencia podemos hacerlo trabajar para que mantenga las frecuencias de trabajo estándar del procesador. En este sentido podemos tener un ventilador muy silencioso y eficiente en el Wraith. Mantiene las frecuencias de trabajo estables, con uso completo de todos los núcleos, a 4GHz y con una frecuencia máxima de 1900rpm en el ventilador que mantiene el ruido en torno a los 32dBA. Un nivel sonoro muy agradable para un uso continuado. La placa MSI Krait, de la que os hablaremos más a fondo en un par de días, nos ha permitido un buen control del ventilador y, lo más importante, limitar el máximo de frecuencia a lo que nosotros consideramos adecuado para una configuración silenciosa.
A la frecuencia estándar del FX-8370 el Wraith solo necesita 1600rpm para mantener el procesador estable y dentro de sus especificaciones. La temperatura ambiente de nuestras pruebas es de 22 grados centígrados.
En resumen, el Wraith hace su trabajo perfectamente y lo hace incluso mejor de lo que promete la propia AMD, que habla de unos 39dBA de media (que tampoco está mal). Es un disipador perfectamente capaz de manejar un procesador de consumo elevado como este. Eso está claro.
Ahora es cuando queremos ir mas allá. Queremos ver si podemos hacer algo de overclocking manteniendo niveles de ruido bajo. Esto en nuestras pruebas no es posible. Fijando la frecuencia del FX-8370 a 4.3GHz lo que nos encontraremos en pruebas de estrés como “Intel Burn Test” es que el procesador hace “throttling” para intentar mantenerse por debajo de los 65 grados. Quizás podríamos apurar más y elevar la temperatura admisible a 70 pero no me parece lógico y seguramente no conseguiríamos mejores resultados. Esto siempre manteniendo al disipador por debajo de las 2000rpm que es la frecuencia óptima para mantener en nivel de ruido en niveles muy agradables.
Si intentamos overclocking a 4300, con frecuencias por debajo de las 3000rpm, nos encontraremos con problemas de Throttling al saturar a todos los núcleos con una carga elevada de proceso.
Si dejamos el ventilador fijo a su máxima frecuencia tendremos un procesador completamente estable a 4300MHz, su frecuencia Turbo.
Ahora, si le damos rienda suelta al ventilador y le dejamos trabajar a 3000rpm, sí que conseguiremos estabilidad con este procesador a 4300MHz. El problema es que cuando sometamos al procesador a un estrés real de todos sus núcleos, que no tiene por qué darse en un uso convencional, nos encontraremos con un ruido de unos 45dBA que esta ya dentro de un rango bastante desagradable.
Entre las 2000 y las 3000rpm hay poco juego de configuración, quizás con un regulador analógico muy preciso, y podamos equilibrar ambos aspectos, pero lo veo complicado. En definitiva, no es un disipador con el que podamos hacer overclocking moderado a estas unidades de AMD con niveles de ruido muy bajos.
Conclusión
Da gusto abrir el nuevo empaquetado de este procesador, con el nuevo disipador. Es grande y poco convencional para una solución “retail” o de “stock”. Los resultados son mejores de los que esperábamos en cuanto a la gestión del ruido, los 39dBA anunciados nos preocupaban algo, y en este sentido rinde mejor de lo esperado.
El acabado y la estética me gusta, le da un toque serio a cualquier PC que montemos con este procesador y espero que se extienda como solución estándar para otros modelos de la marca. Creo que esto es lo que ocurrirá, AMD está renovando todas sus soluciones térmicas, al menos en los modelos con más consumo.