MSI Big-Bang Xpower. El renacimiento del X58

Introducción. El mundo de las placas base cada día es más competitivo y exige a los fabricantes una actuación intensa tanto en el desarrollo del hardware y su diferenciación con respecto a la competencia así como un soporte adecuado del software que es en definitiva el pilar fundamental para que nuestro hardware actué de forma adecuada. En el caso de productos de gama alta, como el que tratamos hoy, los fabricantes buscan su propia personalidad en la integración tecnológica y también en el cuidado por la fabricación. Esto define perfectamente a la Big-Bang Xpower de MSI que es su mayor exponente para procesadores Intel Core i7 de socket 1366 que son a su vez la gama más alta de productos domésticos del “gigante azul”. Una placa donde se dan lugar las ultimas tecnologías y donde MSI ha integrado su mejor “saber hacer” para lograr un producto que satisfaga tanto a overclockers como a usuarios entusiastas que simplemente buscan lo mejor.
MSI Big-Bang Xpower. El chipset X58 que empuja a esta placa base es ya un chipset veterano pero que ha sabido mantenerse en lo más alto gracias a dos cosas. A su gran capacidad de integración de chips añadidos que aumenten su potencial conectivo ya obsoleto y por otro lado por la incorporación a este socket de nuevos modelos de procesadores de seis núcleos que primero han sido en forma de modelos extreme de precios elevados pero que pronto será también en modelos más económicos y cercanos a usuario general.
Este chipset tiene limitaciones a nivel comunicativo pero tiene un gran potencial de integración gracias al buen número de líneas PCI Express que soporta de forma simultánea. Así de este modo los fabricantes pueden dedicar canales de comunicación a chips dedicados que amplíen las capacidades de la placa base como es la integración de controladoras SATA3 o también chips USB 3.0 que mantienen a estas nuevas soluciones X58 en punta de lanza de las nuevas tecnologías. Un potencial que MSI maximiza con la integración de las últimas tecnologías en una configuración masiva tanto en conectividad como en prestaciones. Destaca de esta placa base la integración de 6 puertos PCI Express tipo “PEG” (PCI Express Graphics) y un único conector PCI Express 1x dedicado a la tarjeta de sonido dedicada que trae consigo la placa. Seis conectores que permiten configuraciones graficas PCI Express 2.0 de hasta cuatro chips simultáneos y que se dividen electrónicamente en dos con capacidad 16x, otros dos con capacidad 8x y otros dos con capacidad 4x.
La integración de tecnologías viene a cargo de un sin fin de conectores que nos darán un soporte moderno total. En esta placa base no echaremos de menos ningún tipo de conectividad porque todo lo que esta accesible en la actualidad en esta placa base es un hecho. Cuenta con una controladora USB 3.0 de dos puertos, situados en el panel posterior, una controladora SATA3 de Marvell para dos puertos, dos puertos eSATA (uno de ellos power-esata combinado con USB 2.0) mediante una controladora Jmicron, seis puertos SATA2 RAID integrados en el puente sur ICH10R de la placa y otros dos puertos SATA2 adicionales integrados en una controladora Marvell. Esto hace un total de 12 conectores SATA de diversa índole. A nivel comunicativo la placa cuenta, como ya hemos dicho, con tecnología USB 3.0 en dos puertos, que se suman a los 12 puertos USB 2.0 disponibles entre conectores internos y externos, y a su doble controladora Ethernet Gigabit con funciones de Teaming full-duplex de hasta 4Gigabits de capacidad de transferencia simultánea. Una capacidad conectiva a prueba de bombas que se combina a la perfección con las prestaciones intrínsecas del chipset de esta placa.
La placa soporta hasta 24GB de memoria DDR3 de alta velocidad en configuraciones de triple canal y en un total de hasta seis conectores. Podemos montar en ella cualquier procesador Core i7, de cuatro o seis núcleos, y su soporte de estándares gráficos pasa tanto por el sistema Crossfire de AMD como el SLI de Nvidia en configuraciones de hasta cuatro chips gráficos en dos o cuatro tarjetas. Unas prestaciones técnicas que se suman a un cuidado exhaustivo de otras prestaciones fundamentales como es el aporte de overclocking, la calidad de fabricación, la refrigeración y como también el audio integrado que en el caso de esta placa base corre a cuenta de una tarjeta de sonido dedicada, dentro del estándar Quantum Wave de MSI, montada sobre un DSP Realtek ALC889 y que cuenta con licencias de codecs tan importantes como son los XFI de Creative, incluido Alchemy y EAX, o también el estándar THX TruStudio PC que maximizan sus prestaciones tanto a nivel de calidad de audio como de funcionalidad. Es una tarjeta que nos permitirá conectividad digital de alto nivel y hasta sistemas de 7.1 en altavoces analógicos y digitales.
