MSI X399 Gaming Pro Carbon AC
MSI X399 Gaming Pro Carbon AC
Esta plataforma HEDT de AMD no tiene precios económicos, eso es una realidad, pero sí que tiene precios muy competitivos si lo comparamos con otras opciones como los nuevos Core i9 de Intel. Pero algo tan necesario como una placa base, sin ella no tendrás PC, no hay mucha diferencia, de precios, entre el X299 de Intel y X399 de AMD. Ambos son chipsets para placas base caras, aunque también muy completas, quizas la MSI X399 Gaming Pro Carbon AC sea una de estas placas base.
Nuestra primera experiencia con el X399 fue de la mano de una placa base que cuesta casi 600 Euros, la ASUS ROG Zenith Extreme. Una placa base magnifica pero que está alejada del precio de entrada que podemos encontrar para el X399. La MSI X399 Gaming Pro Carbon tiene un precio de unos 379 Euros y nos ofrece una visión más agradable, para el bolsillo, a la hora de apostar por esta nueva plataforma de AMD.
Esta placa de MSI ofrece equilibrio entre precio y prestaciones, pero no se olvida de ningún detalle importante, incluida una integración muy completa donde no podremos echar de menos ninguna prestación, al menos sobre el papel.
Chipset y almacenamiento
De este precio podemos esperar prestaciones premium y, como no, el chipset que da soporte a un procesador que realmente necesita poco, o muy poco, la intervención de un chipset puesto que presenta un gran número de controladoras integradas y un interfaz de comunicación sorprendente.
El TR4 es seguramente el socket más grande que ha visto el mercado doméstico, pero también da soporte a algunos de los procesadores más completos del mercado. Destacan también los 8 bancos de memoria DDR4 en cuádruple canal de esta placa.
Aun así, aun hay cosas que no se integran en el procesador y que tienen que ser gestionadas por un chipset que acompañe. La comunicación entre procesador y chipset viene de la mano de un interfaz PCI Express 3.0 4x.
El X399 nos añade una controladora SATA para 8 puertos, con funciones RAID, y la conectividad USB necesaria según el soporte del propio procesador. Esto incluye puertos USB 3.1 Gen2 con hasta 10Gbps de ancho de banda, y como no, conectores PCI Express extra para conectividad adicional como controladoras Ethernet, Wifi, etc.
El almacenamiento principal, tan espectacular, que disfruta esta placa base viene proporcionado, en buena medida, por el propio procesador. El Threadripper tiene una capacidad conectiva sobresaliente y se traduce en configuraciones de almacenamiento prodigiosas que, por desgracia, aun no tienen un driver que facilite su uso en modos RAID, que se ha publicado precisamente hoy.
Tres bancos de almacenamiento M.2, cada uno con capacidad para hasta 32gbps y ahora con soporte RAID.
La placa dispone de tres puertos PCI Express en formato M.2 Socket 3 con hasta 32gbps de ancho de banda por cabeza. Dos de ellos alcanzan los 80mm de largo y otro llega hasta los 110mm de largo. Podemos instalar hasta tres tarjetas de almacenamiento M.2 de alta velocidad sin pérdida de rendimiento gracias a las 64 líneas PCI Express que ofrecen estos procesadores.
El poderoso sistema de almacenamiento de la MSI X399 Gaming Pro Carbon AC se completa con los “Shield M.2” de MSI que tienen una doble función, proteger la unidad instalada y refrigerar mediante el contacto con un material térmico que, según MSI, puede reducir las temperaturas de trabajo de las unidades instaladas hasta en 15 grados.
El sistema de almacenamiento se completa con 8 puertos SATA, seis con configuración en 90 grados, donde instalar unidades SATA convencionales en configuraciones RAID de hasta tipo 10. Creo que no se puede pedir más, aunque estas placas dan de lado a otras tecnologías, como el Express SATA, que también hemos dado por muerto la gran mayoría de usuarios.
