AMD Radeon RX Vega 56
Introducción
Creo que a dia de hoy todos conocéis las prestaciones de este chipset de AMD. Una solución de gama media que compite, y mejora, los rendimientos de la Geforce GTX 1070 de Nvidia y que hara se lance al mercado, mas pronto que tarde, una nueva edición de la GTX 1070 con el sufijo Ti que compensara las carencias de rendimiento del chip de gama media de Nvidia para volver a ponerse por delante de esta solución de AMD.
Este chip comparte la mayoría de las prestaciones de su hermana mayor, además de la misma arquitectura, pero tiene algunos recortes que la hacen bajar de rendimiento y también, como no, de precio. Es, como su hermana, harto complicada de conseguir, en buena medida por sus buenas prestaciones en la minería, asi que es también un chipset muy elusivo y que de momento no se ha ajustado realmente a su precio de lanzamiento oficial.
Hoy la conoceremos un poco mejor de la mano de nuestras baterias de pruebas habituales y de nuestra propia experiencia personal, donde incluimos un flasheo de bios que le permite reducir sustancialmente la diferencia de rendimiento con su hermana mayor.
Arquitectura Vega
El elemento más llamativo de esta nueva arquitectura, aparte de usar los últimos avances productivos en obleas de 14nm FinFET de tres dimensiones, es la incorporación de memoria HBM de segunda generación.
Estas tarjetas pueden montar hasta 16GB de este tipo de memoria, que como sabéis se sitúa junto al encapsulado de la CPU logrando un diseño más eficiente, con más ahorro de energía, y con velocidades sorprendentes y un bus de memoria fuera de lo normal que permite un ancho de banda cercano a los 500GBps con frecuencias mucho más reducidas que las que encontramos en las alternativas más tradicionales como el GDDR5X.
Esta nueva generación de memorias HBM permite hasta 8 veces más de capacidad en el mismo espacio, el doble de ancho de banda por pin, hasta 3.5 veces más eficiencia energética y ocupan un 75% de espacio por lo que se traduce también en menores costes con la misma capacidad que las memorias del mismo tipo de la generación anterior.
Una de las mejoras más importantes de esta arquitectura la encontramos en la posibilidad de la GPU de ejecutar operaciones de 16-Bit de precisión en ratio doble. Esto aumenta la eficiencia de las operaciones y es completamente estándar y soportado por las API actuales. Esto incluye operaciones básicas, como sumas, restas, mínimos, máximos, etc. Con ello se logran mejoras de rendimiento importante en técnicas clásicas.
Las nuevas unidades de computación de Vega también añaden un importante conjunto de instrucciones nuevas, hasta un total de 40, formando una versión extendida del estándar ISA que se podrán aprovechar con compiladores actualizados y que AMD hará público desde el lanzamiento de estas nuevas GPUs.
La arquitectura Vega añade técnicas aun no integradas en los API más punteros y se sitúa como la GPU más capaz y más adaptada a próximas mejoras en estos APIs como Vulkan y Direct 12. Técnicas que aún no se aprovechan por estas API pero que se aprovecharan en el futuro. Soporta Shader Model 6.0 e integra una nueva unidad de computación asíncrona de alto rendimiento y con concurrencia entre cálculo de computación y gráficos clásicos que es hasta un 13% más rápido que en la generación con arquitectura GCN como las anteriores Radeon RX.
Una de las más destacadas es su nueva forma de aproximación a la rasterización conservadora que se puede realizar de forma sobreestimada o infravalorada. De este modo se permite a la tarjeta realizar un menor consumo de recursos, con respecto a la rasterización tradicional, y se introducen nuevos algoritmos para el cálculo de técnicas como la iluminación global basada en voxeles o una mejor eficiencia en el mapeo de sombras por sub-pixel.
Especificaciones técnicas del RX Vega 56 vs RX Vega 64
Podremos encontrar tres variantes en el mercado de esta nueva tarjeta. Ninguna de ellas la versión “Silver” que hemos visto en las presentaciones. Los tres modelos los podéis ver comparados en la siguiente captura:
Tienen entre 56 y 64 unidades de computación con 64 unidades de shaders por cada una de sus unidades de computación. Esto se traduce en unas cifras de entre 3584 y 4096 unidades de sombreado. Esta es la gran diferencia que encontraremos entre ambos modelos, pero también hay otras reducciones a tener en cuenta.
