Kingston DataTraveler Workspace

Introducción.

Durante algunos meses llevo experimentando con la tecnología Windows to Go de Microsoft. He llegado a usarla de forma continuada con algunas unidades que me han resultado rápidas y útiles pero con todas he acabado con algunos problemas de funcionamiento. Ahora es el momento de probar con una unidad diseñada para esta tecnología y certificada para ello.

Prestaciones técnicas.

El Workspace es un SSD con conectividad de pendrive. Dispone de una controladora Sandforce SF-1200 con una capacidad de proceso de hasta 255MB/s. Es la misma controladora que dio vida a la generación previa de controladoras compatibles con SATA 6gbps. Un chip de rendimiento contrastado y en una etapa ya de madurez que garantiza un funcionamiento de calidad.

El Workspace tiene un tamaño similar a las unidades USB 3.0 de Kingston con prestaciones de tamaño y/o velocidad elevadas. Esto significa que no encontraremos en esta unidad un tamaño fuera de lo normal para lograr su objetivo. Es un pendrive bastante normal de tamaño pero diseñado para un objetivo muy claro que es ejecutar un Windows 8 desde cualquier puerto USB que pertenezca a cualquier ordenador que sea capaz de instalar Windows 7 o Windows 8.

Es compatible por tanto con interfaces USB 2.0 y USB 3.0. La única diferencia es la limitación de ancho de banda de la versión 2.0 que reduce las prestaciones de lectura y escritura a 30MB/s lineales. Su controladora SSD integrada le permite trabajar a velocidades de proceso más cercanas a un SSD que a un pendrive USB. Es capaz de ejecutar hasta 3750 operaciones de lectura y hasta 9800 operaciones de escritura por segundo (IOPS).

Las velocidades lineales de esta unidad alcanzan los 255MB/s tanto en lectura como escritura. Sin duda no es el límite de la capacidad de USB 3.0 pero también es verdad que son una de las unidades USB 3.0 más compensadas con velocidades de lectura y escritura prácticamente paralelas.

Kingston también ha pensado en los usuarios torpes, como yo, que por descuido sacamos el disco del puerto. Ofrece hasta 60 segundos de soporte para recuperar la conectividad como si nada. Además soporta comandos TRIM y SMART convencionales, como cualquier otro disco duro. De este modo mantendremos las prestaciones del disco durante toda la vida del mismo. Dispone además de 2 años de garantía.

Datos en tiempo real extraidos con Crystal DiskInfo. Esta unidad controla hasta la cantidad de informacion que ha movido durante toda su vida util.

Precios y opciones.

Kingston ofrece esta unidad casi con pinzas y la razón es que su público, al igual que el público objetivo de Windows to Go, es el entorno empresarial que puede usar esta tecnología para usuarios desplazados, desastres, trabajo remoto, etc. Se puede mantener toda la infraestructura de seguridad de la empresa, programas y políticas, sea donde sea que el usuario conecte su Workspace.

Detalle de nuestra unidad. Si no queremos perder la tapa del conector podemos fijarla detras. Tambien tiene la posibilidad de fijar la unidad a una cadena o llavero.

Kingston ofrece tres versiones de esta unidad. Los precios no son muy populares. El modelo de 32GB se comercializa en unos 89 Euros, el modelo de 64GB ronda los 140 Euros y el modelo de 128GB, que es bastante escurridizo, unos 270 Euros. También hay que tener en cuenta que todos  son modelos de alto rendimiento, mantienen las prestaciones en todas las capacidades y por tanto son unidades USB de altas prestaciones y como es normal los precios son más elevados que para modelos convencionales.

Hay que sumarle que estas unidades tienen un objetivo claro y para el comprador de estas unidades seguramente vea en ellas más una inversión interesante ya que Windows to Go permite reducir costes, aumentar la fiabilidad de los sistemas y añadir una funcionalidad novedosa para un entorno profesional.

Certificación Windows to Go.

Si alguno de vosotros ha probado a realizar alguna unidad de Windows to Go una de las primeras pegas que ofrece el sistema es que no contempla su instalación en unidades pendrive, si no queremos usar modos manuales, que mi experiencia dice que no terminan siendo todo lo estables y fiables que debieran, deberá probar con un HDD o SSD en una caja externa USB. Esto funciona, la instalación seguirá adelante, pero Microsoft nos avisara en un mensaje que la unidad usada no es certificada para Windows to Go y por tanto podemos encontrar problemas en su uso.

