Review AMD RYZEN 5 3400G con gráficos RX Vega 11
Ha pasado más de año y medio desde que analizamos las APUs AMD RYZEN 5 2400G, unos procesadores que combinaban los núcleos de CPU Zen con gráficos AMD RX Vega integrados para dar como resultado unos chips más que solvente y multiusos que eliminaban la necesidad de gráficas dedicadas en aquellos PCs versátiles para todo tipo de tareas, incluyendo multimedia o incluso juegos eSports.
Tradicionalmente, desde la llegada de la arquitectura Zen, AMD ha reservado las nuevas iteraciones de arquitectura para los procesadores de sobremesa sin gráficos integrado, utilizando una iteración anterior de la arquitectura de CPU en sus APUs con gráficos integados. La llegada de la tercera generación de procesadores AMD Ryzen trajo consigo la arquitectura Zen 2 7 nanómetros, por lo que los nuevos modelos como este AMD Ryzen 5 3400G han recibido la arquitectura Zen + y no la Zen 2, a pesar de compartir gama "3000" en el nombre.
Respecto de la arquitectura Zen que tenían sus predecesores como el 2400G, Zen+ reduce el proceso de fabricación desde los 14 nm a los 12 nm, con lo que se consiguen unas mayores velocidades de funcionamiento y una mayor eficiencia. La parte gráfica mantiene los 11 núcleos Vega 11 pero también se consigue aumentar su velocidad, de tal manera que tendremos más rendimiento de CPU y de GPU.
Especificaciones técnicas del AMD RYZEN 5 3400G:
- Núcleos CPU : 4 Núcleos ZEN+ y 8 Hilos.
- Frecuencia CPU: 3,7 GHz base y 4,2 GHz Boost.
- Caché L3: 4MB
- Núcleos GPU: 11 CUs Radeon VEGA.
- Frecuencia GPU: 1.400 MHz.
- MHZ DDR4 sin OC: 2.944 MHz en doble canal.
- Disipador Wraith Spire
- 12 nm+ FinFET
- TDP: 65W.
- Precio: 159 euros.
Comparativa con la generación anterior:
Modelo | Arquitectura CPU | Núcleos / Hilos | Frecuencia Base | Frecuencia Máxima | GPU | Núcleos GPU | MHZ GPU | TDP | Disipador | Socket | Precio Lanzamiento |
AMD RYZEN 5 2400G | Zen 14 nm | 4 / 8 | 3,6 GHz | 3,9 GHz | RX Vega | 11 | 1.250 MHz | 65W | Wraith Stealth | AM4 | 159 euros |
AMD RYZEN 5 3400G | Zen+ 12nm | 4 / 8 | 3,7 GHz | 4,2 GHz | RX vega | 11 | 1.400 MHz | 65W | Wraith Spire | AM4 | 159 euros |
Este ha sido el equipo de pruebas utilizado para el análisis:
- Placa base Gigabyte B450 AORUS Elite
- Memorias DDR4 2x8 GB G.SKILL FlareX 3.200 MHz CL14
- SSD Samsung NVMe 960 Evo 250 GB
- Disipador AMD Wraith Spire
- Fuente Seasonic Prime Titanium Fanless 600W
- Caja Be Quiet! Pure Base 500
A la hora de realizar las pruebas a este AMD RYZEN 5 3400G nos hemos decantado por la placa base Gigabyte B450 AORUS Elite, un modelo ATX compatible al 100% con la tercera generación de procesadores AMD Ryzen y también con estas APUS Zen+, además de con los modelos anteriores.
Es una placa base que cuenta con un diseño de 11 fases y 4 slots de memoria RAM DDR4, además de dos PCIe X16, dos PCIe x1 y doble slot M.2 NVMe, uno de ellos con un disipador incluido para SSD de alto rendimiento.
Esta placa cuenta con disipadores en los MOSFETs y en el chipset, todo a juego con el acabado negro del PCB y los distintos elementos. Tampoco le falta iluminación RGB y soporte para RGB Fusion, tanto en RGB como con ARGB.
Ofrece salida DMI y HDMI para la gráfica integrada RX Vega 11 de la CPU.
El SSD escogido ha sido un Samsung EVO 960, colocado en el slot principal bajo el disipador de calor, mientras que la RAM está formada por dos módulos DDR4 8 GB G.SKILL FlareX 3.200 MHz CL14
El disipador utilizado ha sido el Wraith Spire, un modelo más alto y grande que el que tría el Ryzen 5 2400G de la generación anterior. Este disipador, como veremos más adelante, es más que suficiente para refrigerar los 65W del 3400G.
La parte de procesador del AMD RYZEN 5 3400G viene con el multiplicador desbloqueado, por lo que podemos realizar overclock de manera sencilla, al menos en teoría, ya que parece que este procesador viene ya con unas frecuencias bastante al límite y no podremos subir demasiada velocidad respecto del Boost.
De serie, la CPU funciona a una velocidad de 3.700 MHz, pero es capaz de colocar algunos núcleos hasta unos 4.200 MHz sin problemas e manera automática. Dependiendo de la carga, voltaje y temperaturas, la velocidad máxima será vairable. Por lo general, en test que requieren un uso de todos los núcleos, hemos visto que no le cuesta demasiado mantener unos 4 GHz en los 4 núcleos. Siendo los 4.200 alcanzados cuando exigimos rendimiento solamente a un núcleo.
Para realizar overclock manualmente, podemos hacerlo desde la BIOS o desde la utilidad Ryzen Master, común a todos los procesadores RYZEN de la compañía.
Hemos conseguido iniciar el PC con un overclock de 4.250 MHz a todos los núcleos, sin embargo, esta velocidad no era del todo estable en algunos juegos y test, por lo que el máximo estable conseguido han sido 4.200 MHz en los cuatro núcleos y 8 hilos.
