AMD Radeon RX 7900 XT Review
Las AMD Radeon siempre han sido una interesante alternativa por precio y prestaciones, sobre todo desde el lanzamiento de tecnologías de escalado como el FSR o el RSR que han permitido a sus chipsets más recientes escalar su rendimiento de forma notable permitiendo amortizar aún mejor la inversión con tasas de FPS que parecían imposibles para esa generación de GPUs.
Ahora AMD da un paso más allá con esta nueva generación de gráficas Radeon RX 7900 integrando su primera solución basada en chiplets para el mercado de las gráficas domésticas. Una solución que, como en sus procesadores Ryzen, combina procesos de fabricación punteros, con otros más económicos, para combinar una solución inteligente y eficiente que permita escalar el rendimiento, optimizar el consumo y mantener un diseño eléctrico “clásico”, y un formato contenido físicamente, que permita una fácil y rápida integración de sus nuevos procesadores gráficos en el ámbito doméstico.
Dos GPUs se presentan hoy oficialmente, con lo que se espera que sea una escasa disponibilidad en las primeras semanas, ambas basadas en esta nueva arquitectura y con diferencias técnicas bastante ligeras. En este articulo os hablare de la hermana menor, la Radeon RX 7900 XT, que tiene un precio recomendado con impuestos incluidos de 1200 euros, seguida muy de cerca de su hermana mayor, la Radeon RX 7900 XTX que tiene poco más de 100 euros más de precio recomendado. Ambas hacen, como veremos luego en detalle, un sándwich técnico a la Nvidia GeForce RTX 4080 con precios, al menos de momento, sensiblemente más atractivos.
La Radeon RX 7900 XT está configurada como su hermana en una combinación de siete chiplets, el principal el GCD, con 300mm2 de superficie, está fabricado mediante un proceso TSMC 5N y contiene las nuevas unidades de cómputo, hasta 84 en este modelo y 96 en su hermana mayor. Se rodea de seis chiplets adicionales, denominados MCDs, con 37mm2 de superficie cada uno donde se sitúa la nueva Infinity Cache de segunda generación con hasta 2.7 más ancho de banda que la generación anterior. Estos chiplets están fabricados con un proceso menos avanzado, de tipo 6N, lo que permite abaratar el conjunto. AMD introduce además un nuevo interfaz denominado Infinity Link que es al que debe la nueva GPU ese ancho de banda extraordinario de hasta 5.3TB/s.
Como veis el elemento principal, el GCD, sigue siendo de una sola pieza y en su interior se configuran las nuevas unidades Raytracing (una por unidad de cómputo con hasta 1.8 veces más rendimiento que la generación anterior) y de sombreado. Cada unidad de cómputo nueva alberga hasta 64 unidades de sombreado, más memoria cache de segundo y primer nivel y los nuevos interfaces a la Infinity cache de segunda generación, que ahora se reduce en tamaño, pero gana en velocidad.
Otra de las mejoras que vemos en esta generación y que comparte también con los procesadores más recientes de la marca, es que combinan altas frecuencias de trabajo sostenidas con consumos dentro de unos parámetros razonables lo que maximiza el rendimiento de sus nuevas unidades. En este caso los consumos, en su modelo más avanzado, son de 355W, 315W en el caso de la Radeon RX 7900 XT, lo que se traduce en un formato de tarjeta más compacto, dentro de las posibilidades, además de que AMD mantiene la configuración de entrada de potencia clásica basada en conectores PCI Express de 8 contactos con hasta 150W de consumo por conector. Luego hablaremos de nuestra experiencia real con esta tarjeta en todo este ámbito de consumo, formato, etc.
AMD introduce en esta generación varias mejoras importantes en el sistema de cache de sus GPU RDNA 3. Se añaden un 240% más de cache de tipo L0, con un total de 3MB, el 300% más de cache de tipo L1, también con un total de 3MB, el 50% más de cache de tipo L2 con un total de 6MB de cache L2 y se reduce la Infinity Cache desde los 128 hasta los 96MB de la Radeon RX 7900 XTX y los 80MB de la tarjeta que aquí analizamos, la Radeon RX 7900 XT.
