Review sobremesa MSI Prestige PE130 8th
La gama Prestige de MSI se centra en los creadores de contenido y gente que busca ordenadores solventes similares a la gama "gaming" pero con un diseño más elegante y alejado de la "agresividad" que suelen tener los equipos destinados para jugadores.
Con modelos disponibles tanto en formato sobremesa como portátil, el MSI Prestige PE130 que analizamos hoy se engloba en la primera de esas categorías con un sobremesa con formato compacto y un hardware que pretende agradar a profesionales o amateurs del diseño o creación de contenidos multimedia.
En concreto tenemos ante nosotros la versión Prestige PE130 8th Gen con procesadores Intel Core de octava generación con gráficos dedicados e incluso la opción de ampliación o sustitución de componentes de manera sencilla.
- Procesador Intel Core i5-8400 (6 núcleos a 2,8 GHz @ 4 GHz)
- Chipset Intel H310
- 8GB RAM DDR4
- NVIDIA GeForce GTX 1050 Ti 4 GB GDDR5 de perfil bajo
- SSD M.2 128 GB
- HDD 1 TB
- Audio 7.1 canales
- 2 x USB 3.0 traseros
- 2 x USB 2.0 traseros
- 2 x USB 2.0 frontales
- Puerto PS/2
- 3 x conectores de audio traseros + 2 frontales
- Salida de vídeo HDMI , DVI y Displayport (GTX 1050 Ti)
- Salida de vídeo VGA, HDMI y DVI (gráfica integrada Intel)
- 1 x Gigabit Ethernet
- Fuente de alimentación 300W 80 PLUS Bronze
- 420,2 x 163,5 x 356,8 mm
- 6,36 KG
- Peanas para colocarlo vertical
El Prestige PE130 es un ordenador con un diseño con líneas rectas en color blanco combinado con una zona inferior frontal que simula metal pulido y un led transversal en color azul-verdoso. Todo ello en un formato bastante compacto, sobre todo en cuanto a grosor se refiere, y con una forma que permite utilizarlo tanto acostado como en formato vertical.
Tenemos unas medidas de unos 42 cm x 36 cm con un grosor de 16,5 cm que lo convierten en un ordenador bastante pequeño que no ocupa demasiado incluso encima de la mesa de trabajo.
La carcasa principal es metálica y cuenta con una gran abertura lateral microperforada para permitir el paso del aire sin dejar entrar la suciedad exterior. En la zona superior también tenemos varios agujeros para ayudar en la expulsión del aire por la propia convección del aire caliente.
Otro agujero en la zona inferior ayuda también a la ventilación junto a un cuarto agujero con varias perforaciones en la parte trasera.
Es posible colocar al PE130 en formato horizontal o vertical mediante dos pequeñas peanas blancas incluidas.
En el frontal tenemos el botón de encendido junto a entrada y salida de auriculares y micrófono de 3,5 mm "minijack" y dos puertos USB 2.0. Abajo, donde el logo del dragón de MSI heredado de la división gaming, tenemos una zona con un LED verde/azulado fijo.
La parte trasera es metálica sin pintura blanca y deja ver las entradas y salidas. En la zona superior tenemos dos USB-A de tipo 2.0, un vetusto puerto PS/2, un DVI, un antiguo VGA y un HDMI. Estas tres salidas de vídeo son solamente para la gráfica integrada.
Seguimos con dos USB-A 3.0 y otros dos USB-A 2.0 al lado del puerto Gigabit Ethernet. Finalmente, tenemos tres puertos de audio para sonido multicanal.
Justo debajo encontramos la gráfica GTX 1050 Ti de perfil bajo y doble slot con su salida DisplayPort, HDMI y DVI. Bajo ella hay espacio para dos slots más PCI y, en la parte más baja de la caja, tenemos la toma de corriente de la modesta fuente de 300W.
Acceder al interior supone retirar 3 tornillos con un destornillador (no son tornillos que se puedan sacar a mano) para retirar la carcasa y dejar ver la distribución interna del Prestige PE130.
Como podemos ver no hay muchas florituras y estamos ante un PC muy sencillo y con bastante espacio libre.
La placa está basada en el modesto chipset H130 y cuenta con un pequeño disipador similar al de serie de Intel con un perfil bajo. Tiene dos slotsde memoria RAM DDR4 del cual solo está ocupado uno con 8 GB.
