MSI GT75VR Titan Pro
Los portátiles gaming han evolucionado hasta tal punto que es posible tener modelos con grosores propios de ultrabooks y manteniendo potencias más que solventes. Sin embargo, si queremos el máximo rendimiento en un formato portátil tendremos que olvidarnos de florituras es ir a equipos donde la ligereza o tamaños compactos pasan a un segundo o tercer plano como este MSI GT75VR Titan Pro.
Este equipo es un Portátil Gaming con mayúsculas, un equipo donde lo primero de todo es el rendimiento y las prestaciones y donde da igual si tiene que tener un grosor de 5 centímetros o pesar casi 5 KG, lo que importa es el rendimiento y poder refrigerar todo sin problemas y, al menos en papel, el equipo promete con ese Core i7-7820HK, la GTX 1080 o su panel de 17,3 pulgadas 4K.
Veamos de lo que es capaz el MSI GT75VR Titan Pro.
Especificaciones técnicas
- Pantalla 17,3” 4K 60 Hz G-SYNC
- Procesador Intel Core i7-7820HK
- 32 GB RAM DDR4 2.400 MHz
- NVIDIA GeForce GTX 1080 8 GB GDDR5X
- Raid 0 512 GB SSD M.2 NVME + HDD 1 TB
- Teclado Mecánico RGB Rapid Steelseries
- Killer WiFi 802.11ac + Ethernet
- Sonido 2.1, ESS SABBRE HiFi DAC y Nahimic 2,
- 428 x 314 x 58 mm
- 4,56 KG
Ya avisamos que esto no es un ultrabook ni lo pretende, tampoco buscaremos aquí un diseño sobrio o elegante, es un portátil llamativo tanto en tamaño como en potencia y en diseño no iba a ser menos.
La tapa de la pantalla es de aluminio y tiene el logo de MSI con el dragón iluminado en la zona central, cuenta con dos líneas rojas que le dan un toque “gaming”.
El perfil de este portátil es monstruoso, casi 6 centímetros de grosor donde podríamos apilar 4 o 5 ultrabooks y aún puede que nos sobre espacio. En la parte trasera tenemos dos enormes toberas para expulsar aire del sistema de refrigeración de la gráfica y de la CPU, además de salidas HDMI, USB-C 3.1 y Thunderbolt 3, Displayport y Ethernet.
Las toberas también aparecen en los dos laterales, ya que cuenta con 4 disipadores en total. En los mismos laterales también encontramos más puertos USB 3.0 y cuatro puertos de audio
Abrir la tapa podemos ver la pantalla rodeada de unos más que generosos marcos que nos recuerdan que el ahorro de espacio, marcos mínimos y esas cosas son algo muy en segundo plano.
Al teclado le dedicaremos una sección porque se lo merece, a modo de introducción, se trata de un teclado con iluminación RGB bastante potente de Steelseries que integra los interruptores mecánicos RAPID con una distancia de actuación de 1,5 mm, pero ya os adelantamos que nos han gustado mucho.
El trackpad está situado en la zona central ligeramente inclinado hacia la izquierda y a la derecha tenemos botones de encendido y de configuración de funciones como el de poner los ventiladores al 100% o el de cambio de configuración del teclado.
Diseño Interno
Aquí es donde vemos en todo su esplendor la razón de tener un cuerpo tan grueso y unas dimensiones tan generosas. El MSI GT75VR Titan Pro es todo un portento en componentes, y aquí no hay restricciones de espacio para conseguir un sistema de refrigeración que no tenga problemas en mantener bajo control las temperaturas de su procesador y gráfica, incluso con overlock.
Para ello nos encontramos con 4 disipadores refrigerados por dos grandes ventiladores de turbina y un conjunto de 10 heatpipes de cobre, 3 para el procesador y 7 para la tarjeta gráfica.
Habiendo tanto espacio, tenemos un bloque de aletas de aluminio encargado de disipar el calor generado por los dos SSD M.2 NVMe, algo que permitirá que ofrezcan en máximo rendimiento sin sobrecalentamientos.
Debajo de los SSD M.2 tenemos un disco duro mecánico de 2,5” SATA.
A la derecha de este bloque de almacenamiento tenemos la batería, bastante pequeña en comparación con todo el espacio que hay. Hay que tener en cuenta que este tipo de portátil son para utilizar conectados a la corriente, de hecho el rendimiento cae estrepitosamente si los desconectamos.
También podemos ver el Subwoofer y los dos altavoces, unos elementos que cumplen a la perfección su trabajo con un sonido alto y claro durante las partidas, tener tanto espacio permite también mejorar la calidad de audio de este tipo de equipos.
El acceso al interior del portátil es muy sencillo, solo hay que sacar los tornillos convencionales y retirar la tapa.
Podremos añadir más memoria en los dos SO-DIMM que quedan libres hasta un máximo de 64 GB. E incluso la tarjeta gráfica se podría sustituir al estar en formato de tarjeta MXM.
