Placas Thunderbolt. ASUS Maximus V Extreme y Gigabyte GA-Z77X-UP5 TH
Introducción.
Las mejores placas base para procesadores Ivy bridge pasan por ser las que integran Thunderbolt como conectividad externa. Un conector de alto rendimiento y grandes posibilidades que hace de estas placas base referentes para un ordenador de última generación. Hemos elegido dos de las mejores para mostraros con qué tipo de hardware podemos manejarnos en la actualidad.
ASUS Maximus V Extreme.
La mejor de las placas de ASUS para este socket y seguramente la placa base más completa del mercado. Sus prestaciones son numerosas, sus accesorios llegan hasta lo impensable, y como placa es un referente. Su principal problema o mejor dicho su único problema, es que tiene un precio de más de 350 Euros y eso en un socket que podemos alcanzar desde menos de 100 Euros es sin duda un precio elevado.
Eso sí con ella no podremos aburrirnos porque no llevara tiempo aprovechar todas sus prestaciones. Desde su sistema de OSD con control en tiempo real por hardware, mediante la OC Key, que es u adaptador que se coloca entre nuestra gráfica y nuestro monitor mandando a la pantalla información de sistema en tiempo real que podemos manipular en cualquier momento estemos en la aplicación que estemos. Sin duda un añadido llamativo que requiere usar conectividad DVI si no queremos andar con dificultosas adaptaciones.
Entre sus especificaciones técnicas encontramos cuatro conectores PCI Express 16x para configuraciones Quad-SLI o CrossfireX gracias a puentes PCI Express intermedios que garantizan los anchos de banda requeridos por estas configuraciones avanzadas. Podemos montar hasta cuatro GPUs en chasis con 8 slots de ampliación siendo las tarjetas de doble slot. Además cuenta con otros puertos PCI Express de tamaños 16x y 8x (aunque con máxima electrónica 4x) para otro tipo de tarjetas.
En cuanto a almacenamiento ASUS ha añadido a la controladora de Intel un total de cuatro conectores SATA adicionales de tipo 6gbps. Uno de los conectores de Intel se aprovecha para un conector mSATA que se combina con un puerto mini-PCIe que permite conectividad inalámbrica de tipo N y Bluetooth 4.0.
Intel pone también mediante su chipset un total de 4 puertos USB 3.0 nativos (2 traseros y 2 frontales). ASUS amplía la cifra con otros cuatro mediante una controladora ASMedia (2 frontales y 2 traseros). El número de puertos USB 2.0 es de un total de 8 puertos distribuidos a partes iguales entre conectores traseros y frontales. La conectividad Ethernet tiene un único conector de tipo gigabit.
Entre las prestaciones de overclocking de esta placa base, que son numerosas, sin duda llaman la atención sus sensores de bajas temperaturas pensados para poder controlar la temperatura de la placa cuando se usan sistemas de refrigeración extrema como el nitrógeno líquido. De este modo siempre habrá lecturas de temperatura de la placa base por bajas que sean. También cuenta con un sistema con el que controlar la regulación de voltaje de la tarjeta gráfica directamente desde la placa. Para ello se sueldan los cables facilitados a los reguladores de voltaje de la gráfica y el control se hace directamente desde la bios de la Maximus V Extreme. Prestaciones para overclockers extremos sin complejos.
ASUS coloca todas estas prestaciones en una placa con disipadores masivos para chipset y alimentación de procesador y memoria, que a su vez son completamente digitales, que se conectan mediante un sistema de heatpipes. La placa es grande, no llega a formato XL-ATX pero si a formato Extended ATX así que es algo a tener en cuenta a la hora de elegir el chasis donde la colocaremos.
Gigabyte GA-Z77X-UP5 TH.
De precio elevado también pero algo más ajustado que su contrincante de ASUS. Este modelo de Gigabyte ronda los 300 Euros, no es un modelo de andar por casa, y presenta algunas particularidades que no llegan al exotismo de la Maximus V Extreme pero que sin duda dan a esta placa el aire de exclusividad más alto de la gama de Gigabyte con conectividad Thunderbolt.
De hecho este modelo de Gigabyte precisamente destaca por su capacidad de conectividad Thunderbolt. Es la única placa del mercado, con otra hermana gemela de algo menos de precio, que integra doble conector Thunderbolt. Todo un ejemplo de integración que permite conectar hasta 12 dispositivos Thunderbolt en cadena o conectar tres monitores de alta definición a esta placa sin necesidad de ninguna tarjeta dedicada. Sin duda excepcional.
La placa tiene un diseño de alimentación completamente digital. Tanto procesador, memoria, gráficos integrados y VTT están gestionados por un sistema de alimentación digital. Como prestaciones de overclocking encontramos funciones más comunes como los botones en placa, los puntos de lectura de voltaje y el display de diagnóstico post. La placa cuenta también con un switch rápido de bios, con la ya conocida doble bios de las placas Gigabyte, y de una conexión auxiliar para mejorar la alimentación de los slots gráficos.
La placa está pensada para configuraciones de doble tarjeta gráfica con dos puertos PEG de enlace 16x (8x si trabajan los dos a la vez pero con tecnología PCI Express 3.0) y un tercero auxiliar con electrónica 4x. También contamos con tres slots PCI Express 1x y un puerto PCI de 32-Bit para soporte de legado.
Además de los dos impresionantes conectores Thunderbolt la placa también está bien dotada con conectividad USB 3.0 de última generación. Gigabyte mantiene dos puertos nativos del chipset como conectores frontales y los otros dos los multiplica cada uno de ellos por cuatro mediante dos hubs VIA USB 3.0. Con esto logramos un total de cuatro puertos USB 3.0 en el panel trasero y otros cuatro para aprovechar en conectores frontales. El número de puertos USB 2.0 es de 2 para el panel trasero y otros cuatro para la zona frontal.