La tarjeta gráfica, la GTX 1050 Ti de NVIDIA, ocupa dos slots y tiene perfil bajo, por lo que en caso de quererla sustituir, tendremos que limiarnos a modelos con un alto muy reducido.
El SSD de 128 GB es de Western Digital y está en el puerto M.2 de la placa, mientras que el disco duro de 1 TB es un WD Blue de 3,5" que se encuentra en un módulo con capacidad para dos discos.
Abajo de todo está la fuente con certificación 80 PLUs Bronze y una potencia de 300W que, si bien es suficiente para el hardware que integra, tampoco deja mucho margen para ampliaciones.
Los cables de alimentación e IO están organizados con bridas y pegados al fondo mediante cinta adhesiva negra, no es que quede especialmente bonito, pero es un ordenador para tener cerrado y tampoco influye demasiado en el flujo de aire.
La refrigeración del PE130 se limita al disipador del procesador y a los dos ventiladores que integra la tarjeta gráfica que, además, no son precisamente silenciosos.
A pesar de ser un ordenador que se orienta a creadores de contenido, esta versión del MSI Prestige PE130 8th tiene algunas carencias o elementos mejorables si pretende ser una opción para creadores de contenido avanzados.
El procesador es un Core i5-8400, un modelo de octava generación que puede mover con solvencia programas de edición de contenidos gracias a sus seis núcleos, aún así, carece de hyperthreading por lo que en programas que aprovechen procesamiento multihilo (precisamente en edición multimedia es algo que se aprovecha bastante) se queda algo cojo en comparación con otros modelos con más núcleos/hilos. Posiblemente un Core i7 con hypertreading o, incluso mejor, un AMD Ryzen de segunda generación con más núcleos/hilos, hubiera sido una decisión más acertada. Aún así el Core i5-8400 no se comporta mal en general.
Sin embargo, es en la memoria RAM donde encontraremos una limitación importante, esta configuración solamente incluye 8 GB de RAM, una cifra que podría ir bien en un equipo centrado en ofimática o tareas no muy pesadas pero que es claramente insuficiente si nuestro objetivo es la edición, ya no hablamos de edición de vídeo, sino que simplemente, editar varias fotografías de alta resolución en un programa como photoshop de manera simultanea agradecería, al menos, 16 GB de RAM.
Es cierto que es posible ampliar la memoria, pero partimos de la base de que se trata de un equipo premontado pensado para creadores de contenido que buscan un ordenador para encender y funcionar.
La GTX 1050 Ti es una gráfica también bastante modesta, nos permitirá acelerar el renderizado de videos y procesado de imágenes, pero no se trata de una gráfica especialmente creada para ello. Puede manejar pantallas de alta resolución sin problemas. Buscando un aspecto más lúdico, es capaz de mover juegos a 1080p con detalles medios de calidad sin problema ninguno.
Para el almacenamiento se combinan un SSD de 128 GB M.2 NVMe con un rendimiento bastante modesto si lo comparamos con modelos de gama alta, ofrece en torno a 1 GB/s de lectura secuencial, junto a un disco duro mecánico de 1 TB. El SSD sirve para el sistema operativo y algún que otro programa, ya que si nos vamos a varios programas de edición de considerable tamaño se nos quedará corto.
El HDD sirve como apoyo para almacenar datos, pero con las limitaciones de rendimiento que tiene esta tecnología, con una tasa de transferencia que ronda los 110 MB/s
A pesar de ser un equipo bastante compacto y sin más ventiladores que el pequeño ventilador del disipador de perfil bajo y los dos ventiladores de la GTX 1050 Ti, las temperaturas del MSI Prestige PE130 8th se han mantenido bajo control en niveles bastante bajos incluso en test de rendimiento.
La GTX 1050 Ti no ha pasado de 60 grados, ni durante juegos ni durante benchmarks, aunque su sistema de dos pequeños ventiladores genera bastante ruido incluso en Idle, haciendo que el PE130 no sea precisamente un equipo silencioso. Quizás con una solución de un ventilador más grande se hubieran conseguido mejores resultados en ese aspecto.