Estándar de fabricación. Integrar toda esta tecnología en una placa base y hacerlo de la manera que lo hace MSI dice mucho de la capacidad de este fabricante a la hora de satisfacer las necesidades de los usuarios más exigentes. Esta placa ha sido diseñada con componentes de alta calidad para dos funciones fundamentales, mejorar la eficiencia energética de la placa y aumentar su durabilidad hasta en las condiciones más duras. Todo esto se traduce en un uso más inteligente de la energía generando menos calor a disipar y aumentando la estabilidad de la placa de condiciones de stress como puede ser niveles elevados de overclocking.
Esta diferencia de calidad se encuentra en los componentes utilizados en su sistema de gestión de alimentación de elementos tan importantes como procesador, memoria o chipsets. Esta placa sigue el estándar DR-MOS de MSI pero con variantes importantes en la elección de los componentes como por ejemplo en los capacitadores de alta conductividad, o en nuevos “chokes” que trabajan hasta 20 grados menos de temperatura o los capacitadores solidos de alta calidad con 10 años de vida útil a plena carga. Un conjunto de prestaciones que se traducen también en hasta 16 fases para el procesador y dos fases tanto para el chipset como para las memorias. La placa cuenta también con un sistema inteligente de control de fases que se activa de forma automática para ahorrar energía o para estabilizar la línea de alimentación cuando el procesador o las memorias o el chipset requieren más energía.
La placa nos muestra de forma dinámica cuantas fases de alimentación usa en todo momento para el procesador, y también para la memoria.
MSI maximiza la estabilidad de las líneas utilizando técnicas heredadas de sus soluciones profesionales. Estas soluciones parten de conexiones de corriente PEG para estabilizar todos los puertos con esta conexión y también una segunda toma auxiliar para el procesador que se usa fundamentalmente en soluciones para dos o más procesadores simultáneos.
Doble conexión auxiliar de 12v para el procesador. Alimentación auxiliar para los conectores PEG de la placa.
Y en este aspecto es donde entra también en acción el sistema de disipación de esta placa base que está diseñado en dos partes. Una formada por una “U” donde se da soporte tanto al puente norte del chipset como al sistema de alimentación del procesador donde los tres disipadores se comunican mediante un sistema de heatpipes. Es un sistema simple ya que esta placa, debido a su gran eficiencia energética, apenas disipa energía en forma de calor y mantienen unas temperaturas medias muy adecuadas. El puente sur, por su parte, queda disipado mediante un simple disipador en pasivo por lo que esta placa base sin duda destaca por su sencillez a nivel de gestión de calor gracias sin duda a un gran diseño energético.
Disipación pasiva y realmente simple que habla muy bien del diseño energético de esta placa.
Bios. Como todas las placas base de este nivel la nueva Xpower no puede sino disfrutar de una Bios que es a la vez completa y compleja pero accesible también para usuarios poco experimentados. Todas sus opciones de parametrización de componentes están integradas en un único menú desde donde podremos controlar frecuencias, latencias, voltajes y prestaciones intrínsecas al procesador que pueden ser una ayuda o una desventaja a la hora de aplicar técnicas como el overclocking. Todos estos parámetros se pueden configurar fácilmente desde la bios.
Esta placa base está pensada para overclockers pero también nos dará buenos resultados a los que solamente buscamos una frecuencia elevada con la que trabajar a diario. Tiene opciones para activar los modos turbo de los procesadores Core i7 de forma permanente así que podremos sacar algún añadido de multiplicador para nuestra frecuencia final. Sus ajustes dedicados para buses como el QPI o la parametrización exhaustiva de voltajes nos ayudaran a lograr objetivos de gran altura sin necesidad de grandes sistemas de disipación.
