Windows 10 cuenta en la actualidad con versiones de 32 y 64 bits dentro de la arquitectura x86, sin embargo, a día de hoy la gran mayoría de ordenadores, y desde hace bastantes años, vienen ya con procesadores de 64 bits. Por ello, Microsoft está empezando a dar carpetazo a las versiones de 32 bits de su sistema operativo de escritorio y su primer paso es el de dejar de lanzar nuevas versiones de Windows 10 de 32 bits para OEMS, en concreto a partir de la versión 2004 de Win 10. Esto significa que los fabricantes de ordenadores no podrán vender PCs con Windows 10 de 32 bits.
Realmente nos cuesta pensar en algún modelo de ordenador reciente que se venda con Windows de 32 bits, por lo que este movimiento no debería afectar demasiado al mercado más que en el hecho de dar un paso más ante el irremediable abandono de los 32 bits en sistemas operativos de escritorio.
Recordemos que Ubuntu ya abandonó los 32 bits hace 3 años y que muchos fabricantes, como AMD ya no ofrecen versiones de 32 bits de sus drivers, por lo que, realmente, la gran mayoría de usuarios no notará diferencia ninguna.
Por otro lado, aquellos que todavía cuentan con sistemas con Windows 10 de 32 bits, o quieren instalar esta versión del sistema operativo de Microsoft en cualquier ordenador, podrán seguir haciéndolo, ya que Microsoft va a seguir dando soporte a Windows 10 de 32 bits y, de hecho, seguirá vendiéndolo en el mercado retail. Suponemos que no pasará demasiado tiempo hasta que esta estrategia cambie y tengamos que decir adiós también a estas versiones de 32 bits.
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