Introducción. Una plataforma veterana pero con los procesadores más potentes del mercado gracias a su configuración de seis núcleos con una cache de tercer nivel muy amplia y la capacidad de ofrecer niveles de rendimiento muy elevados gracias también a un multiplicador liberado que permite buenos niveles de overclocking sin necesidad de procesos de fabricación más reducidos que ahora disfrutamos en otros modelos más modernos de la marca. Prestaciones técnicas. Toda la serie de procesadores Sandybridge-E heredan las prestaciones de sus hermanos diseñados para entornos de servidor. Procesadores con dos marcadas características. Por un lado poseen una gran cantidad de núcleos, hasta 8 en las versiones de servidor, y 6 en los modelos de sobremesa como el que hoy analizamos. Hasta ahora hemos podido encontrar en el mercado de tres variantes de este procesador. Una de cuatro núcleos, con un precio moderado, y dos de seis núcleos con precios entre los 500 y los 1000 Euros. El Core i7-3970X es precisamente sustituto de la versión extreme Core i7-3960X ofreciendo una velocidad base de 200MHz mas. No tiene ninguna otra mejora, ni tan siquiera de revisión, salvo que evita los problemas de soporte de VT-d que tenía las primeras variantes del Core i7-3960X que luego Intel sustituyo gratuitamente.
El Core i7-3970X montado y listo para nuestras pruebas.
Plataforma y overclocking. El punto débil del Core i7-3970X es que es un procesador de generación anterior y aunque sus seis núcleos y su ancho de banda mantienen el tipo, tiene algunas carencias tecnologías que a día de hoy a mí me parecen importante. Que no disponga de PCI Express 2.0 es una limitación aunque sinceramente no es importante. Veo más problemático su chipset y su plataforma en general. Un socket con un chipset caro, el X79, con prestaciones de prácticamente dos generaciones atrás sin almacenamiento SATA 6gbps y tampoco integra USB 3.0. Sin duda podremos encontrar placas base que integren ambas tecnologías, y la capacidad del chipset y el procesador ofrecen muchas posibilidades de ampliación pero para lograr los rendimientos y la funcionalidad nativo tendremos que pagar un alto precio. Controladoras añadidas o integradas con costes elevados y por tanto más complejidad y mayor coste. Cierto es que con un procesador de más de 1000 Euros entonces no debemos preocuparnos mucho por el precio del resto de la plataforma pero siguen siendo faltas que hay que tener en cuenta. Sin embargo tiene la ventaja de ser una plataforma ideal para múltiples tarjetas gráficas, gracias a su gran número de líneas PCI Express y también su cuádruple canal de memoria permite controlar hasta ocho bancos de memoria así que es asequible tener configuraciones de gran capacidad de RAM alcanzando hasta los 64GB. En cuanto a overclocking en nuestras pruebas y con este procesador en concreto hemos logrado resultados prácticamente idénticos a los que logramos en su momento con el Core i7-3960X. También debemos tener en cuenta de que el precio de ambos modelos es el mismo, es una mejora, y el 3960X ya ha sido eliminado del catálogo de Intel.
Rendimiento. En rendimiento estamos delante de uno de los procesadores más capacitados del momento. Si disponemos de aplicaciones capaces de usar sus seis núcleos, con doce hilos de proceso, entonces tendremos una gran herramienta. También es perfecto para actividades intensivas de multitarea siendo un completo referente en este sentido.
Análisis y conclusión. Un paso adelante en cuanto a frecuencias nominales pero ninguna novedad interesante con respecto al Core i7-3960X que ya conocíamos. Es una plataforma que se espera tenga relevo en los próximos meses con nuevos modelos bassados en Ivybridge-E, con más potencia por ciclo, y con una plataforma igual de potente en los aspectos fundamentales que hemos detallado pero con las fallas corregidas.