ASUS ROG Maximus XIII Hero Review
Podemos encontrar placas base que soportan la nueva conectividad PCI Express 4.0 de los Intel Core de undécima generación por poco más de 150 Euros en la versión del chipset más potente, el Z590. Sin los chipsets de esta generación no tendremos esta conectividad, aunque los procesadores pueden funcionar también en los chipsets de la generación anterior siempre y cuando sean modelos H470 o Z490.
La pregunta entonces es que nos puede ofrecer una placa base de 500 Euros, como es el caso de la ASUS ROG Maximus XIII Hero que probamos en esta review, que no podamos encontrar en otros modelos mucho más económicos, de los cuales podemos encontrar unos pocos y de gran calidad en el mismo catalogo de placas base de ASUS.
La ASUS ROG Maximus XIII Hero es heredera de una serie de placas base que siempre han buscado la excelencia en sus componentes y su conectividad y esta generación parece seguir el mismo camino logrando su exclusividad, y su precio elevado, ofreciendo al jugador lo mejor que la tecnología Intel puede ofrecer en este momento.
Características técnicas de la ASUS ROG Maximus XIII Hero
- Socket: LGA1200
- Chipset: Intel Z590
- Memoria: 4x DIMM DDR4 hasta 5333MHz XMP 128GB Máximo.
- Almacenamiento SATA: 6 x 6Gbps RAID 0, 1, 5, 10
- Almacenamiento PCIe: 2xM.2 22110 Socket3 PCI Express 4.0 4x, 2xM.2 2280 Socket3 PCI Express 3.0 4x, Raid 0 y 1
- Slots: 2x16x PCI Express 4.0 (maximo 8x usando las dos), 1x4x PCI Express 3.0 formato 16x, 1xPCI Express 3.0 1x.
- DSP de sonido: Realtek ALC4082
- Configuración de alimentación: 14+2 fases, VRM Digital, doble entrada EPS 8+8 contactos hasta 720w.
- Otros: Iluminación ARGB, Conectividad USB 3.2 Gen2x1 10Gbps USB-A, 2x USB 4.0 Thunderbolt 4 USB-C frontal, HDMI 2.0, 2 Ethernet Intel 2.5GbE, Wifi-6E Intel AX210.
El chipset Z590 de Intel es la evolución natural que necesitaba el socket LGA1200 para dar cabida a las necesidades modernas donde el PCI Express 4.0 es sin duda ya una realidad que se extiende a las tarjetas gráficas y unidades de almacenamiento más recientes. Una evolución ligera sobre la anterior generación pero que permite a Intel igualar sus opciones conectivas en la gama media e incluso superar a AMD en un aspecto no muy apreciado en ordenadores sobremesa como es la conectividad USB 4.0 y Thunderbolt 4.0.
Sea como fuere este chipset y sus hermanos de gama más baja son necesarios para varios avances de estos nuevos procesadores de onceava generación Core de Intel. Una es poder dejar paso a las líneas PCI Express 4.0 de estos procesadores, que cuentan con 20 líneas desde los nuevos Core i5 hasta las gamas más superiores de Core i7 y Core i9.
También son necesarios para habilitar las nuevas capacidades de overclocking dinámico de RAM de que disponen estos procesadores y también para sacar partido a esas frecuencias de overclocking de RAM sobrealimentado de estos procesadores. Intel ha probado en sus laboratorios memorias de hasta 4300MHz, pero sin duda las capacidades de estos procesadores van mucho mas allá.
Por lo demás este chipset no se diferencia mucho de lo que ya conocíamos en el Intel Z490. Cuenta con los seis mismos puertos SATA con modos RAID de tipo 0, 1, 5 y 10 con las mismas líneas PCI Express 3.0 que forman un total de 24 líneas a repartir entre los diferentes componentes. El chipset por si mismo no soporta PCI Express 4.0 y eso le permite mantener un diseño térmico de 6w TDP, el mismo del Z490, lo que facilita el uso de sistemas de refrigeración sin necesidad de ventilación activa.
Otras prestaciones que se mantienen es el enlace DMI 3.0 de 8x entre procesador y chipset, que produce 8GTs de ancho de banda teórico. También se mantienen las preparaciones para soportar chipsets de red inalámbrica y cableada. Ahora tendremos soporte para tarjetas inalámbricas de tipo Wifi-6E con triple banda. Las tarjetas cableadas se mantienen dando soporte a redes Ethernet de 2.5Gbit con soporte para velocidades inferiores.
