Mountain.gg Everest Max Review
Por nuestro laboratorio ya ha pasado el MAKALU 67, el ratón ultraligero que la nueva compañía Mountain.gg ha lanzado al mercado. Sin embargo, su producto estrella es, sin duda, el teclado modular Everest que hoy analizamos aquí en GEEKNETIC, en concreto en su variante con todos los módulos MAX.
A lo largo de la review del Mountain Everest MAX descubriremos qué nos ofrece este modelo y con qué características la compañía quiere entrar de lleno en un competitivo mercado. Su mayor baza son todas las opciones de configuración y personalización que ofrece, que va desde los módulos adicionales de numpad o pantalla multimedia, hasta la posibilidad de sustituir de manera sencilla todos y cada uno de sus interruptores mecánicos.
Hemos probado los modelos con interruptores Cherry MX RED y Cherry MX Silent, pero estará disponible con otras variantes y la posibilidad de cambiarlos a posteriori siempre estará ahí.
Básicamente, el Everest MAX está formado por el Everest Core, y los módulos del Numpad y DisplayDial. Es posible adquirir únicamente el Everest Core, que es el teclado base, o incluso el CORE Barebone, que es la base sobre la que se pueden colocar directamente los interruptores que queramos.
Características técnicas del Mountain.gg Everest Max
- Interruptores Cherry MX, con extracción en caliente (Probados MX Red y MX Silent).
- Distintos idiomas y distribución ANSI o ISO. (Probado modelo ANSI con distribución americana)
- Iluminación RGB en bordes y tecla a tecla.
- N-key rollover.
- Carcasa de aluminio.
- Tasa de muestreo de 1000 Hz.
- Procesador Cortex M0.
- Memoria para 5 perfiles.
- Conectividad USB 3.0 (USB 3.2 gen 1), USB-C con cable USB-A de 2 m.
- Hub de un puerto USB 3.0.
- Medidas de 265 x 461 x 43 mm.
- 1.373 gramos de peso (892g el teclado sin accesorios)
- Software Base Camp
- Accesorios:
- Media Dock Display
- Pantalla IPS de 240 x 240 píxeles.
- 5 botones multimedia personalizables + dial rotatorio.
- Numpad modular
- Teclado numérico completo.
- 4 teclas con pantalla personalizables.
- Reposamanos magnético acolchado
- Cable USB-C a USB-A de 2 m.
- Alargador USB-C macho a USB-C hembra.
- Kit de 5 interruptores Cherry-MX de distintos tipos.
- Keycap extra para ESCAPE.
- Herramienta para retirar teclas e interruptores.
- Elevadores magnéticos
- Media Dock Display
- Precio:
- Everest MAX: 249,99 euros.
- Everest Core (sin numpad o media dock): 149,99 euros.
- Everest Core barebone (sin interruptores): 129,99 euros.
Como primer teclado y gran lanzamiento de la compañía, se nota que Mountain.gg ha puesto todo el cuidado y esmero en el diseño del Everest, incluyendo ya su presentación, algo a lo que muchos fabricantes no suelen prestar mucha atención pero que da una buena impresión inicial, haciendo que nos dé la sensación de estar abriendo algo "especial".
Tenemos una caja con compartimentos donde vienen los distintos módulos y accesorios del teclado claramente diferenciados, con un compartimento superior donde va el teclado y el reposamanos.
El EVEREST MAX es la versión completa del Everest, es decir, tenemos la base, con todos los interruptores y teclas (MX-SILENT y MX-RED en los dos modelos (negro y plateado) que hemos probado. También se incluye, el media dock o display dual, el numpad con los cuatro botones-pantalla, un reposamanos magnético, un cable USB-C a USB-A de 2 m y un alargador.
Se incluyen también un set de 5 interruptores Cherry MX para que podamos probar, una herramienta para retirar las teclas e interruptores, una tecla ESC extra, y un conjunto de 8 elevadores magnéticos.
El Core, o núcleo del Everest Max es su teclado, un modelo QWERTY disponible en distintas distribuciones de idioma y ANSI o ISO (en este caso hemos probado el modelo ANSI con distribución americana). Como el teclado numérico es un módulo, la base no incluye teclas de este tipo ni tampoco teclas multimedia, aunque sí que tenemos una tecla FN para poder utilizar estas funciones.
