MSI Oculux NXG253R Review
En esta review del MSI Oculux NXG253R probamos otro de los monitores disponibles en el mercado con panel de 360 Hz y el sistema Reflex Latency Monitor. Con una diagonal de pantalla de 24,5 pulgadas y una resolución de 1920 x 1080 píxeles (FullHD), este monitor está orientado a los usuarios que buscan la mayor rapidez de respuesta en juegos competitivos.
El NXG253R también incluye soporte para contenidos HDR con un brillo máximo de 450 cd/m² y un sistema de control del OSD mediante un Joystick de 5 direcciones para configurarlo de manera sencilla. Veamos qué tal se comporta.
Características técnicas del MSI Oculux NXG253R
- Panel "Rapid" IPS de 24.5 pulgadas en formato 16:9
- Resolución: 1.920 x 1.080
- Frecuencia de actualización: 360 Hz
- Tiempo de respuesta de 1 ms
- HDR
- Contraste 1000:1
- Brillo máximo pico: 450 cd/m²
- NVIDIA G-SYNC
- NVIDIA Reflex Latency Analyzer integrado
- 1ms GTG
- Conectores:
- 2 x HDMI 2.0
- 1 x DisplayPort 1.4
- Hub de 3 puertos USB 3.0
- 1 x salida audio
- Peana regulable en altura, giro, rotación de panel e inclinación
- Incluye cable displayport, hdmi y usb-A
- 560.1 x 399.3 x 233.7 mm
- 6.47 kg
- Precio de 699 euros
El MSI Oculux NXG253R llega con una peana y una base desmontadas, será tarea del usuario ensamblarlo todo correctamente para poder utilizar el monitor.
El sistema de fijación de la columna principal se basa en dos pestañas y dos tornillos manuales, por lo que, al contrario que en monitores que cuentan con sistemas de anclaje que no requieren herramientas, aquí necesitaremos al menos un destornillador de estrella para fijar los dos tornillos inferiores.
La base incluye un tornillo con una argolla manual con la que esposible fijarlo de manera manual sin necesidad de destornillador. La combinación de la base con la columna del MSI Oculux NXG253R permite al monitor girar sobre sí mismo, regular la altura, inclinación hacia delante y hacia atrás, y también girar la pantalla sobre sí misma.
La parte trasera deja ver un diseño bastante grueso y dividido en dos zonas por una franja diagonal. En la franja superior tenemos un acabado que simula metal cepillado con el logo del dragón de MSI junto a letras que forman las palabras NVIDIA G-SYNC 360 y MSI. En medio de las dos se encuentra una pequeña franja de LEDs RGB que se pueden controlar con el sistema Mystic Light de MSI.
A nivel de conectividad tenemos dos HDMI 2.0 y un DisplayPort 1.4, además de una salida de audio minijack, entrada para la fuente de alimentación y entrada para el cable USB del hub lateral.
MSI solo ha incluido un DIsplayPort a pesar de que es el único puerto del monitor con el que se pueden aprovechar los 360 HZ, ya que no cuenta con HDMI 2.1. Tampoco encontraremos un puerto USB-C.
El HUB del lateral ofrece tres puertos USB-A de tipo 3.0, uno de ellos es el único compatible con el sistema NVIDIA Reflex Latency Monitor, es decir, el puerto donde deberemos conectar un ratón compatible como el MSI Clutch GM41 LightWeight
En la parte frontal tenemos un panel IPS de 24,5 pulgadas integrado en un sistema de marcos externos muy finos en los laterales y en la zona superior. El marco inferior destaca más al contar con un grosor más ancho.
Como comentamos antes, se puede rotar la pantalla 90 grados para colocarla en vertical, aunque teniendo en cuenta sus especificaciones, es de esperar que este panel se utilice principalmente para juegos en modo horizontal convencional.
MSI se ha decantado por un práctico sistema de joystick de 5 "vías" para gestionar la configuración del monitor a través del OSD. Simplemente moviendo la palanca hacia cualquiera de las 4 direcciones, o pulsando hacia dentro, podremos navegar y seleccionar las distintas opciones del OSD.
