Microsoft ha confirmado hoy que Windows 10X solamente requerirá de un reinicio a la hora de instalar actualizaciones de características y que el proceso tan solo requerirá de 90 segundos, a diferencia de las esperas de 5-20 minutos que contamos en Windows 10 estándar.
Esta proeza se ha conseguido gracias a la técnica de separación de estado del sistema, algo similar a lo que hace Android gracias a las particiones A/B que permiten actualizar el sistema en una partición que no está en uso mientras el usuario utiliza el sistema en la partición que está en uso.
Una vez finalizada la actualización, el reinicio del sistema solamente hará que se inicie Windows 10X de la partición recién actualizada, razón por la que Microsoft dice que Windows 10X solo requerirá de 90 segundos de cara al usuario para actualizarse, gracias a que todo el proceso de actualización se realiza en segundo plano en una partición oculta al usuario en un proceso totalmente transparente.
Esta novedad debería permitir unas actualizaciones que provoquen menos dolores de cabeza en forma de esperas innecesarias, fallos que dejen el equipo inutilizable, u otro tipo de fallos derivados de cualquier actualización fallida, como es el caso de Android donde cualquier problema provoca que volvamos a la partición que utilizábamos antes de reiniciar el sistema.
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