Review Gigabyte Aorus Geforce RTX 2080 Gaming OC 8G
Nvidia ha dado el paso para empezar a incorporar la técnica de Raytracing en tiempo real en el mundo de los vídeo juegos para PC. Un salto para muchos prematuro porque aun estamos lejos de usar esta técnica que se aplica en la cinematografía con meses de trabajo en enormes granjas de renderizado y que Nvidia pretende aplicar en tiempo real en juegos de ultima generación.
Esto simplemente es hoy una utopía, como ya lo era cuando Nvidia empezó a soñar con cambiar el método de rasterización clásico por esta técnica más realista. Por ello de momento solo lo veremos aplicado en ciertos efectos en juegos preparado para ello. Sin embargo, estas tarjetas también tienen otro desafío, ser una alternativa real para jugar a resolución 4k con la exigencia de que los monitores modernos están avanzando más rápido que las gráficas exigiendo ahora tasas mayores de refresco y por tanto más potencia de proceso.
Gigabyte imprime en su gama Geforce RTX diversas mejoras sobre el modelo de referencia, que por cierto ya no tiene nada que ver con las Founders Edition que Nvidia ha tenido en preventa varias semanas ya que estas también llevan overclocking sobre el modelo de referencia. La diferencia sobre las opciones de Nvidia es que Gigabyte no tiene problema en maximizar la capacidad de ventilación de sus tarjetas incluyendo mejoras en el diseño del sistema de disipación y tampoco tiene problemas en introducir modos de ventilación híbrida que reduzcan el ruido a cero cuando no estamos exigiendo a la tarjeta.
SLI es historia, ahora esta gama, solo RTX 2080 y RTX 2080Ti incorporan el nuevo conector NVLink con hasta 100GBps de ancho de banda entre tarjetas. El puente cuesta unos 30 Euros adicionales.
En esta tarjeta encontraremos todos los elementos claves de esta generación en su versión RTX 2080 que, como ya sabéis, es el segundo modelo en rendimiento de esta generación. Dispone de 2944 motores CUDA, 8GB GDDR6 con una frecuencia de 14Gbps montadas en un bus de 256-Bit que es capaz de generar hasta 448GBps de ancho de banda.
Una tarjeta impresionante pero su uso de aluminio y otros materiales ligeros la hacen bastante liviana y es factible usarla en combinación con otra tarjeta o en slot verticales sin problema alguno.
Dentro de las unidades de proceso menos clásicas que incluye la arquitectura Turing la Geforce RTX 2080 dispone de una capacidad de proceso de 8Gigarays por segundo, con 60 billones de operaciones RTX, gracias a sus 46 núcleos RT incorporados.
La capacidad de “machine learning” o IA de estas nuevas tarjetas viene también de la mano de unidades dedicadas. En este caso la RTX 2080, también en este modelo de Gigabyte, integra 368 unidades Tensor que no llegan a los 100TFlops de la RTX 2080Ti, pero si a los 68TFlops. Como sabéis estas unidades son importantes para el desarrollo de la nueva tecnología de antialiasing de Nvidia denominada DLSS.
En cuanto a frecuencias el modelo de referencia de Nvidia habla de 1710MHz de GPU para este modelo y siempre basándonos en frecuencias turbo, la frecuencia base se queda en 1515MHz. El modelo Founders Edition de Nvidia eleva esta frecuencia de trabajo hasta los 1800MHz en modo turbo, Gigabyte añade mas leña al fuego y ofrece dos modos de overclocking predefinidos en fábrica de 1815MHz, modo gaming, y 1830MHz, modo OC.
El consumo de esta tarjeta es de 225w, monta para ello un conector PCI Express PEG de 8 contactos y otro de 6 contactos. Esta pensada para requerir una fuente de 650w teniendo en cuenta todo el resto del sistema que debe ir detrás de ella.
Esta Geforce RTX 2080 se diferencia del modelo de referencia gracias a su disipador completamente rediseñado por Gigabyte que incorpora algunas mejoras importantes sobre el disipador de referencia de Nvidia, el que montan las Founders Edition. Estas han cambiado el diseño de turbina por uno de doble ventilador refrigerando una cámara de vapor de grandes dimensiones que permite más refrigeración para el consumo añadido que tiene esta generación.
Gigabyte usa un diseño similar, aunque cambia la cámara de vapor por seis heatpipes compuestas (con doble superficie solida dentro del tubo) de contacto directo con la GPU y apoyados por tres ventiladores donde el central esta girando al contrario de las agujas del reloj a bien de sincronizar su giro con los otros dos ventiladores de los extremos y reducir las turbulencias mejorando de forma notable el flujo de aire dentro de la tarjeta.
