La invasión a Ucrania que ha comenzado Rusia ha hecho que la mayor parte de gobiernos y principales compañías tecnológicas apliquen vetos y sanciones contra el país euroasiático. Tras la salida de las mayores tecnológicas y de sus productos del país, ahora el gobierno de Reino Unido ha añadido a las compañías rusas de diseño y creación de chips MCTS y Baikal Electronics a su lista de entidades sancionadas.
Esto hará que dejen de tener acceso a las tecnologías y licencias de ARM, evitando que puedan crear nuevos procesadores con esta arquitectura. Teniendo en cuenta el férreo control que Intel y AMD imponen sobre la arquitectura x86, el acceso a ARM era una de las pocas opciones que quedan a otros fabricantes, sobre todo extranjeros, para la fabricación de sus propios chips.
La razón de las sanciones, según el propio gobierno de Reino Unido, no es otra que "Alentar a Rusia a cesar las acciones que desestabilizan Ucrania o socavan o amenazan la integridad territorial, la soberanía o la independencia de Ucrania"
Baikal Electronics dispone de una licencia de fabricación de chips ARM a 16 nanómetros actualmente, pero de cara a futuros modelos, solo disponía de licencias de desarrollo.
Aunque Rusia siempre podría seguir fabricando sus chips sin hacer caso a este veto de Reino Unido, la realidad es que quién fabrica los procesadores no son las compañías rusas, sino que son creados en instalaciones extranjeras como TSMC o Samsung que sí deberán cumplir con estas restricciones. Tal y como apuntan en Bleeping Computer, la capacidad de fabricación de chips en instalaciones Rusas está obsoleta y se ha quedado estancada en los 90 nanómetros, un proceso utilizado en la fabricación de chips avanzados hace más de 15 años.
Esta medida se suma a los propios vetos de Intel y AMD, que han dejado de enviar sus chips al país.
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