VPN: ¿Qué es y para qué sirve?
¿Qué es una VPN?
Las siglas VPN provienen de las palabras Virtual Private Network, en español Red Privada Virtual, y habilitan a los usuarios que las utilicen a controlar diversas propiedades a la hora de conectarse a Internet o a otros equipos. Las VPN proporcionan varias ventajas, siempre tendiendo a mejorar el ámbito de la privacidad de los usuarios sobre todo. Dado que en la actualidad la mayoría de páginas webs utilizan sistemas de seguimiento con los usuarios que se conecten a ellas, una VPN proporcionará una navegación anónima y mucho más segura que si se navega sin ella.
Entrando un poco más en materia sobre el funcionamiento de las VPN (en términos generales y simplificados), mediante la creación de canales privados virtuales se suelen saltar varios pasos en las conexiones cliente-servidor, ya que no utilizan los “caminos” por defecto. En lugar de conectar tu dispositivo a tu router y éste al sitio web, el router se conecta al servidor VPN y de él parten las siguientes conexiones, de manera que tu proveedor de Internet (ISP) no sabe a qué estás accediendo.
Hamachi, por ejemplo, es un software que hace uso de las VPN para crear redes locales que realmente no son locales, pero lo simulan. De esta manera ofrece una conexión LAN sin estar físicamente en el mismo lugar, lo que se suele utilizar bastante en temas de videojuegos para jugar como si estuvierais todos bajo la misma red local.
¿Para qué sirve una VPN?
Las VPN sirven para proteger tu identidad en Internet, al mismo tiempo que te permiten conectarte a sitios web que puedan estar bloqueados en tu país. Se pueden utilizar añadiendo extensiones de navegadores o bien adquiriendo algún software (gratuito o de pago) para ello. Firefox mantiene actualmente una VPN gratuita en su navegador Mozilla Firefox, por lo que es una buena opción para probar este servicio. Otro navegador que está muy centrado en mantener la privacidad de los usuarios es Tor, pero eso es otro cantar.
Volviendo al tema de las VPN, existen gratuitas y de pago. Las gratuitas generalmente incorporan una gran cantidad de anuncios de los que sacan el dinero necesario para mantenerlas online, aunque no siempre funcionan como dicen y no siempre protegen a los usuarios como prometen. Las de pago, sin embargo, están mucho más comprometidas con los usuarios y son mucho más fiables, como es de esperar, aunque la opción de Mozilla Firefox es bastante prometedora dado que la empresa se implica mucho en mantener la privacidad de los usuarios. Cabe recordar, sin embargo, que a pesar de utilizar VPNs de pago, la seguridad de las mismas también depende del dispositivo en sí, y no es la primera vez que un sistema operativo provoca un fallo que impide el funcionamiento correcto de las VPN.
Lo más habitual al utilizar una VPN es usarla para proteger tu IP pública, de esta manera no podrán localizar la IP desde la que accedes a Internet y, con ello, no podrán estimar una geolocalización de tu ordenador. Otro uso bastante común es utilizar una VPN para acceder a contenido bloqueado en tu país. Hay numerosas páginas webs que no están disponibles en algunos países debido, generalmente, a restricciones intrínsecas al gobierno del mismo, ya sea por temas de copyright o leyes que incumplen en ese territorio. Utilizando una VPN podrás simular que te estás conectando desde otro país que no esté bloqueando dicha web y podrás acceder a ella sin mayor problema, aunque esto suele conllevar un aumento en el tiempo de navegación.
Las conexiones VPN ofrecen también cifrado punto a punto, por lo que en caso de que alguien pueda rastrear tus datos, no sabrá qué estás consultando en Internet sin conocer la clave de cifrado, cosa que no es para nada fácil de conseguir.