Aunque dispone de menos de esta importante memoria que permite reducir el uso del bus de datos cacheando las instrucciones más repetidas, lo cierto es que el ancho de banda se duplica lo que permite que está menor cantidad ofrezca notables mejoras en cuanto a rendimiento se refiere.
Si además añadimos las caches intermedias sobredimensionadas y más optimizadas entonces encontramos uno de los pilares fundamentales de las mejoras de rendimiento de estas nuevas GPUs. AMD también ha potenciado el ancho de banda de la tarjeta aumentando el bus de datos desde los 256 hasta los 320 y 384-Bit dependiendo de la tarjeta además de que el framebuffer se ha ampliado hasta los 24GB de VRAM en formato GDDR6 produciendo entre 800 y 1000GBps de ancho de banda. Todo esto, combinado con las mejoras de arquitectura y el plus de frecuencias, produce importantes mejoras en entornos exigentes como las 4k con Ray Tracing activado.
AMD ha equipado esta nueva generación con algo muy esperado, que también ha introducido recientemente Nvidia, como es la capacidad de la tarjeta de codificar y decodificar video en formato AV1. Este formato permite más compresión con excelentes niveles de calidad lo que supone una mejora notable en cuando a streaming de video se refiere. Todo queda aportado por hardware con niveles de calidad de hasta 8k@60Hz o 4k de hasta 240Hz. Este formato de video aporta más calidad con el mismo ancho de banda consumido o la misma calidad consumiendo menos datos y es un formato de futuro que está siendo adoptado por muchos actores importantes de la industria.
AMD también introduce una nueva unidad de conectividad de video en esta generación acercando a las gráficas AMD basadas en RDNA 3 a las tecnologías conectivas más avanzadas del mercado. Las nuevas AMD Radeon RX 7900 XT y AMD Radeon RX 7900 XTX aportan conectividad HDMI 2.1 con VRR en un conector, que soporta resolución 8k a 60Hz, dos puertos Displayport 2.1 de última generación con resolución soportada de hasta 165Hz en 8k y unos sorprendentes 480Hz en 4k o hasta 900Hz en 2k al que hay que añadir hasta 12-Bit de profundidad de color por canal.
Adicionalmente AMD añade un puerto USB-C completo, con potencia de carga de hasta 15W y Alternate-Mode con hasta 8k a 165Hz, igual que los puertos estándar. Este conector además soporta datos USB de hasta 5Gbps lo que nos da acceso a las nuevas generaciones de dispositivos de realidad virtual con un único puerto de conexión basado en USB-C donde se proporciona datos, video de alta definición y alimentación.
Estas tarjetas soportan hasta cuatro monitores simultáneos de hasta 4k a 144Hz, dos pantallas 8k a 144hz o una 8k de hasta 165Hz de frecuencia vertical. Están preparadas para las próximas generaciones de pantallas tanto en formato sobremesa como portátiles.
El modelo de referencia de AMD seguramente nos llegue a Europa desde algún integrador, nunca vendido por la propia AMD, y es un diseño interesante porque mantiene las dimensiones de la anterior generación que son bastante contenidas. Se caracterizan por un cuidado refinamiento de los acabados, pero también por mantener los 2.5 slots de altura en ambos modelos y por mantener un largo inferior a los 300mm (276mm en este modelo de referencia) que las hace bastante manejables.
Otro elemento reconocible son los tres ventiladores sobre la parte anterior de la tarjeta y el backplate trasero que cierra un acabado bien elaborado donde se extrae el calor por el lateral de la tarjeta. Se mantiene también el uso de dos conectores PCI Express de 8 contactos, muy clásico, que elimina el uso de adaptadores o la necesidad de comprar una fuente de última generación.
