¿Qué es el throttling y para qué sirve?
¿Qué es el throttling?
La palabra throttling viene del inglés y significa asfixiamiento o estrangulamiento, pero extrapolado al mundo de la tecnología se refiere al proceso por el cual un chip rebaja su rendimiento al alcanzar, generalmente, una temperatura crítica. El throttling es una técnica usada desde hace muchos años, y refiriéndonos al mundo de los ordenadores, se aplica sobre la CPU y GPU principalmente. Estos dos componentes son los que más se calientan en un ordenador convencional, por lo que deben tener sistemas de seguridad ante un posible sobrecalentamiento, siendo uno de ellos el throttling.
Hoy en día no es raro encontrarse componentes integrados en los portátiles, que sufren de throttling a menudo ya que en ellos apenas hay espacio para disipar el calor generado, que se acumula y termina haciendo mella. Es por ello que habitualmente los fabricantes de portátiles deben implementar medidas de seguridad limitando el TDP de los procesadores, lo que se traduce en un menor rendimiento al esperado. Esta medida se conoce como el Power Limit Throttling, mientras que hay otros tipos de throttling como el térmico (Thermal Throttling) que implementa el fabricante del procesador y que se activa al llegar a una determinada temperatura.
No solo sucede en portátiles, también en dispositivos compactos como smartphones o tablets, e incluso en ordenadores de sobremesa (aunque en menor medida). De todas formas el throttling no es algo malo, ya que se trata de una medida de prevención contra las altas temperaturas, que pueden llegar a dañar el componente en cuestión y, sobre todo, reducir su vida útil significativamente. Existen numerosas técnicas adicionales al throttling para prevenir altas temperaturas como un sistema de refrigeración eficiente, pasta térmica de calidad y una buena superficie de contacto entre el disipador y el IHS (la cubierta externa del procesador).
El throttling es, por lo tanto, una medida de seguridad que rebaja las frecuencias de trabajo de un chip (generalmente una CPU) con el fin de rebajar la temperatura de la misma de manera inmediata.
¿Para qué sirve el throttling?
El throttling sirve para proteger los componentes frente a las altas temperaturas. Cuando un componente llega a una determinada temperatura, rebaja su velocidad, e incluso a veces su voltaje, para frenar la subida en grados. Pasado un tiempo el componente volverá a una temperatura adecuada y continuará funcionando al 100%, hasta que se dé de nuevo la situación anterior y vuelva a hacer lo mismo.
Esta medida se implementa por parte de los fabricantes de procesadores y placas base (según el tipo de throttling que suceda), en el caso de portátiles (sobre todo los ultrabooks) los diferentes fabricantes como ASUS, MSI, Gigabyte, Razer, Dell… implementan este tipo de seguridad, estableciendo unos límites acordes a cada modelo de portátil. Hay algunos procesadores que van integrados en los portátiles y que tienden a calentarse más de lo habitual, por ejemplo las CPUs Intel Core i7 de novena y décima generación.
El throttling no es algo que podamos quitar, y si pudiéramos sería mejor no hacerlo. Centrándonos en un procesador como componente, el throttling hace que su rendimiento se vea más reducido cuanto mayor es la temperatura a la que se encuentra. En la mayoría de los casos los portátiles gaming incorporan sistemas de refrigeración a la altura y no suelen dar problemas de throttling, sin embargo cuando se integran componentes potentes en portátiles finos se ve (y se sufre) a menudo esta técnica. El rendimiento de un procesador puede verse tan afectado que rinda menos que uno similar pero de varias generaciones anteriores, lo cual es totalmente contraproducente.
Los denominados modos Boost de los procesadores y tarjetas gráficas dejan también de estar disponibles durante el throttling. Estos modos hacen que varios núcleos del procesador funcionen por encima de sus velocidades base, mientras que el throttling hace que funcionen por debajo de ella.