Según la historia que podemos encontrar en Wired, parece ser que los atacantes que recurren a ransomware están buscando nuevas formas de obtener dinero por parte de sus víctimas, de modo que han empezado a recurrir de forma más común a ataques de doble encriptación de los datos, una modalidad más complicada de reparar.
Por norma general, cuando recibimos un ataque de ransomware, tenemos la opcion de perder nuestros datos, pagar por una recuperación que nunca es 100% segura, o en algunos casos, existen piezas de software capaces de recuperar la clave de encriptación utilizada con nuestros archivos y recuperarlos sin pagar.
Sin embargo, ante este tipo de esquemas, es mucho más complicado llegar a desencriptarlos sin la ayuda de los atacantes, dado que incluso si pagamos para recuperar nuestros archivos, solamente habremos pagado para retirar la segunda capa de encriptación, de modo que habrá que repetir el mismo proceso, gastando otra gran cantidad de dinero en ello.
Por ahora se desconoce cuánto de extendida está esta práctica en la actualidad, pero sí parece estar cogiendo cierta fuerza, por lo que ahora más que nunca, tenemos que ir con cuidado cuando naveguemos por internet, especialmente si entramos a lugares que no son de confianza.
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