Este modelo tiene un consumo de 315W y recomienda una fuente de alimentación de 750W para un soporte adecuado de la tarjeta y el resto del hardware. Usa un interfaz PCI Express 4.0 de 16X y acceso a toda la memoria del sistema mediante AMD Smart Access que viene a ser el Resizable-Bar que encontramos en cualquier placa base AMD o Intel de factura reciente y soporte para PCI Express 4.0 o superior.
En el frontal encontramos la conectividad estándar de esta generación que incluye dos puertos Displayport 2.1, un puerto HDMI 2.1 y un puerto USB-C con alt-mode Displayport 2.1. Este puerto seguramente no lo encontraremos en la mayoría de los modelos personalizados del mercado como ya sucedió en la generación anterior. Sera sustituido por un Displayport 2.1 estándar de tamaño completo, del mismo formato que los otros dos que veis en la captura.
La tarjeta usa colores más oscuros que la anterior generación y prescinde de elementos como los logos con leds integrados, que no encontrábamos en todos los modelos de referencia pero si, por ejemplo, en la Radeon RX 6900 XT. Es un diseño cuidado, refinado, compacto y manejable que podremos integrar en PCs muy compactos.
En cuanto a las especificaciones puras de este modelo en concreto encontramos datos muy interesantes. La AMD Radeon RX 7900 XT está limitada a 84 unidades de computación, con las mismas unidades de Raytracing (con menos dependencia de las unidades de sombreado en esta generación), 168 unidades IA, 192 unidades de rasterización clásica (336 unidades de texturas), que ayudara mucho en juegos DX9, 5376 unidades de sombreado, 20GB de memoria GDDR6 en un bus de 320-Bit.
Las frecuencias son algo más elevadas que las generaciones anteriores, pero no mucho. La AMD Radeon RX 7900 XT tiene una frecuencia base de 2025GHz, frecuencia Boost de 2400MHz y una frecuencia de memoria también de 2400MHz. El bus de datos produce casi 800GBps de ancho de banda. Está formado por casi 60000 millones de transistores entre sus dos procesos de fabricación que producen hasta 103TFlops de precisión simple, 52TFlops de doble precisión, 810GT/s de capacidad de rellenado de texturas y hasta 460GP/s de potencia de proceso de texturas. Números reseñables que se combinan con un consumo sostenido con respecto a la generación anterior.
Los números fríos de las especificaciones de esta tarjeta doblan, en muchos aspectos, a la generación anterior pero el diseño térmico más o menos se ha mantenido sin tocar entre una generación y otra. En nuestra experiencia con la Radeon RX 6900 XT de referencia pudimos ver una tarjeta bastante manejable en el control térmico y todo lo que deriva de esto. Los consumos son similares, el formato de tarjeta también, pero la arquitectura cambia así que no sabemos exactamente lo que nos podemos encontrar.
AMD especifica una velocidad estable de juego de 2025MHz, pero en nuestras pruebas hemos visto frecuencias estables por encima de las frecuencias Boost soportadas que como sabéis se ajustan en buena medida dependiendo de la refrigeración de la tarjeta. Hemos visto que este modelo de referencia procura estabilizar a temperaturas de punto caliente de 70 grados en la GPU, 60 grados en el total.
Esto lo consigue con una frecuencia de ventilador de 1800rpm, en los tres ventiladores, con un consumo estable de 280W. El ruido generado a esta frecuencia de ventilador es de 38dBA a 1 metro de distancia. La frecuencia a la que estabiliza la GPU, en nuestras condiciones de uso del 100% de GPU, son de 2800MHz, bastante más alto que lo que marcan las especificaciones de referencia, pero sin tocar para nada las frecuencias de la tarjeta mediante la ampliación de consumo o mediante ajuste de frecuencias, usamos el modo equilibrado del driver.