Las frecuencias también tienen reducciones importantes, aunque esto lo podremos compensar luego con overclocking, y también algo mas de consumo. La frecuencia base de la Vega 56 se reduce hasta los 1156MHz, frente a los 1247MHz que disfruta la Vega 64. La frecuencia máxima en turbo también se ajusta hasta los 1471MHz, desde los 1546MHz.
El resto de prestaciones se mantienen intactas, como las 256 unidades de texturas, las 64 unidades de rasterización (ROPs), incluso la capacidad de memoria HBM2 que se mantiene en los 8GB. El bus de datos también es el mismo con un bus de 2048-Bit, pero el uso de frecuencias menores reduce el ancho de banda a 410GB/s. Los consumos, por el menor numero de unidades de proceso y las freceuncias ajustadas, se reduce a los 210w.
210w de consumo pero con una configuración capaz de ofrecer 375 de potencia máxima.
Todas estas unidades cuentan con motores de 256 unidades de texturas con 128 unidades de Rasterización clásica. Números que, con el ancho de banda que presentan las tarjetas, no aportaran mucha mejora en el rendimiento que obtendremos en resoluciones muy elevadas o en juegos donde el aporte de la mayor potencia de sus shaders no suponga una gran diferencia.
Con estas velocidades, y esta arquitectura mejorada, estas tarjetas son capaces de conseguir velocidades de computo sobresalientes de casi 14TFlops en su modelo más potente y unos nada despreciables 10.5TFlops en su modelo más modesto, que es precisamente la Vega 56. La Radeon RX Vega 64 aumenta la potencia de calculo hasta los 12.7TFlops.
La conectividad de esta nueva GPU se ha renovado para ofrecer los estándares más punteros y una capacidad de resolución y pantallas simultaneas sin precedentes. AMD descarga cualquier tipo de conectividad analógica y se centra en el soporte de Displayport 1.4 y HDMI 2.0. Las tarjetas de referencia cuentan con tres salidas Displayport y una HDMI.
Esta última permite desarrollar resoluciones de 4K a 60Hz con HDR de 12-Bit y un subsampling de 4:2:0 que ofrece calidad suficiente para las mejoras pantallas de TV que podemos encontrar en la actualidad. La conectividad Displayport, siendo más potente, ofrece capacidad para hasta seis pantallas 4K@60Hz, 2 pantallas 4k@120Hz, permite también controlar hasta 3 pantallas 5K@60Hz con un solo cable e incluso una pantalla 8K@60Hz. Una tarjeta que estará preparada para las pantallas de próxima generación.
El soporte HDR también está presente, con 10-Bit por canal y capacidad para controlar hasta 4 3 pantallas 4K@60Hz o una 4k@120Hz. Algo que nos permitirá disfrutar de pantallas de máximas prestaciones que podrán también soportar la tecnología “Adaptive Sync VESA” o Freesync 1 o 2 de AMD.
El diseño de referencia
Esta tarjeta podemos encontrarla en diversas ediciones, pero el modelo estándar, o más accesible, es prácticamente ya un clásico de AMD. Se trata de una tarjeta completamente cerrada con una turbina posterior que recoge el aire del interior de la caja, lo pasa por una cámara de vapor que refrigera la GPU, memoria integrada y otros elementos importantes de la tarjeta, y lo expulsa fuera de la caja mediante una rejilla en el frente de la tarjeta.
Un diseño estándar y eficiente pero que suele ser menos elaborado y tiene menos rendimiento por RPM que soluciones con múltiples ventiladores de tamaño más grande. AMD mantiene también el backplate posterior donde se han añadido un par de nuevos elementos.
Por un lado, tenemos una escala lumínica de uso de GPU, que nos permite ver rápidamente la carga real de la tarjeta mediante un conjunto de leds en una de las esquinas de la tarjeta. El lateral también incluye un logo iluminado de Radeon y tenemos un pequeño switch encima de la tarjeta que nos permite cambiar la iluminación de la tarjeta entre rojo y azul y también apagar directamente en la tarjeta.
Requiere dos conectores PEG de 8 contactos que suman 300 vatios de potencia a los que podemos sumar los 75w extraídos del conector PCI Express 3.0 de 16x Un total que nos indica del alto consumo de la tarjeta pero que también añade un buen potencial de vatios extra con los que podrán jugar los overclockers.
