Microsoft sale de compras y el objetivo no es otra que Activision-Blizzard. La compra se realizará en dinero en efectivo y tendrá un coste de 68.700 millones de dólares. Tras la operación, Microsoft será la tercera compañía de juegos más grande del mundo en ingresos, solo superada por Sony y Tencent.
Actualmente, Activision-Blizzard se encuentra en el punto de mira tras varias acusaciones de sus empleados por permitir ciertas actitudes relacionadas con el acoso y la discriminación dentro del entorno del trabajo. Dicha polémica ya ha hecho que títulos como Diablo 4 o Overwatch hayan sido cancelados de manera indefinida.
Activision-Blizzard dependerá de Microsoft Gaming, trayendo franquicias como COD, WoW o Diablo
Microsoft ha aprovechado la difícil situación de la desarrolladora para realizar una oferta y hacerse con la totalidad de la empresa, de sus instalaciones y recursos. Esto incluye también a la fuerza de trabajo, aunque la compañía mantendría cierta independencia. Tras la compra, Activision-Blizzard pasará a depender directamente de Phil Spencer, el CEO de la división de Microsoft Gaming.
La compra de Activision Blizzard supone la inclusión al catálago de juegos de Microsoft de franquicias como Call of Duty, Diablo, Overwatch, Candy Crush o World of Warcraft.
Ambas compañías esperan finalizar la operación durante el año 2023, y ya ha sido aprobada por las juntas directivas de Microsoft y Activision-Blizzard.
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