Intel Core i5-13600K Review
Esta versión mejorada del proceso de 10nm de Intel recibe otra vuelta de tuerca con una arquitectura más afinada que aprovecha mejor este proceso de fabricación para introducir más núcleos, sobre todo del tipo Eficiente, con mayores frecuencias de trabajo a cambio de una frecuencia de base más recortada, pero eso si mucha más capacidad de cálculo en paralelo gracias a los múltiples núcleos añadidos, hasta cuatro núcleos extra en este modelo.
Los nuevos procesadores Core de decimotercera generación, como el Core i5-13600K de esta review, también soportan memoria más rápida, incluyen más caché de tercer y segundo nivel y márgenes de potencia superiores. Con esta capacidad extra de overclocking automático o manual estos procesadores son sensiblemente más rápidos que sus antecesores y con las memorias DDR5 de alta velocidad apropiadas se convierte en una plataforma mucho más rápida, aunque sin aportar ninguna novedad tecnológica importante.
Entre las mejoras de esta nueva arquitectura encontramos la introducción de nuevos núcleos Raptor Cove con frecuencias más elevadas, hasta 600MHz en los núcleos “Performance” con soporte para memoria más rápida, más caché de segundo y tercer nivel y nuevos algoritmos de prefetch para la caché de segundo nivel de los núcleos Performance. La interconexión interna entre núcleos también mejora con hasta 900MHz más de frecuencia, alcanzando los 5GHz en esta generación.
Y hablando de generaciones, esta es la segunda generación de procesadores Intel que combinan núcleos "Performance” con núcleos “Efficient” y lo hace doblando sistemáticamente, en todas las gamas Core, los núcleos eficientes de cada procesador. Los Core i5 pasan a tener 8, los i7 pasan a tener también 8 y los Core i9 alcanzan la cifra de 16 núcleos eficientes donde además las frecuencias se aumentan hasta 600MHz con respecto a la generación anterior. Esto hace que en aplicaciones que soporten hilos en paralelo esta generación será sensiblemente más potente, a lo que hay que sumar núcleos “Performance” más rápidos con optimizaciones de frecuencia, mayor capacidad de consumo en turbo lo que permite a Intel acercase hasta la barrera de los 6000MHz.
Pero no todo es potencia, esta configuración sigue siendo muy versátil tanto para rendir como para ser muy eficientes en computación del día a día y sus motores gráficos, aunque sin mucha renovación, siguen siendo un buen ejemplo de apoyo a la codificación y decodificación de los formatos de video más extendidos salvo el AV1 que sigue requiriendo de proceso por software en estos procesadores como también ocurre en las gráficas integradas RDNA 2 en los nuevos Ryzen 7000.
El rendimiento hibrido que producen estos nuevos procesadores, con dos tipos de núcleos combinados, se realiza mediante la introducción de nuevas instrucciones como en renovado “Branch Predictor” que se combina con el “Thread director”, también en el procesador, que se comunica activamente con sistema operativo (Windows 10, Windows 11 o las últimas versiones del kernel de Linux son todos compatibles) para direccionar las tareas a cada núcleo de la forma más adecuada.
Especificaciones y caracteristicas técnicas del Intel Core i9-13600K
- Frecuencia base P-Core: 3.5GHz
- Frecuencia base E-Core: 2.6GHz
- Frecuencia Intel Max Turbo: 5.1GHz
- Frecuencia Turbo en todos los núcleos: 5.1GHz
- Frecuencia Max Turbo: 5.1GHz
- Núcleos: 6 P + 8 E
- Hilos de proceso: 20
- Socket: FCLGA1700
- Diseño Térmico: 125w TDP, PL2 181w
- Tamaño del Smart Cache: 24MB
- Tamaño del caché L2: 20MB
- Multiplicador interno desbloqueado: Si
- Número de Lineas PCI Express 5.0: 16
- Numero de Líneas PCI Expres 4.0: 4
- Configuración de memoria: Doble Canal 128-Bit DDR4-3200MHz, DDR5 5600MHz
- Gráficos: Intel® UHD Graphics 770 1.50Ghz
- Soporte Intel Optane: Si
- Otros: VT-x, VT-x EPT, VT-d, VPro, Intel AES, AVX-512, Intel® Deep Learning Boost
Esta renovación de la gama doméstica de procesadores de sobremesa de Intel mantiene el socket LGA1700 y las placas base con chipset de sexta generación son completamente compatibles con estos modelos y no habrá impacto en el rendimiento por usarlos. Aun así, Intel introduce nuevos chipsets de séptima generación con ligeras mejoras, pero sobre todo con nuevas placas base que serán capaces de dar mejor soporte de almacenamiento PCI Express 5.0 para igualar las tornas con respecto a las nuevas plataformas Ryzen 7000 de AMD.