Ampliación y conectividad
Entre slot M.2 y slot M.2 de la X399 Gaming Pro Carbon AC MSI consigue colocar cuatro puertos PEG con formato 16x pero, como es lógico, no todos tienen soporte para enlaces de 16x. Para tener esta conectividad tenemos que usar los puertos 1 y 3, los puertos 2 y 4 están limitados a 8x, que por otro lado es más que suficiente para una gráfica moderna.
Entre los cuatro slots, y los M.2 más cortos, podemos encontrar dos puertos PCI Express 3.0 de tipo 1x. Es un añadido interesante, que mantiene siempre la separación de doble slot entre los conectores principales, y que maximiza la posibilidad de ampliación del PC que tenga la suerte de estar equipado con una placa base de esta gama.
El panel posterior esta repleto de conectores USB y podemos ver otros elementos interesantes como botones de borrado de CMOS, o recuperación de bios, además de conectores de legado como ese puerto PS2 en color rojo.
El resto de la conectividad es realmente potente. Contamos con hasta 5 puertos USB 3.0 frontales, de los cuales dos son de tipo USB 3.1 Gen2, además de hasta 6 puertos USB 2.0 (cuatro frontales) también soportados por el chipset. MSI ha añadido una controladora ASMedia ASM3142 para dar soporte USB 3.1 Gen2 a dos de sus conectores traseros, uno de tipo USB-C, y el procesador se encarga de ofrecer otros 8 puertos USB 3.1 también para la parte trasera. Son un total de 21 puertos USB.
La conectividad de red es amplia, con Wifi-AC incluido, y está bien elegida. El chipset Ethernet es un Intel i211 con conectividad Gigabit y la tarjeta inalámbrica, que también incluye Bluetooth, es un módulo “externo” con un chipset Intel Centrino 8265 de doble banda y conectividad de hasta 867mbps.
El diseño habitual en la gama Carbon
Esta no es la primera placa base que probamos dentro de la gama Carbon de MSI. Su nombre viene de su diseño, con elementos que simulan este material, la fibra de carbono, en su trama habitual. Podemos comprobarlo en detalles del chipset, de la zona de aislamiento de la tarjeta de sonido y también en la cubierta de los conectores traseros de la placa.
Esta gama también se caracteriza por su PCB completamente negro y con sus elementos de color mediante varias zonas con iluminación RGB. Este modelo encontraremos también los soportes metálicos adicionales (Steel Armor) que MSI instala para los bancos de memoria y algunos de los slots de ampliación.
MSI ha cogido algo de fondo extra, y ha podido añadir controles en placa y otros elementos importantes en una placa base de gama alta.
Es de tamaño ATX, pero MSI se ha tomado la licencia de añadir unos 12mm más de tamaño sobre los taladros inferiores. En este espacio, que no debería ser problema para cajas con 8 slots de ampliación, que son legión, MSI coloca elementos muy interesantes como conectores frontales, el Display POST con información de diagnóstico y botones directos para el control de los perfiles de overclocking por hardware, o software, además del encendido y reset.
La MSI X399 Gaming Pro Carbon AC Es una placa donde encontraremos los elementos fundamentales para Threadripper, como sus 8 slots de memoria donde podemos instalar memorias DDR4 de más de 3600MHz, mediante overclocking, con hasta 128GB de capacidad total. Tiene también los dos conectores de alimentación auxiliar para CPU, para lograr con soltura los 165-185w que consumen estos procesadores.
Tiene siete conectores para ventiladores y un conector PCI Express extra, de seis contactos, para garantizar la buena alimentación de los slots de ampliación PCI Express. Una placa sin mucho espacio extra, sobre todo por lo inmenso de las dimensiones del socket TR4 de AMD, pero muy bien organizada, con todos los elementos donde deben estar.
