Con esta tecnología se pretende implementar, mediante el tacto, controles ya existentes mediante otros métodos en numerosos dispositivos electrónicos.
Una piel artificial es lo que han diseñado investigadores de Bristol y París. Quizá no parezca lo más agradable del mundo, pero en esta piel artificial se integran numerosos sensores de presión y tacto que idealizan a la de un humano, y además se asemeja bastante en cuanto a textura y comportamiento elástico. La piel artificial que han creado es capaz de registrar numerosos movimientos, como si de una pantalla táctil se tratara, así como muchos niveles distintos de presión y gestos que habilitan funciones en el smartphone, por ejemplo.
Esta piel artificial se basa en una capa de hipodermis (tejido subcutáneo), otra de electrodos con hilos conductores y la capa superior que ofrece la textura "real" de la piel humana. Mediante ellas, esta piel es capaz de "sentir" nuestros movimientos en ella y puede ser usada como, por ejemplo, touchpad de un portátil. Los investigadores muestran sus posibles usos también como carcasa de un smartphone, pudiendo utilizar gestos y adaptando la distribución de la pantalla según lo tengas cogido con la mano izquierda o con la derecha. Del mismo modo, en smartphones, también es posible enviar emojis mediante ella.
Esta tecnología tardará en verse formalmente -si es que llega a verse- en smartphones, dado que hace falta reducir considerablemente el grosor de la piel artificial para ello, pero en otros usos es posible que la veamos más bien pronto. De hecho, estos investigadores están tratando de implementarle piel y temperatura propias. Qué decís, ¿os gustaría tener un smartphone con una textura similar a la piel humana? Imaginaos un smartphone enrollable con dicha textura atado a vuestra muñeca...
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