Algunas tarjetas gráficas no son lo que creemos
En esta guía hablaremos de las tarjetas gráficas que equipan los ordenadores portátiles que podemos encontrar en las distintas tiendas desde un punto de vista general, donde en ocasiones podemos encontrarnos con equipos portátiles que, ya sea por parte de la información proporcionada por el fabricante, o por parte de la información que proporciona la tienda, o incluso por las expectativas que tenga el dependiente que nos atiende, que pueden no ser totalmente realistas, terminemos con un equipo más caro de lo que necesitamos, aunque no siempre sea mejor.
En este supuesto, nos podemos encontrar con distintos casos, que pueden variar desde ser una tarjeta gráfica que apenas nos ofrezca rendimiento por encima de los gráficos integrados del procesador, hasta tarjetas gráficas que sean mucho más potentes de lo que realmente necesitamos y lleguemos a desperdiciar dinero en algo que no necesitamos, sobre todo si nos topamos con equipos portátiles diseñados para trabajar, que en ocasiones contarán con tarjetas gráficas Quadro y no con tarjetas GeForce, algo que si bien las hace muy potentes en software diseñado para ellas, no nos permitirán jugar correctamente.
También habrá que tener en cuenta el precio del portátil, pues si nos encontramos ante un equipo de unos 500 euros no podemos pedir el mismo hardware que si nos vamos a un equipo de 2000 euros, cosa que también tendremos en cuenta durante la guía.
Tipos de gráficas dedicadas de portátiles
Del mismo modo que ocurre con las tarjetas gráficas para equipos de escritorio, en portátiles tenemos distintas gamas y generaciones de gráficos dedicados, y del mismo modo que ocurre en el caso de los ordenadores que aparecen con tarjetas como las NVIDIA GT 610 o GT 1030, que apenas proporcionan más rendimiento que una GPU integrada, las gamas más bajas de GPUs para portátiles nos pueden dar esta experiencia por un sobrecoste que podría haber sido innecesario.
Por lo general, las tarjetas NVIDIA que podemos encontrar en portátiles serán de las gamas MX, GTX o Quadro, siendo las últimas las tarjetas diseñadas casi exclusivamente para trabajar, las GTX para jugar, y las MX para proporcionar algo más de rendimiento que los gráficos integrados, aunque es algo que podemos discutir más adelante.
En el caso de AMD la oferta es más limitada, y lo normal es que nos encontremos con tarjetas gráficas Radeon RX, ya sean con arquitectura Polaris o con arquitectura Navi, donde estas últimas pueden aparecer también con la coletilla Pro, aunque se trate de mayormente la misma GPU que los modelos normales.
Por último, las GPUs integradas en los procesadores han dado un giro de 180 grados respecto a lo que pueden ofrecer, y es que si bien hace unos años pensar en un portátil con gráficos integrados era pensar en un portátil con prácticamente nulas capacidades de Gaming, a día de hoy gracias a los avances de AMD con sus APUs Ryzen, así como los gráficos integrados Xe en la undécima generación de procesadores Intel Core, nos permiten contar con rendimientos que se miden con unidades como las GPUs NVIDIA MX en portátiles gaming.
Modelos de gráficas para portátiles que no deberíamos comprar
Obviamente, queda claro que cada uno hace lo que quiere con su dinero y tiene claras las necesidades que tiene a la hora de comprar un equipo, pero también conviene saber qué es lo que estamos comprando y si merece la pena gastar más o menos dinero para obtener algo que se ajuste a nuestras necesidades.
NVIDIA MX
Existen varios modelos en la gama NVIDIA MX, pero todos ellos comparten algo en común, y es que la mayoría de sus apariciones serán en equipos muy delgados y ligeros que tienen refrigeración muy limitada, de modo que una unidad gráfica más potente no tiene cabida en su interior.
Identificar estas tarjetas gráficas no siempre será del todo sencillo, pues en algunas ocasiones también nos encontraremos con que el fabricante intenta esconder el hecho de que esta es la gama a la que la GPU NVIDIA que su portátil equipa, con pegatinas y menciones poco claras al modelo exacto de la tarjeta.
Desafortunadamente, el hecho de contar con esta GPU nos puede salir bastante más caro que si elegimos un equipo de las mismas características con un procesador Intel Core de undécima generación con gráficos Xe o un equivalente con una APU AMD Ryzen, las cuales llegan con unidades gráficas integradas Vega.
Si bien las unidades gráficas NVIDIA MX pueden ser más potentes que las GPUs integradas a las que estamos normalmente acostumbrados, hay que reconocer que tanto AMD como Intel se han puesto en serio al respecto, otorgando un rendimiento más que respetable en sus GPUs integradas y que pueden hacer innecesaria la elección de una GPU dedicada de gama tan baja como esta.
Además de ahorrar dinero, nos ahorraremos también un potencial consumo de energía al no tener que alimentar a una GPU dedicada, además de ver como las temperaturas del equipo son inferiores en carga, mientras que el rendimiento gráfico no desfallece demasiado en muchas aplicaciones.