Este socket trajo consigo novedades conectivas, introducidas en algunos de los nuevos chipsets tanto de esta generación 7 como de la anterior generación 6. En este caso el patillaje mayor viene más de la mano de la introducción del PCI Express 5.0 y del Bus DMI 4 que a la nueva controladora capaz de soportar tanto memoria DDR4 como memoria DDR5. Para acomodar esta mayor capacidad conectiva, que prácticamente dobla a la anterior generación, hacen falta muchas de esas patillas extra que añade el LGA1700.
Entre los nuevos chipsets encontramos el nuevo Intel Z790, el H770 y el B760, pero tendremos también compatibilidad en los anteriores como el Z690, H670, B660 y en el H610 que se mantendrá como el chipset de gama más baja para dar soporte a los procesadores Core 12 y Core 13 de Intel.
El Intel Z790 hereda muchas de las prestaciones conectivas del Z690 y solo añade la posibilidad de integrar un puerto más de tipo USB 2.2 Gen2 2x2 de 20Gbps, conserva por tanto la PCI Express 4.0 con líneas propias integradas en el chipset, que fue una novedad introducida en el Z690, o el cambio al bus DMI 4 con el procesador que también transforma sus 8 líneas PCI Express 3.0 en PCI Express 4.0 doblando el ancho de banda a 16GT/s.
La conectividad SATA sigue igual, con hasta 8 puertos disponibles, y el total de líneas PCI Express se mantiene en las 28 (12 de tipo 4.0 de las cuales 8 ya están asignadas al bus DMI, quedando 4 libres y 16 de tipo 3.0) que el integrador de la placa puede balancear según las prestaciones y necesidades de su montaje.
Soporta hasta 5 puertos USB 3.2 Gen2 2x2 de 20Gbps de ancho de banda, o hasta 10 puertos USB 3.2 Gen2 2x1 con hasta 10Gbps de ancho de banda, eso sin contar con los 14 puertos USB 2.0 de legado. Esta configuración, una vez más, debe ser balanceada por el integrador de la placa base para ofrecer la combinación más versátil para sus clientes.
Este chipset también da soporte a todo el abanico de oportunidades de overclocking de los procesadores K, desde memoria hasta buses pasando, por supuesto, por el cambio de multiplicadores y modos turbo de los núcleos de rendimiento y de eficiencia. Todo es absolutamente controlable por el usuario, también los consumos máximos en modo turbo.
Este chipset también mantiene otras mejoras de la anterior generación como el soporte nativo para Thunderbolt 4.0 y USB 4.0 lo que la convierte en la plataforma domestica con un más amplio catálogo de conectividad externa.
El Core i5-13600K se ha diseñado para dar un salto de rendimiento importante sobre su generación anterior el Core i5-12600K. Es un procesador orientado a ofrecer mejor rendimiento paralelo, pero también en juegos con una frecuencia turbo en sus unidades “performance” de 200MHz sobre la generación anterior. Su mayor capacidad de consumo, hasta 180W, también lo hace mejor procesador para overclocking, ya sea automático o manual con la placa base adecuada. Tiene la K en el nombre así que el multiplicador está completamente liberado, aunque necesitaremos una placa base con chipset Z para poder usar esta prestación.
El Core i5-13600K dispone de seis núcleos de rendimiento con 2MB de caché de segundo nivel por núcleo, cada núcleo “P” tiene dos hilos de proceso así que por este lado sumamos doce hilos de proceso. En cuanto a los núcleos “E” esta generación dobla la cantidad de núcleos disponibles en la anterior pasando en este modelo de 4 cuatro núcleos “E” hasta 8 unidades de un solo hilo de proceso. Eso hace que el procesador disponga de 20 hilos de proceso, 24MB de caché de tercer nivel y 20MB de caché de segundo nivel. Lo podremos encontrar en variante KF que prescinde de los gráficos integrados, en concreto una Intel UHD Graphics 770 con 32 unidades de ejecución.