Aunque la estructura inferior es de plástico ABS, bastante resistente, la carcasa superior del Mountain está fabricada en aluminio pulido en la parte más elevada.
El espacio donde están las teclas tiene un mecanizado CNC que le da un toque industrial bastante interesante. También podemos ver que la tecla ESCAPE tiene un keycap personalizado de mountain. Si preferimos una tecla ESC normal, se incluye gratis. Además, hay que mencionar que la compañía vende kits de teclas de distintas formas, artesanales o no, con acabados translúcidos, etc. Por lo que es posible personalizarlas todas con sus propios modelos, o con cualquier keycap estándar de terceros.
En este pequeño estuche podemos ver la tecla ESC junto con 5 interruptores extra, además de los elevadores y la herramienta de extracción.
Se incluye un interruptor MX Blue, MX red, MX Silver, MX brown y MX Silent, para que podemos probarlos y escoger de cara a una actualización futura.
El sistema escogido por la compañía en el Everest es de tipo hot-swap o extracción en caliente, eso significa que podemos sustituir los interruptores de manera directa, sin apagar el teclado, y sin necesidad de soldaduras.
Cada interruptor tiene una carcasa translúcida para mostrar mejor la iluminación RGB integrada en el PCB.
Como os decíamos, el PCB del Everest está listo para poder fijar los interruptores sobre la marca, para ello tiene dos conectores donde se enganchan los dos contactos de cada interruptor.
Pasamos ahora al diseño inferior. Aquí podemos ver distintos carriles para enrutar el cable principal, o incluso pasar cables de otros dispositivos.
El conector del teclado es USB-C, aunque el teclado incluido tiene una terminación USB-A para poder utilizarlo en ese tipo de puertos.
El USB-C es el puerto escogido también para conectar los distintos módulos, esos puertos, situados en ambos laterales y en la zona superior, solo sirven para añadir estos módulos y, por desgracia, no son HUB USB, aunque sí que pueden cargar dispositivos.
Los USB-C de los laterales van acompañados de un sistema de enganche magnético para fijar mejor el numpad.
El HUB USB lo encontramos en un puerto USB-A 3.0 situado en la zona central.
El sistema de elevación es bastante curioso, está formado por unos topes de goma con un imán bastante potente, y distintos módulos extra con los que podemos añadir más distancia de elevación, hasta 2 niveles más si sumamos el NUMpad, o 3 si solo utilizamos el teclado.
El Multimedia Dock es una pequeña pantalla IPS de 240 x 240 dotada de 5 botones, 4 de ellos para multimedia y un quinto para entrar en los menús, menús que se seleccionan rotando la pantalla como veremos más adelante.
Se conecta mediante USB-C y un sistema de imanes a cualquiera de los dos puertos superiores del teclado.
El Numpad, por otro lado, tiene una distribución estándar de teclado numérico convencional, pero con un añadido interesante en la parte superior en forma de cuatro botones extra con su propia pantalla a color.
Para poder fijarlo a cualquiera de los lados del Everest, podemos ver el ingenioso sistema de doble puerto USB-C que esconde en la parte inferior.
Moviendo esa palanca hacia un lado u otro, desplegamos el USB-C junto a dos imanes y un tercer saliente inferior, también imantado, hacia la derecha o hacia la izquierda. Tenemos también el sistema de elevación por secciones magnéticas.
Con este sistema, podemos tener el numpad y el multimedia dock situado a la derecha o a la izquierda, o combinado como queramos:
Además, al ser USB-C e incluir un alargador macho-hembra, podemos separar el numpad del teclado sin renunciar a su uso, algo bastante práctico si lo queremos usar como pad extra con funciones adicionales más allá de teclado numérico, o simplemente nos es más cómodo utilizarlo inclinado o separado del teclado.
Por defecto tenemos funciones y logos predeterminados, de izquierda a derecha (cargar la web de mountain, abrir el explorador de archivos, suspender el equipo, abrir el admin de tareas)
Podremos personalizar, ya entraremos en detalle más adelante, cada tecla en función e icono. Eso sí, como podemos ver, el ángulo de visión de la pantalla es algo pobre, sobre todo si usamos colores distintos al azul que trae por defecto.