GPUs antiguas (GTX 900 Series y anteriores, RX 400 Series y anteriores)
Sabemos que este apartado puede incluir algo de controversia, especialmente si sabemos lo que hacemos o estamos obteniendo este equipo con un gran descuento, pero por lo general las GPUs móviles son menos potentes que las de escritorio, de modo que nos interesa obtener equipos que cuenten, como máximo, con la generación pasada de tarjetas gráficas.
Por ejemplo, a falta de que se lancen las GPUs NVIDIA Ampere para portátiles, lo más moderno que podemos obtener en un portátil es una GPU NVIDIA de la serie 2000, por lo que recomendaríamos no bajar de la serie 1000 a no ser que nos estemos llevando un descuento bastante sustancial por el equipo.
En el caso de AMD sería lo mismo, y es que a falta de la aparición de GPUs AMD Radeon RX 6000 para portátiles, lo más moderno son las RX 5000 Series, y por detrás de ellas, las RX 500 Series, por lo que las RX 400 y anteriores son tarjetas que deberíamos evitar a toda costa.
Además, no solo se trata de un tema de rendimiento y eficiencia, sino que con gráficas antiguas no podremos disfrutar de las últimas tecnologías disponibles en el mercado.
Adicionalmente, la edad no solo se nota en la GPU del equipo, sino en el conjunto entero, de modo que, si por ejemplo compramos un ordenador portátil que equipa una GTX 970M, con suerte nos estaremos llevando un procesador Intel Core de sexta o séptima generación, algo que nos dejaría con cuatro núcleos como máximo.
GPUs con mejores alternativas disponibles
En este supuesto nos podemos encontrar con que nos puede interesar un equipo con una tarjeta gráfica de generación actual, con buenos consumos y potencia, algo que en general sería indicativo de una buena compra, pero en realidad al tratar elementos tan variables de precio como son los ordenadores portátiles, es posible que a igualdad de precios nos encontremos con una alternativa mucho mejor.
Por ejemplo, nos podemos encontrar con que un portátil equipado con una NVIDIA GeForce GTX 1660Ti cuente con un precio de venta igual o ligeramente superior (o muy ligeramente inferior) al de la misma unidad con una RTX 2060, siendo esta última más potente y con soporte para RayTracing, de modo que en este supuesto estaríamos ante una alternativa mejor a igualdad de presupuesto, y que además no nos haría sacrificar en características como la refrigeración del equipo al tratarse esencialmente del mismo modelo, pero con una GPU distinta en su interior.
GPUs excesivamente potentes y caras para nuestro uso
Por último, nos topamos con el simple hecho de comprar un equipo excesivamente potente y caro para nuestro uso, y es que es posible que terminemos con una compra que nos cueste mucho dinero para obtener hardware que no vamos a utilizar en nuestro día a día.
Esto puede ocurrir por ejemplo si adquirimos un portátil Gaming con una GPU potente en su interior que nunca va a ser utilizada si hacemos uso de aplicaciones que apenas necesiten de aceleración por GPU (aunque no por ello tengan que ser ligeras).
Del mismo modo, las tarjetas gráficas NVIDIA Quadro son tarjetas gráficas muy caras que nos supondrán un severo desembolso que no valdrá para nada la pena si no hacemos uso de aplicaciones optimizadas para ello, mientras que los juegos a los que intentemos jugar mostrarán un rendimiento inferior a lo que cabría esperar, dejando patente que más caro no es mejor siempre.
En el caso que nos ocupa hablamos de GPUs, pero esto se puede aplicar a cualquier parte de un equipo portátil, y es que la potencia del equipo también dependerá del hardware que acompañe a la GPU y la experiencia que queramos, pues por ejemplo alimentar una pantalla de 144Hz es bastante más costoso a nivel de recursos que una pantalla de 60Hz en el mismo juego, siempre y cuando activemos alguna forma de sincronización vertical, ya sea el tradicional VSync o alguna forma de Adaptive Sync.
Escoge la gráfica de portátil que mejor se adecue a tus necesidades
Al final del día, lo más importante a la hora de adquirir un equipo portátil es asegurarnos que cuenta con las especificaciones que necesitamos, de modo que siempre es recomendable, antes de realizar una compra de un equipo así, consultar los requisitos de los programas que utilizaremos más a menudo en el ordenador, así como los juegos a los que pretendemos jugar.
De hecho, hay bastantes juegos que hoy en día se pueden jugar con gráficas integradas (aquí os dejamos una lista de los más interesantes) y no requerirán de comprar portátiles con GPUs dedicadas, y otros juegos para los que una gráfica dedicada de gama muy baja, como las que llevan algunos portátiles supuestamente "gaming", no serán capaces.
De este modo, podremos calcular aproximadamente qué tipo de ordenador necesitamos y, potencialmente, ahorrarnos bastante dinero al no caer en el comprar un equipo más caro de lo que realmente necesitamos.
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