La placa cuenta también con algunos sistemas de overclocking automático para usuarios poco experimentados. Hablo concretamente de la opción OC Genie de MSI que se integra a directamente sobre la placa como un switch de activación manual y que permite a la placa realizar un overclocking automático en pocos segundos logrando resultados medios en cuanto a overclocking se refiere. Es una ayuda más para usuarios que simplemente busquen un plus sencillo y seguro para las prestaciones de su procesador.
Otras prestaciones de la bios, que ya damos por hecho en este tipo de productos, es una exhaustiva monitorización de temperaturas y voltajes y también otras prestaciones habituales como el poder guardar perfiles de bios con diferentes configuraciones o copias de seguridad o actualizaciones de la CMOS directamente desde la bios y desde cualquier unidad USB. Son cosas que ya damos por hechas en este tipo de productos y que sin duda son importantes para disfrutar de una configuración accesible, rápida y efectiva.Prestaciones adicionales. En este tipo de placas otro de los elementos fundamentales son sus detalles funcionales. Esta placa está plagada de este tipo de elementos que aunque no suponen ninguna mejora sustancial en su funcionamiento pueden ser un punto atractivo para gran diversidad de usuarios. Elementos que no están directamente implicados con las características técnicas de la placa pero que en el caso de la MSI Big-Bang Xpower pueden resultar de un atractivo importante. Elementos como el display POST en placa o los puntos de medición de voltajes en placa o también la doble protección de sobrevoltaje para conectores USB son algunos de estos elementos adicionales de los que hablamos que consiguen que este producto sea del todo redondo.
Aquí tenemos el display POST y los puntos de medición de voltaje.
Uno de los puntos que más me gustan de estas placas son sus botones de acceso rápido en placa. MSI dispone de un sistema sin duda llamativo donde estos botones de encendido, reseteo, o control de frecuencia son contactos sobre la placa que se activan tocando directamente con el dedo. Este tipo de elementos, como otros ya descritos, permiten el uso de esta placa base en sistemas de testeo sin caja y lo hacen todo más amigable y rápido.
Otro de sus elementos más llamativos como el OC Dashboard, que es una pequeña consola VFD externa, nos permite no solo monitorizar el estado del PC sino también modificar otros parámetros como frecuencias y voltajes en tiempo real sin necesidad de software añadido y sin entrar tampoco en la bios.
Resultados de overclocking. Este modelo, como todos los integrantes de la gama Big-Bang de MSI, tiene un potencial elevado para el overclocking y es capaz de sacar ese extra de cualquier procesador que solo las mejores placas base pueden. Lo que no acabamos de sacar el partido esperado es al sistema OC Genie de MSI, quizás por nuestras memorias OCZ de 1866MHz, donde solo conseguimos una subida a 3.2GHz cuando el potencial, ajustando cuatro parámetros de la bios, es de hasta 4.4GHz con nuestro procesador 920 y un disipador Noctua NH-D14 (posiblemente el mejor disipador del mundo).
A 4.4GHz ya si quedamos contentos con el buen comportamiento de la placa, con su buen control del vdroop (con dos modos seleccionables en bios), y con su capacidad para sacar esas x de multiplicador extra que nos permiten un overclocking notable con poco esfuerzo por parte del chipset. Un buen resultado, para refrigeración convencional, que hablan muy bien de esta placa base también para usuarios, como nosotros, que buscan buen overclocking para los 7 días de la semana.
Análisis y Conclusión. El difícil mercado de las placas base está acabando con la competencia pero también está haciendo que los supervivientes de la criba consigan un nivel de especialización y de tecnología mucho más elevada que hace unos años. MSI es uno de estos supervivientes y tiene en la gama Big-Bang el gran exponente de lo que son realmente capaces de hacer. Un exponente donde la Xpower destaca con un chipset X58 para procesadores Core-i7 de hasta seis núcleos donde podemos instalar avanzados sistemas gráficos y disfrutar también de los últimos avances tecnológicos en conectividad y almacenamiento masivo.
La Xpower es una gran placa, hecha a prueba de bombas y con un gran potencial de overclocking. Es una placa donde pocas cosas echamos de menos, por no decir ninguna, y que ofrece la plataforma perfecta para los usuarios que buscan la excelencia por encima de cualquier otra variable.