Otra de las mejoras de este chipset es que amplia la capacidad conectiva de tipo USB. También añade soporte para que los fabricantes decidan instalar chipsets Thunderbolt 4 y se da también soporte para la tecnología USB 4.0. Este chipset también añade tres puertos USB 3.2 Gen2 2x2 de hasta 20Gbps de ancho de banda y mantiene el soporte de hasta 34 puertos USB 3.2 y USB 2.0 a razón de 14 puertos USB 2.0, 10 puertos USB 3.2 Gen1 de 5Gbps y hasta 10 puertos USB 3.2 Gen2 2x1 de 10Gbps.
En cuanto a conectividad esta placa base es todo un portento. No solo aprovecha las nuevas prestaciones conectivas de esta generación de procesadores Core de Intel, sino que lo completa con todo un catalogo conectivo que cubre todos los aspectos de un ordenador moderno con lo mejor de lo mejor que la tecnología actual puede ofrecer.
Este modelo incluye tres puertos PEG con tamaño de 16x. Los dos primeros reforzados con conectores con soportes metálicos ofrecen conectividad PCI Express 4.0 de hasta 8x cuando usamos los dos o de 16x cuando usamos solo el principal. Tienen entre ellos una separación de doble slot y la placa esta certificada para Nvidia SLI.
El tercer puerto esta soportado por el chipset así que ofrece un máximo de 4x con enlace PCI Express 3.0. La conectividad PCI Express se completa con un único puerto de tipo PCI Express 3.0 1x también aportado por la conectividad propia del chipset.
La conectividad PCI Express 4.0 dobla en ancho de banda a la conectividad PCI Express 3.0 a la vez que ofrece soporte de legado para esta tecnología. Es decir, podemos montar componentes PCI Express 3.0 en slots PCI Express 4.0 y funcionarán a la perfección, aunque estarán limitados, como es lógico, en ancho de banda y también a la construcción del slot. Un slot PCI Express 4.0 de 8x no puede ofrecer enlaces PCI Express 3.0 16x.
ASUS, como es lógico en este formato de placa base tipo ATX, nos aporta cuatro bancos de memoria en los que podemos montar hasta 128GB de memoria DDR4 en configuraciones de doble canal de 128-Bit. En este modelo podremos encontrar soporte para memorias de hasta 5333MHz, aunque esto depende del tipo de memoria instalada y de la cantidad de módulos que usemos.
La conectividad de almacenamiento parte de los habituales puertos SATA soportados por el Chipset y con un total de seis conectores. Esta conectividad está muy ligada al soporte de almacenamiento M.2 de la placa y también a algunos de los slots de ampliación de la placa así que según usemos estos conectores veremos desaparecer conectores SATA tradicionales. Esto es habitual por la limitación de líneas PCI Express. Sea como fuere estos conectores están ligados a conectores secundarios de la placa.
La conectividad M.2 es intensiva en este modelo, siempre bajo sus propios disipadores con thermal pads tanto para la parte superior como la inferior de la unidad, con dos conectores M.2 principales con soporte PCI Express 4.0/3.0 y enlace 4x (64 o 32GBps de ancho de banda respectivamente). El primero de ellos solo funciona con procesadores Core de undécima generación.
Tiene otros dos conectores M.2 adicionales con conectividad PCI Express 3.0 y soporte SATA combinado. Las medidas de unidades que podemos instalar van desde los 80 hasta los 110mm, siempre con las medidas más pequeñas soportadas (60 y 42mm), lo que nos permitirá montar las unidades más populares del mercado. Todos los conectores soportan RAID y, como no, este modelo de ASUS también soporta la tecnología Optane de Intel.
La conectividad USB es simplemente espectacular. El frontal cuenta con dos conectores USB 3.2 Gen1 de 5GBps que ofrece hasta cuatro puertos Tipo A frontales a los cuales se le une un conector USB 3.2 Ge2 2x2 de 20Gbps en forma de conector USB-C. Esto ofrece máximas velocidades de almacenamiento externo en el frontal de tu caja.
La conectividad USB se completa con otros dos puertos USB 2.0 que generan hasta cuatro conectores en este formato para el frontal. En la zona trasera nos encontraremos seis conectores USB 3.2 Gen2 2x1 que ofrecen la muy respetable cifra de 10Gbps de ancho de banda en todos los conectores.
ASUS ha interpretado completamente esta nueva plataforma de Intel ofreciendo también conectividad Thunderbolt 4.0 en esta placa base. Estos conectores de tipo USB-C ofrecen hasta 40GBps de ancho de banda en full dúplex además de capacidad de carga de hasta 15w en cada uno de los conectores y conectividad de video Displayport 1.4. todo en el mismo conector. La ASUS ROG Maximus XIII Hero cuenta con dos de estos conectores de última generación que también pueden funcionar como un USB cualquiera.