La pantalla multimedia también funciona con el alargador USB, pudiéndola colocar en cualquier otro lugar, aunque en este caso la utilidad no es tanta.
Se incluyen distintas funciones que veremos más en detalle, además de contar con un modo salvapantallas personalizable con las imágenes que queramos:
El sistema de iluminación RGB se puede combinar con los menús de la pantalla, y no solo se limita a las teclas, ya que todo el borde del teclado, e incluso del numpad, tiene RGBs alrededor.
Todo el RGB es configurable en efectos y en color, incluso de manera manual se puede especificar el color de cada LED de teclas y del borde.
Todo el diseño del Mountain Everest MAX se ha cuidado al milímetro. Al tenerlo entre las manos da sensación de un teclado muy robusto y no hemos detectado ningún acabado mediocre ni elemento que no esté donde debería. Teniendo en cuenta que es el primer teclado y dispositivo de la compañía, el mérito es doble.
Volvemos a encontrarnos con el software Base Camp que ya probamos con el Makalu 67, ahora en una versión más reciente y con más funciones y estabilidad. Al conectar el teclado, se habilitan las distintas opciones centradas en él y en sus accesorios.
La interfaz es sencilla, con unos tonos de color grises y, por lo general, las opciones son bastantes claras.
Empezamos por la última sección, la de Settings. Aquí podemos actualizar el firmware, tanto del teclado como de los módulos, además de configurar algunas funciones especiales.
Por ejemplo, el game mode, que se activa con FN+Pause, se puede configurar para que desactive ciertas combinaciones como Alt + F4, la tecla de win, etc.
También permite desactivar la iluminación de las teclas Bloq mayusc, bloq num, etc, para utilizar un color blanco cuando estén activadas. En este menú podemos también cambiar la distribución del teclado o resetear a estado de fábrica el teclado.
En el menú de perfiles podemos tener hasta 5 perfiles diferenciados con sus opciones personalizadas diferentes, macros, iluminación, bindigns, etc. Permite guardar en XML los perfiles y cargarlos, por lo que, en realidad, podemos tener guardados miles de perfiles, aunque a la vez solo pueda haber 5 en el teclado.
Una función interesante es la de asociar un programa a cada perfil, de tal forma que cuando el Base Camp detecte que se ejecuta, por ejemplo, un juego concreto, cargue el perfil que tenemos personalizado para ese juego.
La sección de iluminación cuenta con 7 modos de iluminación, uno apagado y el YETI Mode, un easter egg oculto para los usuarios.
Cada modo de color tiene una previsualización a tiempo real en el software, que deja ver qué efectos y de que manera y color se van a mostrar. Hay que destacar que dependiendo de si tenemos conectados los módulos, y donde estén conectados, aparecerán también mostrados en el esquema.
Se puede sincronizar entre dispositivos o perfiles cada efecto, y definir color, velocidad, brillo, sentido de giro o de efecto en aquellos que lo permite, etc.
Todos los led son personalizables, incluso los del borde, en el modo costo. Aunque se echa en falta poder seleccionar colores básicos rápidamente (por ejemplo rojo puro, azul, verde, etc.) en vez de tener que seleccionar en el panel de millones de colores.
La sección de Key Binding es aquella donde Base Camp permite asignar funciones a cada tecla, desde las propias del teclado, hasta las teclas con pantalla del numpad o incluso los botones y rueda giratoria del multimedia display (siempre que lo pongamos en modo custom)
Las opciones que da el programa son la de usar la pulsación por defecto, desactivar la tecla, añadir comandos del sistema operativo (admin de tareas, apagar, explorador, navegador, etc.), Ejecutar cualquier programa .exe del ordenador, lanzar macros, funciones multimedia, combinaciones de teclas o funciones de ratón.
Las teclas del numpad se pueden personalizar con la imagen que nosotros queramos, por ejemplo, es posible añadirle el logo de un programa, Spotify en este ejemplo, y asociar esa tecla a que lance Spotify. El Base Camp incluya ya algunos iconos por defecto como el de counter strike o discord, entre muchos otros
La pantalla de macros cuenta con un sistema bastante sencillo. Podemos crear una macro, pulsar el botón de grabar, y que el sistema vaya guardando cada pulsación de tecla o ratón, junto con lo que tardamos en pulsarlo. Una vez guardada, se puede editar el nombre, modificar el orden o incluso los retardos/delay de cada acción, aunque no permite modificar una tecla grabada (si pulsamos la A, no podemos cambiarlo por la B después).