En cuanto a frecuencias este modelo es el primer Core i5 LGA1700 de Intel que supera en modo turbo los 5GHz de frecuencia logrando hasta 5.1GHz, 200MHz más que la anterior generación. Tiene una base de consumo y un único modo turbo de consumo PL1 que en esta generación permite 31W más de consumo alcanzando los 181W en total. Luego os mostraremos nuestra experiencia real con él en fase de pruebas. La frecuencia base de estos núcleos es de 3.5GHz.
Los núcleos “E” también mejoran en frecuencias con una frecuencia turbo de hasta 3.9GHz, 300MHz más que la generación anterior, y su frecuencia base es inferior, 2.6GHz frente a 2.8GHz que se compensa plenamente con la incorporación del doble de unidades de este tipo. El cambio sale beneficioso, como veremos en las pruebas de rendimiento con paralelismo.
La grafica integrada ya hemos comentado que no cambia entre las dos generaciones, de hecho, no ha cambiado en las últimas tres generaciones de Intel Core de sobremesa. Es una Intel UHD Graphics 770 con 32 unidades de proceso, y mejora su frecuencia en 50MHz sobre los 1450MHz de la generación anterior. Soportan también elementos de proceso de video importantes como los nuevos modos de QuickSync Video con soporte para HDR y ultra alta definición en formatos de gran calidad como el HEVC/VP9.
Algo que ayuda a esta generación a elevar la barra de rendimiento es el soporte de serie para memorias certificadas más rápidas, de hasta 5600MHz frente a los 4800MHz de la generación anterior y las placas base con perfiles XMP 3.0 también están viendo mejorado su soporte de overclocking de memoria con frecuencias superiores a los 7000MHz. El ancho de banda, según la propia Intel debería pasar de los 75GBps teóricos hasta los 89.6GBps, una mejora del 15% entre generación y generación.
El Core i5-13600K, como la generación anterior, soporta hasta 128GB de RAM en formatos DDR4 y DDR5 y soportan, si así lo vemos conveniente, memorias con capacidad ECC por hardware. Donde tampoco hay mejoras con respecto al Core i5-12600K es en las líneas PCI Express soportadas.
Tiene un total de 20 líneas PCI Express, 16 de ellas son de tipo PCI Express 5.0, son 64Gbps de ancho de banda por línea. Las otras cuatro son de tipo PCI Express 4.0, con la mitad de ancho de banda. Esta configuración es retro compatible así que podemos usar componentes que tengan velocidades de enlace inferiores o repartir enlaces según la configuración disponible en nuestra placa base y las necesidades de los componentes instalados. El formato físico del procesador es idéntico a las anterior generación y puede usar sus mismos disipadores, los consumos son similares, quizás algo más elevado en estos modelos, pero no deberíamos encontrar problema alguno para su uso.
Si algo tienen estos modelos de Intel, que sustituirán en precio a los modelos actuales, es que soportan placas base ya establecidas en el mercado, con precios competitivos y memoria DDR4 lo que los convierte en opciones más económicas que las alternativas más modernas de AMD sin apenas diferencia de rendimiento con respecto a usar un tipo u otro de memoria. Esto hará que también los modelos actuales se desplacen en precio hacia abajo, al menos hasta que se mantenga su presencia en el mercado por lo que la plataforma de Intel, curiosamente, se convierte en la opción económicamente más atractiva.
Su competencia directa es el propio Core i5-12600K, pero también los Ryzen 7 5600X y Ryzen 7 5700X y como no el Ryzen 5 7600X que es uno de los mejores procesadores de seis núcleos que podemos encontrar en el mercado. Los precios de este modelo rondaran los 350 euros ahora en el momento de salida, pero seguramente bajen rápido pasada la vorágine del lanzamiento. Se estabilizarán como hemos visto con el Core i5-12600K alrededor de los 270 euros, más barato aun será el modelo sin gráficos, el Core i5-13600KF.
Cuenta con 20 hilos de proceso, y núcleos de rendimiento bastante más potentes por ciclo que la generación anterior, así que modelos de 12 hilos o 16 hilos de AMD, que seguían siendo seguramente la mejor opción hasta ahora, quedan a su pleno alcance en multiproceso y aún más en computo aun solo núcleo, técnica que aun usan muchos juegos muy extendidos entre el público.