Es discreta en cuanto a leds, solo incorpora el logo de Gigabyte y un par de leds en los conectores PCI Express a modo de monitorización de que la corriente de entrada es la adecuada.
Gigabyte incluye también un backplate metálico, para rigidizar la tarjeta y mejorar la refrigeración. Dispone, como ya os podéis imaginar, de un voluminoso sistema de radiador en aluminio alimentado por las heatpipes de contacto directo y que también hace contacto con otros componentes importantes como memorias o VRM.
Una de las ventajas fundamentales de este diseño es que tiene modo de funcionamiento híbrido. Si la tarjeta no pasa de los 65 grados, según nuestras mediciones, no se activa ninguno de los ventiladores. Eso significa ruido 0 en reposo, tampoco hemos percibido en este modelo ningún tipo de ruido eléctrico en reposo.
Los tres ventiladores tienen un diámetro de 82mm, velocidad de giro variable y configurables completamente por el usuario mediante cualquier aplicación compatible o desde el Propio Aorus Engine. El disipador también tiene un led lateral, de tipo RGB, que también podemos configurar desde la aplicación de control de Gigabyte o desde RGB Fusion para una sincronización total con otros elementos de iluminación de la placa base, memorias, etc.
A falta de probar una tarjeta de referencia, que no hemos tenido oportunidad, la Gigabyte Aorus Geforce RTX 2080 Gaming OC 8G continua el camino marcado por las anteriores generaciones. Ligeros toques de rendimiento al alza y un buen sistema de ventilación que reduzca el ruido o permita aumentar la capacidad de overclocking.
Eso se ve claramente en nuestras pruebas de ruido e imagen térmica que hemos capturado en estados de reposo y carga de la tarjeta. Los niveles de ruido, a un metro y con la caja abierta, es de 0dBA en estados de reposo, gracias al sistema de ventilación íibrido. En carga la tarjeta alcanza los 37dBA de ruido, que es una cifra perfectamente aceptable teniendo en cuenta que son tres ventiladores trabajando al unísono.
La hemos probado en vertical, en un montaje moderno y como el que podría hacer cualquiera en casa. Las medidas de temperatura y ruido han sido tomados con la ventana abierta.
La imagen térmica en reposo ofrece temperaturas de salida muy controladas, en torno a los 50 grados, también con la caja abierta de la caja y temperatura ambiente de 25 grados. Cuando ponemos la tarjeta en estrés lo cierto es que sale fuego de la tarjeta. Las temperaturas de trabajo son superiores a los 80 grados, pero dentro de las especificaciones, y la temperatura de salida ronda esa cifra. Más vale tener una caja bien refrigerada si no queremos que la gráfica suponga un problema serio para el resto de los componentes. Aun así, tampoco es nada que no hayamos visto en otras generaciones de tarjetas, tarjetas graficas con TDP de 225w ha habido desde hace varias generaciones.
Captura térmica en reposo, las temperaturas de superficie alcanzan los 50 grados.
Captura térmica en estrés, la zona de CPU alcanza los 82 grados sobre la superficie.
En este vídeo podemos ver como funcionan los ventiladores de la Gigabyte Aorus Geforce RTX 2080 Gaming OC 8G y como es capaz de pararlos completamente cuando la tarjeta esta en reposo. También se aprecia el giro inverso del ventilador central.
La conectividad de la Aorus Geforce GTX 2080 Gaming OC 8G es la misma que encontraríamos en la tarjeta de referencia de Nvidia. Tiene tres conectores Displayport 1.4a capaces de ofrecer HDR (10-Bit) en resoluciones 4k con hasta 120Hz de frecuencia vertical o resoluciones 8K HDR a 60Hz. Sus tres conectores admiten configuraciones Surround de hasta cuatro monitores y ofrece también conectividad HDMI 2.0 para soporte 4k 120Hz en televisores y monitores compatibles.
El panel de conectores es idéntico al que encontraríamos en una "Founders Edition" de Nvidia, incluido el magnífico conector USB-C con DP Alternate Mode.
Ciertamente tampoco hay gran novedad salvo porque Nvidia por fin ha hecho suyo el conector USB-C con su modo alterno que permite transportar corriente, hasta 27w en la implementación de Nvidia, vídeo Displayport 1.4a y conectividad USB 3.1 Gen1 por el mismo conector. Esta pensado para nuevas generaciones de sistemas de realidad virtual de ultra-alta definición que solo requerirán de un cable para recibir alimentación, conectividad de periféricos y video.