Estas macros luego se asignarían a teclas en la sección de Key Binding.
Finalmente, tenemos una sección dedicada al Display Dial, que no es otra cosa que la pantalla semicircular que hay en el MultiMedia Dock.
Por defecto, tenemos varias funciones predefinidas, como un reloj digital o analógico, con cronómetro y contador, una sección para cambiar de perfil, otra para ajustar el volúmen, el brillo, los modos de iluminación, etc.
Cuenta también con la opción de mostrar información del ordenador (consumo de CPU, GPU, disco, etc.), un contador de APM (acciones por minuto, registra las pulsaciones del teclado y ratón realizadas por unidad de tiempo, algo utilizado en juegos de estrategia y similares) y el Custom mode, un modo que se activa para permitir asignar otras funciones a las teclas y rueda.
La navegación entre menús se hace girando el bisel de la pantalla y utilizando el botón más cercano para entrar en las opciones (una pulsación) o para salir (doble pulsación).
Es posible también activar o desactivar un protector de pantalla, o sustituirlo por cualquier otra imagen, aunque centrarla es algo bastante poco intuitivo.
También se puede cambiar el color de selección de los menús, por defecto amarillo. En definitiva, prácticamente todos los botones y pantallas del everest son personalizables.
Ya hemos visto los elementos y opciones que permite el Everest Max a nivel físico y a nivel de software, y ahora os comentaremos nuestras impresiones tras utilizar este teclado como nuestro teclado principal durante varias semanas.
Sobre el diseño y calidad de los elementos ya hemos comentado que Mountain ha mostrado un excelente cuidado en esos aspectos, y el teclado luce como un modelo tope de gama exclusivo, que lo es. El sistema de fijación de los módulos es muy sencillo de utilizar, y todos ellos quedan perfectamente fijados con el sistema magnético.
El numpad permite cierto juego para evitar roturas cuando se mueve el teclado, pero cuando está apoyado en la mesa queda perfectamente estable y su uso no difiere del de un teclado numérico integrado en el propio teclado.
Siguiendo con este elemento, la posibilidad de asociar cualquier función e imagen a las teclas es un acierto, aunque, como ya hemos dicho, los ángulos de visión no son demasiado buenos cuando se usan fondos alejados del azul o colores oscuros en los logos, por lo que siempre será recomendable utilizar fondos homogéneos e iconos en blanco para que se puedan ver de mejor manera con una inclinación normal.
Por costumbre, he utilizado el numpad en el lado derecho la mayoría de veces, y alguna que otra vez separado con el cable a modo de pad para juegos (como si fuera WASD + teclas para funciones especiales en juegos), esto es algo que solo se podría conseguir con un módulo adicional en teclados convencionales, por lo que, todo el concepto del numpad modular nos parece un acierto y muy bien implementado, aunque por su diseño, los ángulos de visión no son demasiado amplios y distorsiona si no miramos desde un ángulo bastante vertical.
El módulo superior multimedia dota al teclado de funciones directas que permitan controlar la reproducción de contenidos, además del extra que supone la pantalla. Con el uso normal del Pc, lo más habitual es que utilicemos la opción de volumen para poder subirlo o bajarlo girando la rueda, aunque los modos de cambiar iluminación, brillo o perfiles son muy prácticos, incluso el contador del reloj puede venirnos bien para controlar los tiempos en juegos o en tareas normales.
El sistema de navegación, al principio, puede ser algo confuso. Quizás por otro tipo de dispositivos, lo que nos ha parecido más intuitivo para entrar a menús es, ya que estás girando la rueda para moverte por el cursor, pulsarla hacia dentro para entrar. Sin embargo la rueda solo tiene movimiento circular, y deberemos utilizar el botón más cercano para entrar (una pulsación) o para ir atrás en los menús (dos pulsaciones). Además, hay funciones, como por ejemplo mostrar notificaciones del sistema, que se echan en falta y que le darían aún una mayor versatilidad.