Aunque el disipador de perfil bajo del Core i5-8400 pudiera parecer pequeño de más, la verdad es que es más que suficiente para mantener unas temperaturas en reposo que rondan los 30-35 grados y unas temperaturas máximas bajo carga poco por encima de los 70 grados.
A nivel externo el Prestige PE130 8th aprovecha todas las aberturas y expulsa el aire de manera eficiente por la parte superior y trasera como podemos ver en las capturas térmicas.
El MSI Prestige PE130 ofrece un total de seis puertos USB de tipo A, dos de ellos de tipo 3.0 y los otros cuatro de tipo 2.0. No hay ningún puerto 3.1 y eso supone que los creadores de contenido tendrán que conformarse con transferencias más lentas a unidades externas. De hecho, los dos puertos USB del frontal, que son los más accesibles y, por tanto, los más utilizados, son únicamente de tipo 2.0, algo que en pleno año 2019 no tiene mucho sentido en un equipo centrado en diseñadores y creadores.
Tampoco encontramos ningún puerto USB-C, un estándar que poco a poco va haciéndose un hueco en dispositivos externos y móviles, y mucho menos Thunderbolt 3.0.
Para la red tenemos, al menos en esta unidad, un puerto Gigabit Ethernet al que no hay ninguna pega que ponerle, pero no cuenta con WiFi. No obstante, es posible colocar una tarjeta en el puerto PCIe x1 que queda libre o algún adaptador USB.
Inclueye un puerto PS2 que hoy en día no tiene mucho sentido pero que tampoco sobra en caso de querer utilizar algún periférico desfasado.
Salidas de vídeo para la gráfica tenemos un Displayport de tamaño completo, un HDMI y un DVI, por lo que no tendremos problemas de conectividad de vídeo. En caso de querer usar solo la gráfica integrada tendremos que conformarnos con un DVI, un HDMI y un VGA.
El MSI Prestige PE130 se quiere orientar al sector de los diseñadores y creadores de contenido, sin embargo, como ya hemos visto, tiene algunas carencias importantes que no deberían en contrarse en un PC destinado a esos sectores.
El procesador no cuenta con hypertreading y posiblemente un modelo con más núcleos/hilos como un Ryzen de segunda generación o un core i7/i9 con HT serían mejor opción. También, la GTX 1050 Ti es una gráfica bastante modesta, aún así, estamos hablando de un equipo que tiene un precio por debajo de los 1.000 Euros y es entendible estos recortes en estos componentes. Además, aunque haya opciones mejores en CPU y GPU, ambos componentes se comportan bastante bien en la mayoría de tareas.
Aún así, hay que tener en cuenta el sobrecoste que suelen tener todos los equipos premontados respecto de su equivalente montado por piezas. Una configuración similar (con torre genérica) rondaría los 650 Euros para que nos hagamos una idea, pero tendríamos que montarlo nosotros.
El SSD de 128 GB es también bastante pequeño, aunque teniendo en cuenta el precio y que va acompañado de un HDD de 1 TB son entendibles estas limitaciones.
Sin embargo, los 8 GB de memoria RAM son una cantidad claramente insuficiente para un ordenador que busca un hueco en el mercado del diseño y la creación multimedia, y aún con un precio de 1.000 Euros sería exigible un mínimo de 16 GB. También echamos en falta opciones más avanzadas de conectividad, como más puertos USB 3.0, algún USB 3.1 y también algún tipo C al menos.
Uno de los aspectos que más nos ha gustado ha sido su comportamiento térmico, no es especialmente silencioso, pero con solo un disipador de perfil bajo para la CPU y dos pequeños ventiladores para la GPU es capaz de mantener ambos componentes frescos y sin ningún problema de throttling.
El diseño del equipo también es un punto a destacar, con unas líneas cuidadas que quedarán perfectamente en cualquier escritorio y un formato muy compacto que permite colocarlo encima o debajo de la mesa sin problemas.
El problema del Prestige PE130 es que se quiere orientar a un sector que suele exigir características y prestaciones algo más elevadas a las que ofrece en esta configuración. Si olvidamos la coletilla de "Designer & Creator's Desktop", tendríamos un ordenador de sobremesa compacto perfectamente válido para tareas ofimáticas, procesamiento general, reproducción multimedia o incluso gaming moderado con un diseño cuidado.