La conectividad gráfica, en buena medida soportada por estos puertos que además son adaptables a otros formatos digitales como HDMI, pero se completa también con un conector HDMI 2.0b para aquellos procesadores de Intel que integran gráficos Intel Iris Xe. Este conector nos permitirá tener conectividad 4k a 60Hz.
La conectividad de red viene de la mano de chipsets Intel de última generación. Por un lado, dos chipsets Ethernet Intel I225-V con capacidad para velocidades de 100, 1000 y 2500mbits en cable estándar de cobre de tipo Ethernet y con funciones de teaming entre ambas lo que nos permitirá logra velocidades de hasta 5Gbps con la infraestructura adecuada. Este chipset se completa con un chipset inalámbrico Intel AX210 Wifi-6E tribanda con soporte Bluetooth 5.2. Es uno de los mejores chipsets del mercado con soporte para bandas de 2.4, 5 y 6GHz en configuración de antenas 2x2 con soporte para los estándares Wi-Fi a/b/g/n/ac/ax/az.
Múltiples posiciones para ventiladores, con conexiones específicas para bombas de refrigeración líquida, y conectores específicos para ventiladores de CPU nos permitirán un control detallado de nuestro sistema de refrigeración principal de CPU, así como otros ventiladores accesorios de caja. Cuenta incluso con conectores específicos para sistemas de refrigeración líquida "Custom" que nos permitirá medir flujo de líquido, así como la dirección de este. También soporta los estándares de iluminación más extendidos, como el ARGB de tres pines (tres conectores), el RGB de cuatro (1 conector).
Entre los añadidos también podemos encontrar un display POST en placa, interruptores de acción directa, puntos de medición de voltajes o botones de acceso rápido para reprogramación de bios o reset de CMOS en el panel posterior. Sin duda es una placa base bien preparada, para jugadores, pero que bien puede servir para cualquier otro usuario que busque la mejor conectividad del mercado.
Comenzando por el importante aspecto de la alimentación de la placa base ASUS ha incorporado un potente sistema de fases digitales con 14 fases para el procesador y dos fases adicionales para los voltajes secundarios como el sistema de RAM.
Los VRM principales, con capacidad para hasta 90 Amperios, se combinan con otros dos con una máxima capacidad de 70A. ASUS usa dos conectores EPS auxiliares de 8 contactos, que denomina conectores ProCool II, para dar una capacidad al procesador de entrada de hasta 720 amperios lo que facilita un suministro constante a estos procesadores que ya sabemos que brillan por su buena gestión automática del overclocking.
Todo el sistema cuenta con chokes de alta capacidad y capacitadores japoneses 10K capaces de dar una estabilidad sobresaliente y una vida útil sobresaliente y constante durante muchas más horas de las que un ordenador con esta placa base podría soportar sin quedar obsoleto.
ASUS ha trabajado también en la refrigeración de su potente sistema de alimentación mediante disipadores macizos de aluminio, sobredimensionados hacia la zona de conectores, que están conectados a los elementos principales del sistema VRM mediante thermal pads de alta calidad.
El diseño de la placa base es una evolución de las últimas generaciones de esta gama profundizando en la ocultación de componentes logrando un doble beneficio, no solo el estético, sino también cubrir todos los conectores M.2 de la placa con bonitos disipadores que mantendrán las unidades a temperaturas adecuadas para maximizar su vida útil y su rendimiento en el tiempo.
Las pocas zonas que quedan abiertas que no están bajo disipadores se dedican al procesador y RAM y a otros conectores auxiliares que se concentran en el lateral derecho y en la zona más baja de la placa. Todo está bien situado, aunque personalmente no me acaba de convencer que algunos conectores USB 3.0 estén en un ángulo de 90 grados, mirando hacia el lateral de la placa. Para las unidades SATA, que cada día usamos menos, lo veo bien, pero para estos conectores, que son además bastante rígidos, no acaba de convencerme demasiado.
Me gusta especialmente la distribución de conectores de la placa, que nos deja los conectores de almacenamiento y gráficos más rápidos totalmente accesibles con todo montado, y también la disposición de los conectores y controles principales de la placa. ASUS también se ha ceñido en este modelo de gama alta al ancho ATX así que será mucho más fácil montarla en sistemas muy compactos.
Otra cosa que me gusta de este diseño es que la iluminación ARGB integrada es bastante discreta, bien integrada en las formas de los disipadores y siendo solo más llamativa en el logo ROG sobre la superficie del disipador principal del chipset Z590. La iluminación, como no, podemos desactivarla desde la bios, o asignando esta función a la tecla Express Key situada sobre la placa base.