Jugando con bios, temperatura y consumo
La Radeon RX Vega 56 es una tarjeta de gama media, que compite con la Geforce GTX 1070. Su rendimiento es adecuado, para el precio que debería tener, pero además esconde la posibilidad de mejorar de forma notable su rendimiento usando la configuración de refrigeración y frecuencias de la RX Vega 64. Esto es tan fácil de conseguir como flashear la tarjeta con la bios de su hermana mayor.
Son tarjetas con doble bios asi que el riesgo de estropear la tarjeta es menor y los resultados, como veréis en nuestra tabla de resultados, se traducen en un mejora importante del rendimiento. Las temperaturas, con el mismo sistema de refrigeración del modelo de referencia de la RX Vega 64, se mantienen bien a estas frecuencias de trabajo y la mejora de ancho de banda, de hasta 484GBps, sin duda es una mejora importante que permite a esta tarjeta aumentar su rendimiento hasta situarla en una posición interesante para mover ciertos juegos, con algo menos de exigencia grafica, a resoluciones 4k.
62dBA es el ruido máximo que genera la turbina del modelo de referencia, pero el ruido medio no suele superar los 45dBA, aunque sin duda es mejorable, y lo será cuando empecemos a ver modelos personalizados de los principales fabricantes.
Las frecuencias se igualan a los 1630MHz de la RX Vega 64, asi como los 950MHz para sus memorias HBM2. El ruido y el consumo aumentan, pero aun por debajo de la RX Vega 64, y eso la convierte en una solución intermedia con una facilidad enorme para disfrutar de un overclocking intenso y perfectamente estable.
Rendimiento
Procesador: Intel Core i7-6950X 4.2GHz
Memoria: 32GB DDR4 3200MHz
Disco: OCZ RD400
Fuente de alimentacion: Seasonic Snow Silent 1050w
Drivers: Radeon Relive 17.9.1
3DMark FireStrike
3DMark FireStrike Extreme
Battlefield 1 (DX12). Resolución 1080P. Calidad ultra.
StarWars BattleFront (DX12). Resolución 1080P. Calidad ultra.
Total War: Warhammer (DX12). Resolución 1080P. Calidad ultra.
Tom Clancy's The Division (DX12). Resolución 1080P. Calidad ultra.
Halo Wars 2 (DX12). Resolución 1080P. Calidad ultra.
DOOM (Vulkan). Resolución 1080P. Calidad alta.
Ashes of the Singularity (DX12). Resolución 1080P. Calidad alta.
Battlefield 1 (DX12). Resolución 2k. Calidad ultra.
StarWars BattleFront (DX12). Resolución 2k. Calidad ultra.
Total War: Warhammer (DX12). Resolución 2k. Calidad ultra.
Tom Clancy's The Division (DX12). Resolución 2k. Calidad ultra.
Halo Wars 2 (DX12). Resolución 2k. Calidad ultra.
DOOM (Vulkan). Resolución 2k. Calidad alta.
Ashes of the Singularity (DX12). Resolución 2k. Calidad alta.
Ejemplo de Gameplay a resolución 2K-4K, calidad ultra limitado a 60FPS y liberado, para comprobar temperaturas y carga en tiempo real:
Análisis y conclusión
La Radeon RX Vega 56 es una grafica entretenida que sobre el panel tiene un buen precio. Es divertida, sobre todo con sus buenas capacidades de overclocking y ofrece un nivel de rendimiento muy adecuado para los que nos hemos mantenido en las 2k como la resolución adecuada para nosotros.
Nuestros resultados confirman plenamente la mejora de rendimiento de esta tarjeta sobre su alternativa en precio, la Nvidia Geforce GTX 1070, que es precisamente lo que hara que Nvidia reaccione con un nuevo modelo mas potente en las próximas semanas. Con la bios de la Radeon RX Vega 64 no aumentamos el numero de shaders pero el aumento de frecuencia, y los perfiles de energía mas agresivos, logra una mejora de rendimiento mas que notable.
Es una gran tarjeta, que de momento sera realmente dificil de conseguir, al menos a su precio oficial. Una pena porque sin duda es de lo mejor que podemos comprar en este rango de precios.