Las ventajas de tener varios monitores
Para algunos, tener varios monitores se ha vuelto algo imprescindible para trabajar, jugar o simplemente usar el ordenador para cualquier cosa, y es que hay que admitir que una vez que se prueba es algo a lo que te acostumbras muy rápido y luego cuesta mucho dejar.
Y es que puede parecer una tontería en algunos casos que, teniendo un buen monitor principal, añadir una tele vieja al lado o un monitor antiguo pueda suponer una diferencia tan grande, especialmente si la calibramos y la ponemos a punto, pero para cualquier persona que tenga abiertas más de una aplicación a la vez es algo revolucionario. Desde poner un navegador en el segundo monitor con información mientras que escribes un trabajo a simplemente tener abierto Spotify para controlar la música o Discord para chatear sin tener que estar cambiando entre ventanas todo el rato, al final ese segundo monitor o en casos tercero hace que el uso del ordenador sea mucho más fluido y cómodo y que al final la productividad aumente.
Por eso, en este artículo explicaremos como hacerlo y configurarlo correctamente para sacar el máximo partido a todas nuestras pantallas y las ventajas que tiene hacerlo frente a otras opciones como duplicar la pantalla que ya explicamos en esta otra guía.
Cómo extender varias pantallas en Windows 11
Para empezar a extender las pantallas tendremos que seguir los siguientes pasos en orden y una vez terminados tendremos algunas opciones adicionales para organizar las pantallas y ajustarlas a nuestro gusto:
- Ver que nuestro ordenador es compatible: para empezar, tendremos que ver los puertos de los que dispone nuestro ordenador para conectar pantallas adicionales y ver que la tarjeta de vídeo soporte más de una salida de vídeo.
- Conectar las pantallas: este paso puede parecer trivial, pero se puede complicar un poco para sistemas con varias pantallas extendidas, ya que, aunque el adaptador gráfico soporte pantallas adicionales, no siempre tendremos los puertos suficientes o del tipo que necesitemos, pudiendo ser necesario que compremos conversores o cables especiales. Además, si vamos a conectar pantallas de alta resolución y/o frecuencia de refresco, habrá que ver la versión de las salidas de vídeo y los cables para ver que podamos sacarle todo el partido a nuestras pantallas.
- Poner el ordenador en modo extender pantallas: por defecto el ordenador al detectar más de una pantalla actuará de una manera u otra, a veces extendiendo las pantallas, a veces duplicando y en otras simplemente usando una sola pantalla, por eso lo siguiente será poner el ordenador en modo de duplicar pantallas.
Para ello podemos usar el atajo de teclado presente en todas las versiones de Windows modernas y que consiste en pulsar la tecla de Windows y la tecla “P” a la vez hasta seleccionar pulsando repetidamente las teclas o con el ratón la opción de extender pantallas.
Alternativamente, podremos acceder al apartado de configuración de pantalla desde el escritorio haciendo clic derecho en él y pulsando en la opción de configuración de pantalla, y ahí seleccionar la opción de duplicar pantalla en el desplegable que sale en justo debajo de la representación de las pantallas.
- Opcional: alinear las pantallas: una vez extendidas las pantallas podremos pasar el cursor entre ellas, pero puede ser que la posición virtual que Windows haya hecho de las pantallas no se adapte a la realidad, haciendo que por ejemplo para pasar a la pantalla que tenemos a la izquierda tengamos que mover el ratón hacia la derecha de la pantalla principal, o que si son pantallas de diferente tamaño no estén bien alineadas.
Para arreglar eso tenemos que irnos a la ventana de configuración de pantalla seleccionando la opción al hacer clic derecho sobre el escritorio y allí seleccionar y arrastrar las pantallas que tengamos conectadas en el dibujo. Si tenemos más de dos pantallas, puede ser útil también usar el botón identificar para asegurarnos de que estamos moviendo la pantalla que queremos.
- Opcional: configurar los ajustes de las pantallas individualmente: si tenemos pantallas con altas frecuencias de refresco o altas resoluciones y queremos que ajustarlas o cambiar cuál es la pantalla principal, lo podremos hacer desde la ventana de configuración de pantalla a la que accederemos haciendo clic derecho sobre el escritorio.
Una vez allí podremos seleccionar cada pantalla individualmente y cambiar sus diferentes ajustes que se encontrarán en esa página, como cambiar la resolución, activar el HDR, la frecuencia de refresco (que encontraremos en las opciones de pantalla avanzadas) o la orientación si vamos a usar alguna pantalla en posición vertical, acordándonos de pulsar en la pantalla que queramos ajustar del dibujo de arriba de la página.
Más pantallas, más productividad
Como acabamos de ver, la opción de poder extender pantallas es la mejor para aumentar nuestra productividad y así poder usar varias aplicaciones simultáneamente y hacer mucho más fácil cualquier tarea y el multitasking en nuestro ordenador, y con Windows 11 esta y otras muchas cosas como por ejemplo poner la barra de tareas a la izquierda son sencillas de hacer y mejoran en gran medida la experiencia al usar el sistema.
De hecho, muchas de las personas que usan profesionalmente su ordenador necesitan varios monitores, como "streamers", editores o diseñadores 3D, que gracias a configuraciones como estas pueden trabajar mucho más cómodamente.
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