Uno de los detalles que más nos ha gustado de este MSI GT75VR Titan Pro es su teclado mecánico. La propia MSI había integrado teclados mecánicos completos en sus equipos más grandes, como el GT83, pero ese tipo de teclados ya dejaba de ser algo propio de un portátil y hacían que su grosor aumentara todavía más.
Quizás el GT75 no sea el equipo para ponerse a mirar el grosor del teclado, pero sí que nos da una pista de por donde podrán ir los tiros en un futuro en la familia de portátiles de MSI.
El teclado está firmado por Steelseries y cada tecla mecánica Rapid tiene un perfil más bajo que el de un teclado mecánico de sobremesa, pero bastante mayor que el de los teclados de clichet de portátiles.
En concreto son 1,5mm de distancia de actuación que tiene cada uno de los interruptores que lo forman, lo que hace que ofrezcan un “feedback” de pulsación muy bueno, notas cuando pulsas la tecla y como se mueve hasta registrar la tecla y vuelve a su posición gracias a este recorrido.
Es cierto que en esto de los teclados cada usuario tiene sus preferencias, los hay que prefieren teclados con recorridos más largos o más cortos, con distintas fuerzas de actuación, pero en un portátil gaming como este yo creo que los interruptores escogidos por MSI son todo un acierto.
Ojalá veamos estos interruptores integrados en toda su línea de portátiles gaming, aunque haya que sacrificar un poco el grosor.
La distribución del teclado es más o menos estandarizada, el Enter no es tan grande como nos hubiera gustado y hay algunas teclas cambiadas o que faltan (la ausencia de tecla FN en la parte izquierda es bastante frustrante).
La iluminación RGB se ve perfectamente, este equipo no sufre de luces tenues o poco visibles y se puede hacer toda una fiesta de color con los distintos modos de colores independientes en cada tecla
Por otra parte, el trackpad tiene un comportamiento correcto sin problemas y unas dimensiones cómodas. Además, los dos botones físicos del mismo tienen también un recorrido bastante grande y no desentonan para nada con el resto del teclado.
El MSI GT75VR tiene dos opciones de pantalla posibles en 17,3” y, en este caso, hemos recibido la unidad que se vende en España con pantalla 4K y panel de tipo IPS, con 60 Hz y G-SYNC y que es capaz de representar al completo la gama de color Adobe RGB.
Un panel con estas especificaciones, al menos las relativas a la representación de color, no suele ser habitual en portátiles gaming ya que suele ser una función más requerida en equipos de trabajo para diseño. Sin embargo, no hay que olvidar que un equipo con esta potencia no tiene por qué utilizarse únicamente para jugar y puede ser una buena Workstation para tareas multimedia.
Hemos realizado nuestra batería de pruebas de pantalla para comprobar si realmente el panel es capaz de lo que dice.
Empezamos primero por la gráfica C1E que nos muestra, precisamente, la gama de colores que es capaz de representar. He de confesar que he repetido las mediciones varias veces por si se trataba de un error de medición, pero no, los resultados son consistentes y este panel cumple lo que dice, es capaz de cubrir no solo el 100% de la gama Adobe RGB, sino que supera esa cobertura.
Naturalmente, cubrir la gama sRGB (triángulo gris interior) no es ningún problema al ser mucho más corta que Adobe RGB.
Sin duda unos resultados sorprendentes que convierten al MSI GT75VR Titan Pro en el portátil con la mejor pantalla en cuanto a representación de colores se refiere.
El portátil cuenta con distintos preset de color, hemos marcado el “modo sRGB” que es el más común para ver cómo viene la calibración de serie RGB en la escala de grises.
Los resultados no son especialmente buenos si buscamos lo más cercano a la realidad, podemos ver como el verde sí que se mantiene muy cerca del 100% ideal, pero el rojo está bastante bajo en torno al 85% y el azul supera en todos los casos al 115%.
Esto es corregible calibrando la pantalla sin mucho problema, al menos si queremos tener una representación más fiel a la realidad, pero como siempre decimos, hay mucha gente que prefiere tonos más acules y fríos, por lo que eso es ya una cuestión de cada uno.
De hecho, en la prueba de balance de blancos podemos confirmar que tiende hacia el azul con una temperatura cercana a los 8000K, cuando el blanco “real” se considera cercano a los 6.500K.
Como siempre, os dejamos con el comparador de colores que deja ver la diferencia entre el color teórico y el que muestra la pantalla, a mayor numero, mayor diferencia y peor resultado.
En cuanto a los valores de brillo máximo y contraste nativo, tenemos que el panel 4K del MSI GT75VR ofrece un brillo máximo de 340 cd/m² y un contraste nativo de 731:1.
El panel es de tipo mate y nos evita molestos reflejos, además su hardware es perfectamente capaz de manejar los 4K de resolución, una cantidad de píxeles que se agradece en 17,3 pulgadas.
