Intel y Qualcomm quieren que Trump reconsidere el veto a Huawei

Un informe de Reuters afirma según varias fuentes próximas a las compañías de Intel y Qualcomm que están intentando suavizar la complicada situación a la que se enfrenta Huawei tras el veto oficial que le ha impuesto el gobierno de los Estados Unidos.

Huawei se encuentra en la transición dentro de los 3 meses de tregua que le ofreció el gobierno de los Estados Unidos hasta el veto definitivo, de mientras están trabajando a pasos forzados para implementar su propio sistema operativo, HongMeng OS, que ya estaría dando resultados satisfactorios como alternativa a Android.

Intel y Qualcomm ya anunciaron que dejarían de suministrar a Huawei tras la imposición de Trump en la situación de guerra comercial en la que se encuentran las naciones de Estados Unidos y China, argumentando amenazas contra la seguridad nacional en los dispositivos de Huawei.

Sin embargo, tanto Intel como Qualcomm y las demás compañías que suministran componentes electrónicos a Huawei obtienen un gran beneficio, y es que Huawei gastó hasta 11 mil millones de dólares en compañías estadounidenses en SoCs y demás componentes a lo largo de 2018, compañías entre las que se encuentran las citadas Intel, Qualcomm, o Micron Technology.

La SIA (Asociación de la Industria de Semiconductores), reconoció que organizó consultas con el gobierno de los Estados Unidos en nombre de las compañías para ayudarles a cumplir y les informó a los funcionarios sobre el impacto de la prohibición en las compañías. "Para las tecnologías que no están relacionadas con la seguridad nacional, parece que no deberían estar dentro del alcance de la orden. Y hemos transmitido esta perspectiva al gobierno", dijo Jimmy Goodrich, vicepresidente de política global de SIA.

Google por su parte, estaría interesado en seguir trabajando con Huawei para evitar un sistema operativo que reemplace a Android, refiriéndose al HongMeng OS que está desarrollando Huawei, argumentando que su sistema operativo podría no ser seguro y que al fin y al cabo el objetivo se trata de prevenir daños a las compañías estadounidenses.

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