Si usamos el modo Rage, dentro del driver, ganaremos entre 30 y 50MHz, con temperaturas más o menos similares y unas 100rpm más de ventilador, que no afectan al ruido general de la tarjeta. Si hemos visto, con algo de pena, es que este modelo de referencia no tiene parada completa de los ventiladores en reposo, se quedan en unas 500rpm de uso continuo. Existe un perfil silencio, que no modifica este comportamiento, pero que reduce la frecuencia unos 50MHz y las vueltas del ventilador casi 300rpm, con un aumento de temperatura de la GPU de unos 3 grados centígrados, todo dentro de las especificaciones y con un ruido reducido en 2dBA, hasta los 35dBA en carga.
Con frecuencias estables muy por encima de las especificaciones la capacidad de overclock de la tarjeta queda en manos del poco margen que AMD haya dejado en el RDNA 3 que según sus propias palabras ronda los 3GHz. Esta tarjeta, al menos este modelo de referencia permite aumentar la potencia de entrada en un 15% extra sin tocar los voltajes y los perfiles tienen mico ajustes del voltaje de CPU entre los 965 y los 980 milivoltios. Si ponemos ambos a trabajar entonces podemos activar ese modo cercano a los 3GHz.
Con esta combinación aumentar la frecuencia de la GPU en un 15% es factible superando de forma estable los 3GHz de frecuencia, 600MHz más de lo especificado como frecuencia Boost por la propia AMD. El voltaje aumenta hasta los 1066mV y las temperatura estabilizan a los 76 grados de punto caliente. La frecuencia de ventilador ronda los 2000rpm con un ruido de los tres ventiladores en torno a los 40dBA que es bastante agradable en un modo de estrés como este. El consumo, en este caso, ronda los 360W, poco más podremos sacar de la configuración eléctrica de esta tarjeta que es de 300W por conectores y entre 80-150W dependiendo del interfaz PCI Express utilizado.
Si probamos a subir hasta un 20% de frecuencia extra no conseguiremos nada en realidad, las frecuencias máximas estabilizan igualmente a los 3GHz, la tarjeta acaba funcionando igual y solo tendremos el gusto de ver el “slide” de frecuencia en esa posición. Para subir de ahí necesitaremos voltaje extra y un modo de ventilador que yo personalmente no usaría en mi ordenador personal.
La tecnología de algoritmos de código libre de AMD denominada FidelityFX Super Resolution (FSR), que puede usarse en cualquier grafica con shaders más o menos reciente, incluidas las de la competencia de AMD, ha añadido un plus importante de rendimiento a muchos juegos generando imágenes de más resolución mientras que la tarjeta renderiza imágenes a una resolución menor de forma dinámica.
AMD ha ido evolucionando rápidamente esta tecnología que ya está dando sus primeros resultados en la versión 2.2 y que AMD pretende ampliar a una versión 3.0 durante los primeros meses de 2023. AMD también prepara otras tecnologías que combinen varias tecnologías al mismo tiempo en búsqueda de un beneficio combinadas de todas ellas.
La tecnología HYPR-RX llegará en 2023 y combinara elementos como el AMD Radeon Super Resolution (el FSR para cualquier juego sin soporte FSR sobre gráficos AMD) + AMD Radeon Boost y AMD Radeon Antilag. Esto reducirá latencia y aumentará FPS para juegos concretos y con una configuración de un solo clic.
Centrándonos en FSR actualmente se soporta por más de 40 juegos con más de 226 en camino. Esta tecnología permite varios perfiles de uso, dependiendo de la resolución y calidad de renderizado y permite elementos de imagen personalizados sin adaptar como elementos del HUD, lo que aumenta de forma notable la sensación de calidad de imagen, corrección de rango de color, etc. Produce una mejora de hasta el 80% de rendimiento con una perdida mínima de calidad de imagen.