El extra que permite poner cualquier imagen hará las delicias de cualquiera que quiera personalizar su equipo, ofreciendo unas opciones que pocos teclados tienen. A esto se suma la posibilidad de cambiar interruptores, keycaps ofrecidos también por la propia compañía, etc.
Dejando de lado los módulos, como teclado puro el Everest MAX cumple con creces. El modelo que más he utilizado y que, por costumbre, es que más me suele gustar, es el que tiene interruptores Cherry MX RED, sin embargo los MX Silent muestran un comportamiento similar, con una pequeña reducción de recorrido, pero el ruido que generan, sobre todo en el "clac" de pulsación y retorno, es considerablemente menor.
Las teclas son robustas y no hay movimientos no deseados, todas están a la misma altura con la misma forma y orientación, y escribir o jugar con él es una experiencia satisfactoria.
Como ya hemos dicho, este teclado permite cambiar los interruptores sobre la marcha, por lo que, si nos arrepentimos en algún momento de escoger un modelo con ciertos interruptores, cambiar parte o la totalidad de las teclas es sencillo. Además, al garantizar la compatibilidad con Cherry MX nos aseguramos tener acceso a unos de los mejores interruptores del mercado.
Mountain ha apostado fuerte con este Everest, no hay que olvidar que el mercado de teclados de gama alta es muy competitivo, y en el mercado generalista compañías como Razer, Cooler Master o Corsair, entre muchas otras, tienen propuestas muy fuertes a batir.
Sin embargo, la estrategia de Mountain ha sido bastante clara y directa, crear un teclado de gama alta que ofrezca el mayor número de opciones de personalización y configuración al usuario, y lo cierto es que cumple con creces.
Sobre la parte del teclado "puro", que sería el Everest Core, ofrece un modelo robusto, con un diseño muy cuidado y acabados prémium junto con interruptores Cherry MX que podremos cambiar. Los modelos de pruebas han sido los Cherry MX Red y su equivalente silencioso, los Silent, unos interruptores, en ambos casos, orientados a gaming pero con los que escribir es tarea sencilla.
En este modelo, el Everest Max, tenemos ya de serie todos los módulos extra, incluyendo el numpad y el dock multimedia con su propia pantalla. El Numpad, en la parte de teclado numérico, funciona como un teclado numérico acoplado a cualquier teclado de manera final, solo que en el Everest es posible cambiarlo de lugar con un ingenioso sistema de enganches, o incluso separarlo con un cable. La personalización se multiplica con las teclas extra con pantalla que incluye en la parte superior.
El módulo multimedia, con dos posiciones de colocación, ofrece los típicos controles multimedia que facilitan el control de canciones o vídeos, pero también cuenta con una pantalla circular desde la que podemos controlar varios aspectos del teclado o del ordenador. Es personalizable también, como todo el teclado, y aunque el sistema de entrar/salir en menús podría ser un poco más intuitivo, el extra de control y monitorización que ofrece es muy difícil encontrarlo en otro teclado.
El software es completo y su uso, en general, es sencillo e intuitivo. Hay algunas funciones que se podrían ampliar en pequeños detalles, pero no es nada que una actualización no pueda añadir, y nos consta que Mountain está trabajando en ello.
Su precio de 249,99 euros, en la versión con todo, lo colocan precisamente en la gama en la que se merece, la de teclados prémium. Se puede adquirir el Everest Core, solo el teclado, por 149,99 euros, o el mismo modelo sin interruptores por 129,99 euros. Si comparamos el precio con otros modelos de gama alta, que carecen del diseño modular, de las pantallas y de sus funciones, el Everest no se aleja de las cantidades que se piden por esos equipos, que pueden llegar a superar los 200 euros, por lo que, más allá de que es difícil encontrar un teclado como este y teniendo en cuenta lo que ofrece, su precio está bastante ajustado al mercado.
Sin duda, el Mountain Everest Max es un teclado único en su clase, con una excelente calidad de construcción y acabados y que ofrece unas opciones de personalización que no habíamos visto nunca antes pasar por nuestras manos. Un modelo que posiblemente creará tendencia y se convertirá en el rival a batir.