No nos extenderemos mucho sobre la autonomía de este equipo. Su batería es más que nada un SAI que evita que el portátil se apague si se va la luz para que podamos guardar nuestra partida sin perder el progreso. Más que por la autonomía en sí, porque no es capaz de entregar la potencia necesaria y el rendimiento cae en picado, de estar a 150 FPS en DOOM a pasar a un pase de diapositivas de menos de 10 FPS cuando estamos en batería.
Su autonomía, media con el test PCmark 8 que lo pone a trabajar con ofimática, multimedia y algo de juegos, nos dio unos resultados de 1,25 horas, una cifra baja pero que no se aleja mucho de otros equipos gaming menos potentes.
Aun así, su peso y dimensiones tampoco lo hacen un portátil para llevar por ahí y utilizar con batería.
Rendimiento
Pocos juegos podrían poner en aprietos a este hardware a día de hoy, la GTX 1080 es la tarjeta gráfica más potente del mundo para portátiles y, en este caso, no hablamos de versiones reducidas MAX-Q ni hay problemas de temperaturas como veremos en los test. Incluso tenemos margen para realizar overclock y el rendimiento se dispara aún más.
Lo mismo para el procesador, el Core i7-7820HK es una de las opciones más potentes para portátiles y se puede subir a 4,2 GHz sin que las temperaturas lleguen a acercarse a valores ni de lejos peligrosos, de hecho el throtling es algo inexistente en este equipo.
Hemos pasado distintos test de rendimiento, tanto sin overclock como con el máximo overlock posible en CPU y gráfica para que podáis ver lo que se puede exprimir a esta hardware ya de por si envidiable.
Temperaturas.
Como decíamos, el sistema de refrigeración de este equipo puede mantener bajo control a sus componentes sin ningún tipo de problema.
Durante sesiones de juego en DOOM con Vulkan a 4K y máximo de detalle, un juego que ya hemos visto en otros análisis como ponía en aprieto a los disipadores de portátiles, la temperatura máxima de la gráfica fueron 80 grados y el procesador 82 grados.
En cuanto a la temperatura exterior, la zona del teclado rondaba los 37 grados, por lo que no se sentía incómodo en ningún momento, además las teclas al estar más elevadas de lo normal también permitían estar a una temperatura aún inferior.
Para mantener estas temperaturas, el enorme sistema de refrigeración funcionaba sin descanso expulsando aire a más de 55 grados. Eso si, en el modo normal, sin activar el tope de velocidad de los ventiladores, mantenía unos niveles sonoros bastante bajos para lo que cabría esperar de un equipo de estas características.
Además, en caso de que nos veamos en un entorno con mucho calor, el portátil tiene un botón que colocará sus dos ventiladores al máximo de velocidad, un modo que genera un estruendo considerable pero con el que podremos utilizarlo al máximo de rendimiento incluso en verano.
De hecho, utilizando el portátil en juegos, pulsar ese botón significa una bajada de 10 grados en apenas unos segundos en procesador y gráfica.
Aunque nos gustan, y mucho, los portátiles finitos, ligeros y potentes, también nos encantan los modelos que no se imponen ningún tipo de restricción para sacar el máximo rendimiento. Podríamos decir que el MSI GT75VR Titan Pro es un PORTÁTIL GAMING con mayúsculas, ni pretende ser un ultrabook super fino, ni ser ligero ni tener una autonomía de horas. Solo ofrecer el mejor rendimiento y sin tener que andar racaneando con limitaciones de velocidad para evitar sobrecalentamientos.
En este equipo todo puede funcionar al máximo de rendimiento, o incluso más con el considerable overclock que se le puede realizar, sin flaquear en ningún momento por falta de refrigeración. Esto lo ha coronado como el portátil con mayor rendimiento de CPU que hemos probado jamás en Geeknetic y solo superado por el MSI GT83VR y sus dos GTX 1080 en SLI en la parte gráfica. Y su RAID de SSD NVMe no desentona lo más mínimo.
Eso sí, todo lo que tiene de exclusivo, potente y grande este equipo lo tiene de caro, hablamos de 3.900 Euros que cuesta en nuestro país el MSI GT75VR Titan Pro. Pero al igual que en otros modelos de portátiles los precios se disparaban por la dificultad de crear diseños muy finos y compactos a la par que potentes, en este caso todo el “presupuesto” se va únicamente en el rendimiento y potencia brutas.
No nos podemos olvidar de su pantalla, capaz de cubrir más del 100% de la gama de colores Adobe RGB ni de su teclado mecánico que nos ha gustado tanto que esperamos poder ver pronto en el resto de la gama de portátiles gaming de MSI.
Sin duda el MSI GT75VR Titan Pro hará las delicias de los que buscan el máximo rendimiento en un portátil que puede sustituir fácilmente a muchos sobremesa de gama alta en cuanto a potencia y prestaciones se refiere.