El OSD se divide en 6 secciones, una primera para Juegos donde podemos elegir alguno de los modos predefinidos o funciones especiales como el realce de oscuros, mejorar el tiempo de respuesta, mostrar la frecuencia o funciones especiales como una alarma o puntos de mira configurables.
Otra sección importante para poder hacer uso de algunas de las funciones especiales de este monitor es la de Procesador G-SYNC. El equipo cuenta con chip dedicado G-SYNC, activable desde este menú junto a otras funciones como los modos de niveles variables, el ULMB cuando no se usa G-SYNC y también activar y configurar NVIDIA Reflex.
El resto de menús nos permiten cambiar los valores de la configuración de color y brillo, escoger las fuentes de entrada, configurar accesos directos con las distintas direcciones del joystick y también configurar el propio OSD o reiniciar sus valores entre otras cosas.
Aunque la característica estrella son los 360 HZ, el MSI Oculux NXG253R se basa en un panel "Rapid" IPS de 1 ms de tiempo de respuesta con resolución FullHD. al que hemos sometido a distintas pruebas para ver qué nos ofrece.
Brillo y contraste
El brillo máximo medido en SDR ha sido de 400 nits, con HDR se puede conseguir picos de 445 nits, pero solo durante momentos puntuales. El contraste el 100% de brillo no ha sido demasiado bueno, con 617:1 debido a un brillo demasiado elevado a la hora de mostrar el color negro.
- Brillo máximo: 400.3 cd/m²
- Brillo mínimo (negro) al 100%: 0.649 cd/m²
- Relación de contraste: 617:1
Cobertura de Color
En las especificaciones de la web de MSI se indica una cobertura de color del 85,09% de la gama DCI-P3, sin embargo, los valores reales están bastante por debajo, quedándose solamente en 70,1%. Aun así, por un lado estamos hablando de un monitor pensado casi en exclusiva para juegos, donde el 97,5% de cobertura de sRGB suele ser más que suficiente. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que tenemos un precio de 699 euros, y por esas cantidades se puede exigir algo más.
Espacio de Color | Cobertura de gama | Volumen de gama |
---|---|---|
sRGB | 97.4% | 99.1% |
Adobe-RGB |
68.0% | 68.2% |
DCI-P3 | 70.1% | 70.2% |
Pruebas de color y calibración
En cuanto a la calibración de serie del MSI Oculux NXG253R, tenemos una desviación media de 3,35 DeltaE comparándolo con la gama sRGB y un máximo de 6,48 DE. Son unos valores bastante contenidos, con un equilibrio RGB bastante bueno en la escala de grises, donde el azul se queda por debajo de +10% de desviación y el rojo en -10%.
La temperatura de color en la misma escala ronda los 7200-7300K, algo más fría que los 6.500K "estándar" pero dentro de lo esperable.
Con una rápida calibración de colorímetro es posible mejorar considerablemente los resultados. Os dejamos el perfil de calibración para los valores por defecto del monitor .ICM (aunque hay que tener en cuenta que los valores óptimos dependerá de cada unidad): Perfil calibración MSI Oculux NXG253R.
Pruebas de color vs SRGB - SIN CALIBRAR
Pruebas de color vs SRGB - TRAS CALIBRADO
Los 360 Hz son el principal reclamo de este monitor. Desde hace ya unos cuantos años estamos acostumbrados a que prácticamente cualquier monitor gaming supere los antiguos 60 Hz de frecuencia de actualización para alcanzar cifras más altas de 120, 144, 240 o incluso más. Los 360 Hz son la última frontera, y en muchos casos se aprovecha estos monitores para integrar el sistema G-SYNC ESPORTS y también el reflex latency analyzer como ya vimos en el ASUS ROG Swift PG259QNR.
Este MSI Oculux NXG253R ofrece unas funciones muy similares y los 360 Hz le sientan muy bien, aunque es un nivel que solo apreciarán los jugadores más avanzados, ya a nivel profesional.
La diferencia entre 144 Hz y 360 Hz puede no ser algo apreciable por muchos a primeraa vista. Aunque si ponemos a capturar a cámara lenta sí que se puede ver una diferencia clara a la hora de una mayor fluidez y aparición de elementos en pantalla. Por tanto, los 360 Hz si que ofrecen mejoras, aunque dependiendo del uso y tipo jugador, quizás sea mejor apostar por una pantalla de más pulgadas o resolución antes que por este nivel de HZ, todo dependerá del perfil del usuario, de lo que no hay duda es que, si sabemos aprovecharlo, sí que podemos conseguir cierta ventaja.