Aun así, tiene también más aplicaciones, como conectar pantallas alimentadas por el mismo conector y completamente compatibles con el uso de una salida tradicional de vídeo. Algo que en portátiles llevamos disfrutando una temporada y que ahora también esta al alcance de cualquier usuario de ordenador de sobremesa.
Nos ha sorprendido gratamente que la capacidad de overclocking de esta tarjeta ronde las mismas cifras, con mas consumo, que la generación anterior. Consigue 2085MHz estables, sin tocar voltaje, y sin ningún tipo de artefacto en pantalla. La memoria, eso sí, la hemos dejado de serie, para evitar precisamente el pernicioso efecto de los artefactos en pantalla. Para mi es un resultado excelente, más de 200MHz sobre la frecuencia de fábrica más elevada que ofrece la tarjeta y manteniendo temperaturas y niveles de ruido perfectamente aceptables.
La temperatura de 60 grados, con una frecuencia de trabajo de 2085MHz, y sin artefactos, es una combinación excelente. Esta generación de gráficas de Nvidia no ha perdido la capacidad de overclocking de generaciones anteriores.
Cuando intentamos pasar a 2100MHz si que empezamos a tener leves artefactos en pantalla. Nuestra política es cero fallos visuales, como la vuestra, así que con este modelo tendremos que conformarnos con una frecuencia algo superior a los 2000MHz. Eso supone un 10% más de rendimiento en la GPU y lo tenemos en cuenta en nuestras siguientes tablas de resultados.
Mesa de pruebas
Ashes of the Singularity (DX12) 1080
DOOM (Vulkan) ultra 1080
Halo Wars 2 (DX12) ultra 1080
Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 1080
Total War: Warhammer (DX12) ultra 1080
Battlefield 1 (DX12) ultra 1080
StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 1080
Ashes of the Singularity (DX12) 1440
DOOM (Vulkan) ultra 1440
Halo Wars 2 (DX12) ultra 1440
Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 1440
Total War: Warhammer (DX12) ultra 1440
Battlefield 1 (DX12) ultra 1440
StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 1440
Ashes of the Singularity (DX12) 2160
DOOM (Vulkan) ultra 2160
Halo Wars 2 (DX12) ultra 2160
Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 2160
Total War: Warhammer (DX12) ultra 2160
Battlefield 1 (DX12) ultra 2160
StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 2160
3DMark Firestrike
3DMark Firestrike Ultra
Para darle más interés a este análisis he introducido también algunas pruebas que van a servir de base a nuestra progresiva migración a Threadripper como plataforma para pruebas de juegos. El AMD Threadripper 2990WX es el mejor procesador del mercado y sin duda es un salto interesante sobre nuestro Core i9-7900X.
Rendimiento en 1080
Rendimiento en 1440
Rendimiento en 2160
Ghost Recon Wildlands en resolución 4K con nivel de calidad Ultra. Media de 40FPS, 36 FPS con captura de vídeo:
Star Wars Battlefront en modo DX12, resolución 4K con nivel de calidad Ultra. Media de 62FPS, 60 FPS con captura de vídeo:
La Demo Infiltrator de Turing nos ofrece un vistazo de lo que supondrá el sistema de antialising DLSS asistido por los Tensor Core de Nvidia. Una mejora de hasta 15FPS según la demo. Tomadlo como lo que es, una demo del fabricante. Habrá que esperar a juegos reales para ver realmente la mejora:
La nueva gama Geforce RTX 2080 de Nvidia ofrece menos de lo que esperábamos para su precio, de media es un 5-10% más rápida que una Geforce GTX 1080ti, que es hoy más económica que este modelo, por más de 150 Euros. Nvidia quiere que se compare con su homóloga de la generación anterior, la GTX 1080, pero sin duda el precio para las gráficas es cada día mas importante y esa mejora del 30-40% se disipa en los precios para la GTX 1080, que sigue siendo una gráfica excelente para resoluciones 2K, que actualmente rondan los 500 Euros.
Otra de las carencias importantes que vemos a estos chips es que sus dos grandes prestaciones nuevas, el renderizado híbrido con Raytracing y el sistema de antialiasing DLSS, no están disponibles realmente en ningún juego actual y no lo podrán estar hasta que Windows 10 no reciba su actualización de octubre. A partir de ahí habrá que ver que juegos lo van integrando y si realmente se establecen como un método de trabajo habitual entre los principales desarrolladores.
En cuanto a este modelo en concreto de Gigabyte, uno de los mas sencillos de la marca para esta nueva gama, nos ha sorprendido su calidad de fabricación, nos gusta que deja los elementos clave tal y como deben estar y su disipador es realmente eficiente combinando rendimiento y estados en reposo. Una tarjeta magnifica, pero con un precio difícil de asumir.