Google Pixel C

Introducción

Google ha inspirado algunos de los tablets más interesantes que hemos conocido para sistemas operativos Android. Modelos como el Nexus 7 de 2013 aun es una buena recomendación de compra si la conseguimos al precio adecuado. Las últimas generaciones de productos Google han ido hacia gamas más elevadas, el Pixel C es un claro ejemplo de ello y una de las mejores tablets Android que podemos encontrar.

Su formato y accesorios nos permiten pensar en un producto más allá de la típica solución multimedia y de navegación para buscar más tareas que hacer con ella. Aquí veremos si el objetivo se cumple, pero lo cierto es que nuestras expectativas y la experiencia acumulada con sistemas operativos móviles, nos predisponen a pensar que el Google Pixel C será otro paso en ese complicado objetivo.

Especificaciones técnicas

El Google Pixel C es un tablet de altas prestaciones en un formato poco habitual en dispositivos Android. Es un tablet con pantalla de 10” y una resolución sorprendente de 2560x1800 puntos. Una proporción de pantalla poco convencional a camino entre las 3:2 y las 4:3 y una densidad sobresaliente de más de 300dpi. En este formato tendremos un excelente escritorio, con un formato más clásico y que está siendo un éxito en otros productos que intentan enfocarse hacia el mismo entorno.

La pantalla del Pixel C ofrece magníficos resultados. Opta por un panel de tipo LTPS (Low temperature poli-silicon) que ofrece profundidad de color sRGB, excelentes ángulos de visión, permite reducir los marcos de la pantalla y ofrece algo menos de consumo que paneles alternativos como el IPS. Google lo ofrece con una luminosidad de 500nits.

El Google Pixel C usa un procesador Nvidia Tegra X1 con 8 núcleos, cuatro de ellos Cortex-A57 y otros cuatro Cortex-A53 , con velocidades de hasta 1.91GHz y una GPU Maxwell. La gráfica cuenta con 256 motores de shaders y es compatible con estándares como DirectX 12, OpenGL ES3.1, etc. Ofrece un excelente motor 3D, seguramente uno de los mejores SOC para juegos que podemos encontrar actualmente, y también un motor de aceleración de vídeo que nos permitirá correr todo tipo de contenido multimedia, incluso contenido 4k@60p en formatos como el H265 y el VP9.

El Pixel C también está bien sostenido por 3GB de RAM y almacenamiento en dos opciones de 32 y 64GB respectivamente. El precio de la primera opción es de 499 Euros y de la segunda 599 Euros. No hay opción de añadir almacenamiento, salvo al que podamos acceder en la nube o mediante sus conexiones inalámbricas.

De momento, y no hay noticia de que esto vaya a cambiar, solo hay opción Wifi para el Pixel C. Ofrece conectividad Wifi-AC, con doble banda, y conectividad Bluetooth 4.0. La conectividad física solo incluye una salida de auriculares y una entrada USB Tipo-C que el tablet usa para tener una capacidad de carga de 15w en 5v. El cargador que se incluye tiene esta potencia.

Si bien las necesidades básicas están bien cubiertas, y se usa conectividad moderna, lo cierto es que no encontraremos tecnologías importantes, como el NFC, integradas en este tablet. Una pena puesto que es un dispositivo con un precio elevado y que debe exigirse a sí mismo contar con lo mejor y más moderno.

Cuenta, eso sí, con las imprescindibles cámaras frontal y trasera. La trasera de 12MP, con enfoque por toque y automático, y la frontal de 8MP perfecta para videoconferencia de alta definición. El equipamiento multimedia se completa con un buen conjunto de altavoces estéreo colocados en sendos laterales del tablet. El resultado es muy bueno.

La batería, algo fundamental en cualquier dispositivo que se precie, tiene una capacidad cercana a los 9200mAh. Eso garantiza una autonomía de uso combinado en torno a las 10 horas, con wifi y niveles de brillo aceptables, y unas 8 horas de autonomía reproduciendo vídeo.

Rendimiento

El Pixel C no es un tablet, a mi entender, que busque romper récords de rendimiento. Aún así, monta un procesador solvente con una arquitectura de calidad que mantiene, sobre todo en 3D, unos niveles de rendimiento sobresalientes.

Antutu 6

Vellamo html5

Vellamo Metal

Vellamo multicore


Geekbench 3 mono

Geekbench 3 multi

3DMark IceStorm Unlimited


PCMark

Rendimiento del almacenamiento interno

En las pruebas, como habéis podido comprobar, logra resultados de gran nivel, de los mejores de nuestra serie histórica. Este rendimiento solvente y su buena cantidad de RAM, hacen que tenga una multitarea bastante fluida. El problema es que carece de un sistema de ventanas múltiples, aunque sea limitado, y eso reduce de forma notable la productividad. Eso no ocurre en otras plataformas que se han sabido adaptar bien a todo tipo de dispositivos, como es el caso de las últimas ediciones de Windows.

Diseño

El Pixel C tiene un hardware excelente donde destaca su cuidada pantalla, de incuestionable calidad. La pantalla marca en buena medida el diseño de este dispositivo. Más cuadrada que una tablet habitual de Android, pero con un tamaño bastante controlado para ser un tablet de 10” de pantalla.

Su diseño destaca por la sobriedad y los excelentes acabados. Una única pieza de aluminio anodizado y chorreado con arena con un tacto muy fino y robusta y sólida y con un espesor muy controlado de 7mm. El espesor es uniforme en todo el tablet y no encontraremos en ella ningún logo o distintivo de producto o marca.