Si intentas instalar Windows to Go, mediante el Wizard integrado en Windows 8 Enterprise, en un pendrive o memoria no certificada el resultado es el que ves.

El Kingston DataTraveler Workspace si está certificado para “Windows to Go” y nos consta que Kingston ha trabajado de la mano de Microsoft para que estas unidades sean un referente de esta tecnología. Esto significa que podemos correr un Windows 8 con completa seguridad sobre un pendrive y en casi cualquier máquina que tenga un puerto USB. Tus programas, tus archivos, tus datos,…todo en un almacenamiento del tamaño de un pendrive, con prestaciones de SSD y siempre en tu bolsillo.

Esta certificación también nos garantiza una encriptación de calidad de los datos mediante el sistema Bitlocker de Windows que nos permitirá que todo el sistema operativo dependa de una encriptación con clave personal que ofrecerá dificultades de acceso a los datos en caso de que nos roben o extraviemos la unidad. La encriptación es del disco completo y en tiempo real así que no tenemos que andar con más inconvenientes que meter una clave al iniciar el sistema operativo.

Experiencia real y rendimiento.

Prácticamente desde las últimas versiones Beta de Windows 8 llevo experimentando con diferentes soluciones para sacar partido de la tecnología Windows to Go. Mis necesidades son claras, muchas maquinas que probar, software en común y un trabajo que sacar a diario. La solución perfecta, poder probar esas máquinas con mi sistema operativo, mis datos, mis configuraciones. Meses donde he conseguido soluciones más o menos estables, algunas de bastante calidad como los discos SSD USB 3.0 de Transcend pero nada con la compatibilidad y el rendimiento final del Workspace del Kingston.

Yo uso Windows to Go a diario, en maquinas muy diversas y normalmente los resultados han sido muy buenos. Gran compatibilidad, sea el tipo de maquina que sea, salvo excepciones en plataformas tambien variadas.

No solo funciona bien en algunas máquinas donde mis antiguas soluciones no han funcionado (pantallazos azules, falta de detección de arranque, etc.) sino que lo hace de una forma impecable y profesional. Podemos sacar el pendrive por error, volver a conectar y ahí estará. Su firmware está pensada para arranque en todo tipo de máquinas, con o sin arranque UEFI, y su tamaño es perfecto para llevarlo de aquí para allá.

La velocidad de arranque en Windows 8 con USB 3.0 es prácticamente la misma que con un disco SSD de alto rendimiento conectado dentro del PC. 8-10 segundos y tenemos Windows 8 listo para trabajar. La apertura de aplicaciones y la gestión mantiene los altos niveles de calidad que ofrece Windows 8 con discos SSD y los rendimientos lineales son un buen índice para una unidad USB 3.0.

El rendimiento como disco SSD podemos comprobarlo en un par de test que añadimos. AS SSD no ofrece un gran resultado pero sin duda sus pruebas están orientadas a sacar el máximo de unidades con interfaces más rápidos y pensadas para su uso principal.

Velocidad de alto rendimiento para un pendrive con transferencias de entrada y salida casi simétricas.

Los resultados de AS SSD no son tan buenos pero nuestra experiencia de uso real es mas que decente y nos guste o no hay pocas unidades certificadas para Windows to Go a parte de esta.

Análisis y conclusión.

Cuando pedimos esta unidad para análisis la pregunta que me rondaba la cabeza es si de verdad la certificación estaba justificada o es otra pegatina de Microsoft para sacar algún cuarto al consumidor y al fabricante. Después de probar la unidad en mis propias maquinas, que me han visto probar muchas soluciones para “Windows to Go” puedo decir sin lugar a dudas que sí, el certificado está justificado.

Se justifica en un funcionamiento sin peros, sin sorpresas, siempre fiable. Esto sin duda se paga pero para el que quiere tranquilidad para su sistema operativo, lograr soluciones y no otros problemas, creo que la diferencia de precio es justificada. La pega es que con configuraciones de 32, 64 o incluso 128GB podemos andar algo justos de espacio. En nuestra unidad de pruebas de 32GB el espacio libro, tras instalar el sistema operativo, no alcanzada los 20GB. Si los cuidamos podemos tener un sistema operativo bien equipado pero olvídate de instalar esos juegos de Steam.

En conclusión puedo decir que Kingston me ha convencido, merece la pena pagar por una solución oficial, y ante eso no cabe más que reconocer la realidad. Bienvenido sea el Workspace como una herramienta de trabajo capaz de hacer funcionar bien algo tan atractivo como llevar un sistema Windows completo en el bolsillo y funcional en cualquier PC.