No es un aumento especialmente notable si tomamos como base los 4.200 de Boost, pero hay que tener en cuenta que con overclock, los 4 núcleos funcionarán a 4.200 MHz, por lo que la mejora en esos test es algo más elevada. Incluso en test de un solo hilo, se nota mejoría debido a que siempre se mantienen los 4.200 MHz y no hay variaciones, por lo que el overclock sí que nos proporciona mejoras respecto del modo de funcionamiento normal.
El rendimiento en un solo núcleo,no supone una mejora real respecto del RYZEN 5 2400G, aunque el overclock es más notable y lo acerca al rendimiento por núcleo de un Ryzen 7 2700x, procesador con el que comparte arquitectura.
Podemos ver que el rendimiento en multi core es ya más elevado que su predecesor, superándolo de serie incluso si realizamos OC al 2400G.
Las temperaturas máximas no han pasado de 74 grados durante la realización de test con overclock, por lo que parece que el disipador de serie es más que suficiente para refrigerar los 65W de este equipo.
La GPU RX Vega 11 es idéntica a la del Ryzen 5 2400G, pero en este Ryzen 5 3400G su velocidad aumenta desde los 1.250 MHz hasta los 1.400 MHz ,haciendo que haya un considerable empujón de rendimiento por el aumento de frecuencia.
Además, la RX Vega 11 integrada permite un margen de overclock bastante elevado y hemos podido subir su velocidad hasta los 1.800 MHz
En el 3DMARK FireStrike, el 3400G consigue superar sin problemas al 2400G. Podemos ver que la mejora con overclock de CPU+GPU no es demasiado elevada dado que un factor limitante para la gráfica es el no disponer de memoria dedicada.
Rendimiento del Ryzen 5 3400G en Juegos
Hemos probado este procesador en su configuración de serie con algunos de los juegos más jugados a nivel mudnial dentro de los eSports. Son títulos que, salvo alguna excepción, no tienen unos requisitos demasiado elevados y podrán funcionar sin muchos problemas en un equipo con una APU como esta.
Los juegos probados son el PUBG, el League of Legends, el Fortnite y el DOTA.
El juego más exigente es el PUBG, un título con unos gráficos más avanzados que el resto y también unas necesidades de hardware superiores. Es el juego de los probados que más esfuerzo requiere al Ryzen 5 3400G y para que sea jugable es necesario seleccionar una calidad gráfica de nivel bajo.
A 1080p, conseguimos superar los 41 FPS de media con algún tirón puntual, 2,5 FPS más que el Ryzen 5 2400G. Sin embargo, si queremos que sea jugable de manera más satisfactoria deberemos bajar a 720P.
El Fortnite permite distintas configuraciones gráficas, incluso variar la escala de la resolución. Aún así, hemos realizado las pruebas con resolución nativa de 1080p y 720p, en ambos casos con detalle en MEDIO. Los resultados muestran unos 55,23 FPS de media en 1080p y de 94,30 FPS a 720p, en ambos casos unas cifras que lo hacen perfecamente jugable.
Juegos MOBA como el DOTA o el LOL pueden funcionar a 1080p en modo ultra sin problemas. El DOTA lo hace a 72 FPS de media y el LOL a 201,69 FPS; por lo que se puede jugar a máxima calidad sin necesidad de una gráfica dedicada.
El AMD RYZEN 5 3400G hereda directamente las virtudes de su predecesor, el RYZEN 5 2400G, al mismo tiempo que incluye un extra de rendimiento debido al salto a la arquitectura Zen+ y las mayores frecuencias de funcionamiento.Es cierto que no sorprende tanto como el 2400G, por aquel entonces, ese procesador sustituía a la gama de APUS A10 y el salto de rendimiento era espectacular y es algo muy difícil de repetir, al menos con un cambio tan pequeño de arquitectura.
La parte gráfica mantiene la misma arquitectura y núcleos, con 11 unidades RX Vega que pasan de 1.250 a 1.400 MHz para mejorar el rendimiento. Dicho salto de rendimiento es bastante modesto y alguien que tenga ya un RYZEN 5 2400G no tendrá ningún aliciente para actualizar al 3400G. Sin embargo, el precio de este procesador es el mismo que el que tenía el modelo anterior, por lo que no ha habido subida de precios y sí de prestaciones.
De hecho, a día de hoy, el Ryzen 5 2400G está más caro que el Ryzen 5 3400G, así que no hay duda posible respecto a qué este nuevo modelo ocupará su lugar a todos los efectos.
No hay mucho margen para OC en la CPU, aunque podemos darle un pequeño empujón manteniendo los 4.200 MHz de Boost siempre activos con OC. La parte gráfica sí que permite una subida bastante mayor (de 1.400 a 1.800 MHz), pero el hecho de que no tenga memoria dedicada y dependa de la RAM hace que el aumento de rendimiento no sea tampoco demasiado exagerado, aunque la posibilidad ahí está y no supone un aumento de temperaturas preocupante.
Por un precio de 159 Euros podemos tener un procesador con una gráfica integrada más que solvente que nos permitirá tener un ordenador compacto y de bajo consumo capaz de ejecutar todo tipo de aplicaciones, incluyendo multimedia y e incluso juegos. De esta manera, AMD sigue apostando por el concepto de APU siendo, al menos por el momento, las únicas opciones si buscamos una CPU con un rendimiento gráfico decente.
Nos habría gustado ver, en este procesador, núcleos Zen 2 a 7 nanómetros como los que integra AMD en su tercera generación de RYZEN sin gráficos integrados, pero posiblemente, si la compañía sigue manteniendo su estrategia, tendremos que esperar a la cuarta generación RYZEN para ver APUs con esta arquitectura.