Solo hay dos elementos que llaman la atención en un diseño tan plano y cuidado. Por un lado, los altavoces laterales, con una rejilla bien trabajada, y por otro lado los leds de estado posteriores que nos indican la actividad del tablet, en los colores habituales de la marca, y también los niveles de carga del dispositivo que podemos conocer dando un par de toques en el chasis del tablet.

Tanto botones, como conectores y otros elementos como las cámaras, quedan bien disimulados o al menos no intentan destacar en su diseño plano y moderno. Las dimensiones reales del tablet son de 242x179x7mm y el peso apenas supera los 500 gramos.

Teclado

De todo esto que estamos hablando solo dos elementos marcan lo que todos entendemos como un intento de producto más “profesional” en este tablet de Google. Por un lado la pantalla, de la que ya hemos hablado, y por otro lado su accesorio principal que es su teclado.

El teclado, que está localizado en español, es el compañero perfecto y una solución adecuada para cierto nivel de productividad. Usa conectividad Bluetooth, pero solo se activa cuando está el tablet físicamente pegado a él. La fijación al teclado se realiza mediante un potente conjunto de imanes. Dejan completamente el tablet en posición, y ofrecen una sujeción realmente fuerte. De hecho, la única forma de sacar el tablet del teclado es desplazándolo lateralmente y los primeros días cuesta hacerse con la técnica adecuada para que sea un proceso fluido.

La ventaja de esta fijación de calidad es que podremos poner el tablet en un amplio radio, que va hasta los 90 hasta los 180 grados, y que podemos estar seguros de que solo se separaran si realmente queremos que lo hagan.

El teclado cuenta con su propia batería y esta se carga cuando hace de protector de pantalla del tablet. La carga se realiza mediante inducción. Cuando el teclado esta en modo “dock” no consume energía del tablet, solo cuando carga. La batería integrada nos durará para al menos una semana de uso continuado.

Tiene un perfil muy reducido, 5mm, y bases de apoyo antideslizantes que hacen que sea cómodo de usar en cualquier superficie. Las teclas son grandes de tamaño, de poco recorrido pero buen retorno. Es un teclado de calidad, pero echamos de menos algunas teclas de función que realicen tareas habituales del sistema operativo. Yo personalmente echo de menos una que nos permita abrir el panel de aplicaciones instaladas.

En general es un accesorio magnífico, una base perfecta para trabajar con el Pixel C con comodidad y encaja a la perfección con el diseño del tablet. El uno sin el otro no tiene sentido. Su precio es de 169 Euros y es una inversión que debemos hacer si de verdad queremos usar este tablet como una herramienta de trabajo. La pena es que no admite modo de “dock” en vertical, y eso le hace perder un método de trabajo muy interesante para muchos de nosotros.

Android 6.0 Marshmallow

Los sistemas operativos se hacen más o menos útiles no tanto por las aplicaciones o funcionalidades que integran sino por la facilidad que ofrecen a aplicaciones de terceros para su adaptación y mejora. Android es una excelente plataforma movil, con sus defectos y limitaciones, pero donde podemos encontrar ya excelentes aplicaciones que cubren cualquier aspecto de uso.

Entender Android 6.0 como una plataforma adecuada de trabajo dependerá más de las aplicaciones profesionales que necesitamos y del nivel de multitarea que requerimos. Android aún tiene que mejorar mucho en este aspecto. La versión completamente plana del Pixel C no nos ofrece una capacidad multitarea elevada, porque básicamente no permite trabajar ni organizar múltiples aplicaciones en pantalla. Dependeremos siempre de cambiar de aplicación.

Básicamente Android no es un sistema operativo pensado para trabajar, no era su intención inicial y aún nos queda mucho para verlo de esta forma. Donde sí encontraremos mejoras importantes es en las aplicaciones que podemos necesitar para ser productivos. Han mejorado de forma notable, incluidas las propias de Google, consiguiendo que este tipo de dispositivos no sean un sustituto de nuestro ordenador, pero sí un aliado importante que nos ofrecerá movilidad. Movilidad que, por otro lado, han conseguido ofrecer otras plataformas no sin estar exentas, durante sus comienzos, también de errores y deficiencias importantes. Seguramente con mis palabras a muchos os venga a la mente la gama Surface de Microsoft y no solo me refiero a ella sino también al iPad Pro de Apple.

Aplicaciones como Office o Google Docs han mejorado de forma radical en los últimos meses y eso hace que los sistemas operativos móviles empiecen a vislumbrar un brillante futuro como herramientas productivas.

Nuestra experiencia

El Pixel C es seguramente el mejor tablet Android que podemos encontrar. El más completo y también uno de los más potentes. Tiene una excelente pantalla, con una proporción casi perfecta y un procesador potente y versátil para cualquier tarea. Se completa con una autonomía de calidad y un diseño muy especial que lo hace muy elegante, sencillo y moderno.

Su precio es elevado, más si le sumamos su imprescindible teclado, pero las soluciones híbridas productivas de su competencia no son más económicas que el Pixel C. Lo que no puede ser el Pixel C a día de hoy, y no creo que lo pueda ser nunca, es un sustituto de nuestro PC. No es una Surface Pro 4, ni tiene un sistema operativo como Windows 10. Eso es una realidad que hay que asumir. Sin embargo, nos permitirá llevar un dispositivo muy interesante, por menos peso y un coste también menor.

Para el que quiera viajar ligero y esté acostumbrado a Android este puede ser un dispositivo que descubra nuevos modos y formas de usar este sistema operativo donde ya es fácil encontrar aplicaciones muy completas que nos permitirán ser productivos allá donde estemos con pesos y formatos que hace algunos años nos parecían imposibles.