Funcionalidad de software y sonido
MSI presume actualmente de una de las bios mejor diseñadas del mercado. Rápida, de acceso sencillo y con un montón de ayudas para los usuarios que no sean expertos y con menús avanzados para los que quieran adentrarse en la optimización personalizada de su sistema.
Entre los sistemas asistidos encontramos una gran gestión para perfiles XMP de memorias de alta velocidad, múltiples niveles de overclocking pre-programados o un asistente para crear unidades RAID SATA o M.2. También tendremos un potente sistema de gestión de ventiladores para que podamos sacar lo mejor de nuestros componentes sin dejar de lado un comportamiento sonoro muy afinado.
MSI ofrece también un potente conjunto de aplicaciones para optimizar y mejorar la gestión de nuestro sistema operativo. Tiene un buen gestor de actualizaciones de drivers y utilidades, que nos mantendrá el sistema al día sin esfuerzo, y un paquete de aplicaciones muy interesante.
Entre este conjunto de aplicaciones gratuitas con las que cuenta la MSI X399 Gaming Carbon Pro podemos encontrar el clásico “Command Center” de MSI y otras aplicaciones conocidas como el sistema “Xboost” de MSI para optimizar el sistema, un generador de unidades RAM Disk, modos de carga extendida para conectores USB, gestor de arranque rápido con inicio directo en bios, el acelerador de unidades USB 3.1 de MSI y también el controlador Mystic Light que nos permite gestionar toda la iluminación RGB de nuestro sistema, incluido otros componentes compatibles como lámparas de caja, disipadores, tarjetas gráficas, memorias, etc.
El sistema de sonido no tiene tanto “bombo y platillo” como podemos ver en otros modelos de la marca o en otras placas base de gama alta, pero tiene, una vez más, la esencia para ser un sistema solvente, como poco. El DSP es un Realtek ALC1220, que se usa en las mejores tarjetas de sonido integradas y en muchas dedicadas, con un sistema de PCB separado, componentes específicos para sonido de alta definición y amplificador integrado para sacar lo mejor de tus auriculares con impedancia de monitor.
MSI no tiene la mejor bios UEFI del mercado pero ha mejorado con cada generación y ahora es bastante accesible y tiene los asistentes, por hardware incluso, para que cualquier tipo de usuario pueda aprovechar todo su potencial.
Uno de esos asistentes, el mejor de todos, es su configurador de ventiladores. Que nos permite tener nuestro sistema bien disipado pero reduciendo el ruido de forma notable y usando siempre un método progresivo.
Y los usuarios con experiencia tendrán todos esos parámetros especializados que pedimos a una placa base como esta. Tiene un buen soporte para perfiles XMP, usados en memorias de alta velocidad, y una profunda configuración de latencias, frecuencias, voltajes y un buen sistema de perfiles de overclocking por hardware.
Soporte perfecto para Threadripper
Los precios de estas placas no son para hacer muchos amigos, son casi 400 Euros y tampoco hay muchas opciones más baratas, entre ellas la recién presentada MSI X399 SLI Plus. Son caras, pero estas plataformas son caras, también la de Intel. Aun así, creo que dentro de su gama esta placa es bastante competitiva porque también es muy completa.
MSI tiene una buena bios y un buen paquete de programas con uno de los actualizadores automáticos más eficientes del mercado. Es una placa que respeta bien el tamaño ATX, aunque es algo más alta de lo normal, lo que facilita su montaje en todo tipo de cajas.
Tiene todo lo que buscamos de una placa moderna y sobresale en su capacidad conectiva y de almacenamiento, gracias sin duda al gran soporte conectivo que tienen estos procesadores que además se ve bien complementado con el chipset X399.
Es una placa donde hemos disfrutado de nuestro segundo contacto con el mundo Threadripper, el Threadripper 1920X, pero eso nos lo reservamos para nuestra próxima review puesto que es justo que tenga su propio análisis completamente dedicado. Un análisis donde este procesador brilla y sin duda buena parte de ese éxito se debe a esta magnífica placa base.