Formatear y las opciones que tenemos
El formateo es un paso esencial a la hora de usar un medio de almacenamiento digital, ya que sirve para dar un formato de almacenamiento al medio, y de alguna manera decirle como queremos almacenar la información en él.
Aunque el formateo es necesario para discos duros tradicionales y discos de estado sólidos modernos, se suele usar más en dispositivos de almacenamientos extraíbles como pendrives, discos duros portátiles o tarjetas SD, pues estos generalmente se usarán en diferentes dispositivos y para diferentes tareas como pasar archivos, correr programas o instalar Windows o Cloud Ready. Gracias al formateo, podremos adaptarlos mejor a la tarea que queramos hacer con ellos.
La tarea de formatear un dispositivo extraíble como un pincho USB es muy simple, pero es buena idea conocer un poco los parámetros a ajustar, ya que dependiendo del uso que le queramos dar puede que necesitemos usar uno u otro.
Capacidad
Esta será la capacidad que tendrá la partición del disco duro que queramos formatear, en el caso de dispositivos extraíbles se suele dejar al máximo de capacidad, puesto que solo cuentan con una partición.
Sistema de archivos
El sistema de archivos es quizás el principal parámetro del que preocuparse a la hora de formatear un dispositivo, ya que cada uno tiene sus características y limitaciones. Por ejemplo, es frecuente que algunos dispositivos no sean capaces de leer algunos de los sistemas de archivos, especialmente si son consolas, reproductores de música o dispositivos antiguos, por lo que si queremos usarlo en alguno de esos dispositivos es recomendable antes informarse de los formatos que admiten.
En Windows podemos encontrarnos con tres sistemas de archivos: FAT y FAT32, exFAT y NTFS.
El primero es el más tradicional, usándose desde las primeras versiones de Windows y contando con diferentes versiones como FAT 8 o 32, es compatible con la gran mayoría de sistemas operativos antiguos, pero cuenta con importantes limitaciones como la incapacidad de guardar archivos mayores a 4GB o la imposibilidad de tener particiones mayores a 2TB. Generalmente no lo vamos a querer utilizar.
El exFAT es un sistema de archivos moderno, compatible con sistemas Windows a partir del XP además de con macOS, haciéndolo la opción perfecta si queremos un dispositivo que puedan leer ambos sistemas.
NTFS es el más común para dispositivos de almacenamiento, contando con numerosas funciones modernas. Generalmente, será la opción a elegir a la hora de formatear un dispositivo.
Tamaño de unidad de asignación
Este es otro valor que se puede ajustar a la hora de formatear un dispositivo y, aunque en la gran mayoría se suele dejar en el valor por defecto, vamos a hacer una breve explicación sobre su significado.
La unidad de asignación determina el tamaño de cada bloque en los que se almacena información en un dispositivo. Cuando se mueve un archivo para almacenarlo, esa información se mete en una celda de tamaño determinado, y si es mayor se van llenando celdas hasta guardar todo el tamaño del archivo que se ha movido. Esto significa varias cosas, y es que cada archivo que se mueva estará presente en diferentes celdas distribuidas por el disco y que en cada celda al solo poder haber un archivo lo más seguro es que en el último bloque quede espacio libre que no se pueda utilizar. Por eso en Windows si vemos las propiedades de un archivo, siempre nos dará el tamaño del archivo real y el que tiene en el disco, este último es el del tamaño de todas las celdas que está oc
upando, estén llenas completamente o no, razón por la que ese será un poco mayor al tamaño real del archivo.
Así pues, puede pensarse que es mejor hacer las celdas más pequeñas para no perder espacio, pero la realidad es que eso significaría que cada archivo está cortado en fragmentos más pequeños, perdiendo rendimiento a la hora de juntarlos. Pero si, por otro lado, si las hacemos muy grandes, a cada archivo que almacenemos perderemos más espacio, ya que cada celda que use, aunque solo tenga un byte en ella, se le asignará enteramente a ese archivo. Por eso siempre se suele dejar en el valor por defecto.
Cómo formatear un dispositivo USB paso a paso
Para formatear un dispositivo USB correctamente y de forma sencilla con Windows solo tendremos que seguir los siguientes pasos.
- Conectar el dispositivo al ordenador, a uno de los puertos USB, si no lo reconoce podemos seguir los pasos de esta guía.
- Abrir la pestaña de "este equipo", por ejemplo, buscando en el menú de inicio y localizar el dispositivo extraíble.
- Hacer clic derecho sobre el dispositivo que queremos formatear y pulsar en la opción de formatear para abrir la ventana emergente con las opciones de formateo.
- Seleccionar las opciones de formateo que queramos, las cuales hemos explicado antes en esta guía y en el campo de texto podremos introducir el nombre que queremos que tenga el dispositivo.
- Marcar la opción de formateo rápido, pulsar en iniciar y en la ventana emergente en aceptar para iniciar el formateo.
- Esperar a que termine el proceso, y si no sale ningún error nos aparecerá completada la barra de progreso y un mensaje indicándonos que ya se ha formateado el dispositivo. Con eso ya podremos cerrar la ventana de formateo y terminar el proceso.
Una vez hayamos terminado estos pasos ya tendremos la unidad USB formateada y lista para usar con la configuración de formateo que hayamos elegido.
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