El almacenamiento de esta placa también es variado. Los seis puertos nativos del chipset, dos de ellos SATA 6gbps, están presentes y hábiles para su uso. Gigabyte también comparte el puerto quinto del chipset con un adaptador mSATA situado en la placa. Podemos tener almacenamiento pasivo instalado encima de la propia placa base con discos SSD bastante económicos. Se añade también una controladora adicional firmada por Marvell que añade 1 conector SATA 6gbps interno y un puerto eSATA 6gbps situado en el panel de conectores posteriores.
Gigabyte añade tambien conectividad Wifi y Bluetooth pero en este caso en una tarjeta PCI Express añadida que incorpora un chip con la doble tecnologia inalámbrica como en caso de la ASUS. Doble antena externa y un formato compacto para que no sea un incordio a la hora de montar y configurar.
Gigabyte también echa mano de un sistema de disipadores pasivos apoyados y conectados entre ellos mediante una heatpipe. Un diseño adecuado como en el modelo de ASUS pero manteniendo el estándar ATX y por tanto facilitando su instalación en todo tipo de chasis.
Thunderbolt. Rendimiento.
Thunderbolt ofrece potencia y versatilidad. Podemos correr discos duros SSD como si estuvieran conectados en el interior del PC. Es un puente PCI Express con dos canales por conector con 10Gbps de ancho de banda por canal. Un PCI Express 2.0 de ofrece el mismo nivel de velocidad por canal y esto es en resumidas cuentas la capacidad del Thunderbolt. Ofrece un conector con velocidad de PCI Express 2.0 de 8x (sumando ambos canales) fuera de la caja del ordenador pudiendo permitirse lanzar video de alta definición y dar soporte a todo tipo de dispositivos.
El dispositivo se enlaza con el chipset por un canal PCI Express así que es como conectar el dispositivo a un slot de ampliación de la propia placa base y por tanto abre un canal nativo para el sistema operativo y una forma completamente transparente de conectar dispositivos de todo tipo. Pronto veremos dockstations de múltiples tipos de conectores, almacenamiento de alta velocidad con soporte RAID, tarjetas gráficas dedicadas externas y cualquier cosa que podamos conectar o que ya conectemos a un ordenador de forma interna.
50GB de backup de un disco SSD en solo 2 minutos y 38 segundos. Son 312MB/s de velocidad de copia sostenida.
Lo más habitual actualmente es encontrar sistemas de almacenamiento ya que encuentran una vía fácil y rápida de mejorar prestaciones en un sector donde cada byte por segundo de más puede suponer una mejora productiva importante a pesar del aumento de coste. Es el doble de rápido por canal que un puerto USB 3.0 y tiene menos limitaciones funcionales. En nuestras pruebas de rendimiento las mejoras son notables sobre todo cuando usamos sistemas que puedan aprovechar el caudal siendo los discos SSD un buen ejemplo.
Pruebas realizadas con cajas Thunderbolt doble y USB 3.0. RAID 0 generado por software en Windows 7 y datos adquiridos mediante Atto Diskbenchmark. Los discos utilizados fueron dos Agility 3 de 120GB con controladora Sandforce SF-2281.
Overclocking y gráficos.
Nuestro procesador de referencia no tiene capacidad para sacarles partido a estos modelos a nivel de overclocking pero son modelos que fácilmente pueden sacar partido de cualquier procesador. Sus prestaciones están pensadas para overclocking extremo pero también permiten sacar partido a cualquier usuario con medios más convencionales. Son placas base que se mueven entre las mejores tecnologías integradas y las técnicas más elitistas y se mueven bien entre ambas aguas.
Nuestros resultados son los habituales con algo más de 4.8GHz para nuestro Core i7-3770k. Nada destacable si tenemos en cuenta que es fácil que con una buena selección de procesador y sistemas de refrigeración potentes podamos superar los 5GHz con estos procesadores. La ventaja es que estas placas nos permiten este nivel, de calidad, sin apenas tocar un solo elemento de la bios. De hecho ambas placas tienen sistemas de overclocking automático para niveles de frecuencias elevados.
Y un procesador rápido, a alta frecuencia, se traduce también en mejores gráficos. Las dos placas tienen buenas prestaciones a este nivel pero sin duda ASUS dispone de un producto más capacitado y versátil. Ambas placas base soporta la tecnología VirtuMVP así que podemos aprovechar el motor gráfico integrado en el procesador con cualquier motor gráfico dedicado que instalemos en la placa. Algo ya común en cualquier placa base de cualquier plataforma que se precie y una tecnología que ha sorprendido por dar un gran salto cualitativo desde que solo trabaja a nivel de software.
Análisis y conclusión.
Dos placas base de altas prestaciones pensadas para sistemas complejos y para overclockers avezados. Dos modelos que también integran las mejores tecnologías conectivas que hay en el mercado y que por tanto abren a sus propietarios a una nueva generación de periféricos más completos, más rápidos y complejos. Dos placas base que rondan o superan los 300 Euros y que son el referente del mercado en cuanto a chipset 1155 se refiere.
El modelo de ASUS destaca por ser masiva, grande y repleta de accesorios. Completa y bien construida pero con la desventaja de ser más grande que el formato ATX y por tanto más restrictiva. La Gigabyte es menos completa en algunos aspectos, sobre todo a nivel de prestaciones accesorias, pero más completa a nivel de tecnologías siendo uno de los pocos modelos del mercado en ofrecer un doble conector Thunderbolt. Ambas son modelos notables.