ASUS combina un DSP introducido para esta generación de Intel, como es el ALC4082 de Realtek, que viene a ser un ALC1220-VB en esteroides capaz de procesar muestreos de 32-bit con una frecuencia de hasta 384KHz.
Para completar el montaje ASUS incorpora al sistema de sonido un DAC de gran calidad como es el ESS ES90118Q2C de alta fidelidad acompañado de capacitadores japoneses para sistemas y sonido de alta resolución y un montaje independiente en placa tanto a nivel de PCB como en el uso de capas diferentes para separar los dos canales estéreo principales.
El sistema de códecs SupremeFX de ASUS ahora añade también cancelación de ruido activa mediante el reconocimiento en tiempo real de hasta 500 sonidos diferentes mediante tecnología de Deep-Learning desarrollada por ASUS para sus sistemas de portátiles y placas base para jugadores.
La bios UEFI de ASUS no ha cambiado mucho durante los años, tampoco lo han hecho las otras marcas, pero a pesar del paso de los años sigue siendo de las más accesibles gracias al EZ Mode (Easy mode) que nos recibe nada más entrar. Desde este panel podemos ajustar el funcionamiento básico de nuestro PC y echarlo a andar con resultados excelentes de optimización de RAM, procesador y ventiladores.
Pero esta bios va bastante más allá de los modos de configuración rápida tan eficientes que posee. En su interior encontraremos un completo abanico de configuraciones que alcanzan a todos los aspectos del funcionamiento del sistema con especial hincapié en configuraciones de alimentación y latencias para procesador y memoria.
Uno se puede perder en esta bios, pero donde no nos perderemos es en el software que acompaña a esta placa base porque esta gestionado con el sistema “plug and play” del ASUS Armoury Crate que podemos configurarlo en bios (viene así por defecto) para que salte automáticamente en Windows para su instalación y gestión.
Desde esta aplicación podremos mantener nuestro sistema actualizado, incluidas actualizaciones de bios, y también acceder a todas las aplicaciones y utilidades a las que tiene acceso la placa base. Cierto es que hay que tener cuidado con no instalar algún “Bloatware” adicional que ponen a nuestra disposición, pero somos nosotros los que elegimos que instalar así que no tenemos porque instalar nada que no queramos.
En cuanto a las aplicaciones que vienen de serie pues tenemos un poco de todo, algunas conocidas, como el software de priorización de paquetes de red GameFirst, pero también novedades como el sistema de cancelación activa bidireccional para nuestro sistema de sonido o licencia durante un año para AIDA64 Extreme o la última versión del potente sistema de gestión ASUS AI Suite 3.
Máquina de pruebas:
- Memoria: GoodRAM IRDM Pro 16GB DDR4 3600
- Fuente: Corsair CX Series CX650F
- Disco duro: Seagate Firecuda 520
Hemos montado los nuevos procesadores Core de undécima generación de Intel en este nuevo modelo de ASUS para ver su comportamiento en overclocking autogestionado y temperaturas de trabajo. No hemos visto comportamientos extraños, pero tampoco grandes mejoras con el sistema de overclocking inteligente de la placa, quizás con algunas actualizaciones de bios el sistema sea más eficiente y logre mejores resultados.
Si os añado una captura térmica de la placa en funcionamiento, para que podáis ver los puntos calientes de la misma y las temperaturas de trabajo externas. No hemos detectado ningún problema con ninguno de los componentes, ni VRM ni el propio chipset, así que es una placa base en la que podemos confiar para un funcionamiento continuado sin problemas.
Esta placa base tiene muchos fuertes, el más diferenciador es el conectivo, puesto que en el resto son prestaciones que nos ofrece el chipset o que podemos encontrar en otros modelos de ASUS algo más económicos. Me refiero por ejemplo a su buen paquete de software, a su bios completamente accesible o a sus capaces de overclocking en general.
En esta placa base estaremos pagando por esos elementos extra de conectividad de red, con dos tarjetas Intel que podemos usar de forma combinada, su excepcional montaje inalámbrico que ofrece velocidades excelentes y una gran cobertura, o a su extensa capacidad de conectividad M.2 totalmente integrada y también, como no, a esos dos conectores Thunderbolt 4.0 que nos permitirá acceder a los accesorios externos más completos y potentes del mercado, incluidas tarjetas graficas o docks de altas prestaciones.
Todos estos añadidos se traducen en un precio cercano a los 500 Euros que la convierten en una placa base muy exclusiva que debería acompañarse de un potente Core i9-11900K para estar equilibrada. Juntos hacen un conjunto caro pero envidiable.