En cuanto al sistema de monitorización de latencia NVIDIA Reflex, de nuevo, nos encontramos con una función muy específica a la que la gran mayoría no sacará demasiado provecho. Poder medir la latencia general del PC puede venir bien a la hora de realizar una review o de detectar problemas, pero no es algo que un usuario "normal" vaya a estar utilizando de manera continua. De hecho, podríamos decir que es la "excusa" ideal para que NVIDIA pueda mostrar la diferencia que hay entre utilizar o no su sistema Reflex, pero no es algo que vayamos a utilizar.
EL sistema funciona como en otros monitores con Latency Monitor: un ratón compatible conectado en el USB específico y un recuadro superpuesto en la pantalla donde se detectan los fogonazos del arma. Al disparar, el sistema mide el tiempo que pasa entre que hacemos "clic" en el ratón y el fogonazo sale por la pantalla.
Otro punto donde el panel del MSI Oculux NXG253R consigue unos excelentes resultados es a la hora de evitar el ghosting. El panel Rapid IPS consigue unos excelentes resultados, tanto utilizando el modo por defecto como a la hora de activar NVIDIA G-SYNC,
El Ghosting es inexistente y tanto en el test como en juegos la definición es buena sin ningún tipo de estela.
Los 360 Hz son la punta de lanza de los monitores gaming con altas tasas de refresco. La diferencia entre un monitor de 144 Hz y uno de 360 Hz existe y se puede apreciar, aunque donde más provecho se le sacará es a la hora de jugar a juegos competitivos a nivel profesional o semi-profesional. El extra de fluidez puede ser práctico incluso en el manejo normal de un escritorio, aunque ahí la diferencia no es tan marcada y puede no diferenciarse respecto de un modelo que ronde las 240 Hz por ejemplo.
Eso nos lleva directos a otra cuestión. Este monitor tiene un precio de unos 699 euros, una cantidad bastante elevada para un monitor de 24,5" anclado en la resolución Full HD en una época donde los 1440p y 4K son ya resoluciones extendidas. Eso deja a los usuarios con una elección que dependerá bastante de sus preferencias: por un lado, aunque tengamos G-SYNC y podamos variar la frecuencia, aprovechar al máximo este monitor supone alcanzar cifras de FPS cercanas a los 360 y eso es algo bastante complicado si subimos de 1080p. Por otro lado, si queremos más resolución, al menos de momento, tendremos que irnos a modelos con menos HZ.
Además de la resolución, otro punto mejorable es la cobertura de color. Aunque el 97% de sRGB sea suficiente para un público gaming, teniendo en cuenta su precio sí que podemos esperar algo más de porcentaje en cobertura de gamas como DCI-P3. Y ya para terminar la "lista de peticiones", la conectividad HDMI 2.1 permitiría aprovechar los puertos HDMI para sacar el provecho a esos 360 Hz, y una entrada USB-C lo dotaría de mayor versatilidad.
El Reflex Latency Analyzer, de nuevo, no deja de ser un sistema de medición de latencia que para un usuario convencional no pasará de anécdota, pero que sí que puede ser una herramienta bastante práctica para reviewers o para aquellos que juegan a nivel profesional y optimizan el sistema para reducir hasta la última décima de microsegundo.
En cuanto al resto de funciones, el soporte para HDR está ahí, aunque al no tener zonas independientes de retroiluminación la experiencia se aleja de monitores más capaces en ese sentido. Ganamos, eso sí, unos niveles de brillo por encima de los 400 nits que pueden venir bien en según que entorno.
Destaca también la ausencia de cualquier tipo de ghosting y la rapidez del panel, acompañada de la inclusión de todo tipo de cables y un sistema de control mediante joystick muy sencillo y práctico. Elementos que terminan por complementar a un monitor que hará las delicias de los que buscan el máximo rendimiento en juegos competitivos donde la rapidez de reacción es clave.