El año que viene FSR 3.0 llegará con mejoras del algoritmo que podría incluir el uso de las unidades inteligencia artificial de las nuevas RDNA 3 para aumentar el rendimiento y la calidad de imagen en juegos compatibles. Habrá que ver como AMD mantiene la compatibilidad universal de esta tecnología con el añadido de complejidad extra al desarrollo el algoritmo.
Equipo de pruebas:
- Placa base: ASUS ROG CROSSHAIR X670E HERO
- Procesador: AMD Ryzen 9 7950X
- Memoria: G.SKILL Trident Z5 Neo DDR5 AMD EXPO 32GB-6000MHz C30
- Fuente: FSP Hydro G Pro 1000W ATX 3.0
- Disco duro: Kioxia Exceria Pro 2TB
Cyberpunk 2077 (Ultra)
Dirt 5 (Ultra)
Doom Eternal (Ultra)
Control (Alto)
Far Cry 6 (Utra)
Pruebas con AMD FSR (4k con RT y FSR)
Cyberpunk 2077 (Ultra)
God of War(Ultra) Balanced
Forza Horizon 5 (Extreme RT)
Ashes of the Singularity (DX12) 1080
DOOM (Vulkan) ultra 1080
Halo Wars 2 (DX12) ultra 1080
Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 1080
Total War: Warhammer (DX12) ultra 1080
Battlefield 1 (DX12) ultra 1080
StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 1080
Battlefield V (DX12) ultra 1080
Doom Eternal ultra 1080
Flight Simulator Ultra 1080
Ashes of the Singularity (DX12) 1440
DOOM (Vulkan) ultra 1440
Halo Wars 2 (DX12) ultra 1440
Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 1440
Total War: Warhammer (DX12) ultra 1440
Battlefield 1 (DX12) ultra 1440
StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 1440
Battlefield V (DX12) ultra 1440
Doom Eternal ultra 1440
Flight Simulator Ultra 1440
Ashes of the Singularity (DX12) 2160
DOOM (Vulkan) ultra 2160
Halo Wars 2 (DX12) ultra 2160
Ghost Recon Wildlands (DX11) ultra 2160
Total War: Warhammer (DX12) ultra 2160
Battlefield 1 (DX12) ultra 2160
StarWars BattleFront 2 ultra (DX12) ultra 2160
Battlefield V (DX12) ultra 2160
Doom Eternal ultra 2160
Flight Simulator Ultra 2160
3DMark Firestrike
3DMark Firestrike Ultra
VRMark Orange Room
Los resultados de este modelo la sitúan un poquito por debajo, oscilando entre pruebas, de la GeForce RTX de Nvidia. Aparte de esos resultados, que son notablemente buenos teniendo en cuenta la propia mejora de Nvidia en esta generación, el precio también es algo inferior a su competencia directa.
La tarjeta en si es una evolución muy interesante, y se actualizan otras tecnologías más allá del rendimiento en juegos, pero hay algunas cosas que revisar como los consumos en reposo y que los ventiladores no recuperan el modo de parada una vez que hemos usado alguna aplicación que requiere de su uso. Su capacidad de overclocking es buena, la tarjeta tiene un comportamiento sonoro muy bueno y se ve que su diseño térmico va bastante más sobrado que en su hermana mayor que se la ve bastante más forzada a funcionar dentro de un cuerpo que tiene prácticamente el mismo volumen.
Es un chipset que abre nuevas posibilidades, con nuevas unidades de Raytracing, buen comportamiento en cargas importantes como juegos AAA en 4k, nuevas capacidades de codificación de video por hardware e impresionantes nuevos modos de salida para monitores de hasta 900Hz de refresco vertical.
Una tarjeta que sin duda será un éxito y que obligará a una competencia más sana con Nvidia bien apretando precios o lanzando nuevos productos más rápidos al mismo precio. Esto último es lo que suele hacer Nvidia así que no creo que tardemos en ver una Nvidia GeForce RTX 4070 Ti que apriete en precio y prestaciones a la nueva Radeon RX 7900 XT.