Sería fácil pensar que Intel ha cogido el camino fácil, ha refrito sus Core 12, metido cores eficientes extra que no sirven para nada y algo más de frecuencia y ya tiene nueva generación. En cierto modo, con sarna, esto es lo que ha ocurrido, pero no nos engañemos esto lo vemos en todos los fabricantes y en muchas generaciones.
Lo que no describe esta crítica fácil es que este camino que ha tomado Intel funciona y lo hace en varios aspectos inesperados pero importantes. No solo los núcleos eficientes son más potentes, y hay en más cantidad, sino que tienen un impacto importante en el rendimiento general y el resto de los avances en frecuencias, caché añadida y márgenes de alimentación nos permiten mucho juego en estos modelos.
El modo PL2 de este modelo alcanza los 181W, el PL1, su TDP, es de 125W así que mantiene consumos moderados, habituales en la gama media de Intel, pero ahora nos permite más potencial de frecuencias que es en buena medida lo que utiliza también Intel para aumentar la frecuencia turbo de los núcleos P en 200MHz y hasta 300MHz en los núcleos E.
En nuestra experiencia real este procesador en sus frecuencias de fabrica tiende a estabilizar sus frecuencias turbo a 75 grados de temperatura con un consumo real de 150W, algo menos de lo esperado. Con estas condiciones es capaz de mantener los 5.1GHz de frecuencia en todos sus núcleos Core-P sin ningún tipo de problema, con total estabilidad y con unos grandes resultados de rendimiento.
En cuanto a los Core-E la frecuencia también se mantiene en carga de forma estable en 3.9GHz logrando en conjunto un rendimiento superior a los que obtuvimos en su momento con el fantástico Ryzen 7 7700X de AMD. El rendimiento a un solo núcleo es excelente, rondando los 2000 puntos en Cinebench R23 y muy similar al rendimiento que ofrecen los procesadores AMD de última generación.
Si buscamos overclocking es fácil que podamos, sin tocar voltajes de forma agresiva, obtener hasta 400MHz más en los E-Core, con una frecuencia estable de 4300MHz y también podemos jugar con los P-Core hasta los 5.6GHz, aunque en nuestra máquina de pruebas esta frecuencia no es estable en el tiempo, en pruebas de estrés, oscilando entre los 5.2 y los 5.4GHz en los núcleos “P”. La causa de este ajuste en tiempo real parece la temperatura que se fija en los 75 grados de forma estable jugando con las frecuencias.
Hemos usado un buen kit de refrigeración líquida de radiador de 360mm y ventiladores Be Quiet! Silent Wings Pro 4 que son unidades perfectas para este tipo de prueba y entorno, pero insuficientes quizás para sacar todo el potencial de estos procesadores, un “delid” sin duda le sentará muy bien a estos procesadores.
También hemos probado a sincronizar las frecuencias de los núcleos P y núcleos E a 5GHz en un intento de restar rendimiento de punta y ganar en el rendimiento en paralelo, pero los núcleos E no son estables más allá de los 4.4GH, al menos no en voltajes razonables y manejables por nuestro sistemas de refrigeración. No es, por tanto, un procesador que ofrezca mucha capacidad de overclocking, aunque me quedo con ese rendimiento extra de los núcleos E con la ganancia de 400MHz que parece sumar un 5% de rendimiento a las pruebas capaces de aprovechar todos los núcleos del procesador.
Consumo en reposo
Consumo en carga
Temperatura en reposo
Temperatura en carga
Hemos comparado estos nuevos procesadores, incluido el Core i5-13600K de este análisis, con todos los procesadores AMD más recientes que hemos analizado. El Ryzen 5 7600X nos ha llegado tarde al laboratorio, pero en realidad me temo que no será rival cuando actualicemos nuestras tablas de pruebas tras su paso por el laboratorio.
A algunos, a mí mismo, me ha sorprendido que sin un nuevo proceso de fabricación y sin cambios radicales de arquitectura estos procesadores presenten la mejora de rendimiento que presentan. Es bastante sorprendente y pone en apuros a muchos procesadores de AMD de última generación y es, hoy en día, una plataforma más económica.
Máquina de pruebas:
- Procesador: Intel Core i5-13600K
- Placa base: ASUS ROG MAXIMUS Z790 HERO
- RAM: GSKILL Trident Z5 XMP 3 6800C34
- Fuente: Seasonic Primer TX 1600
- Disco duro: GoodRAM IRDM PRO 2TB
- Refrigeración: Be Quiet! Pure Loop 2 FX
- Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 3070 FE
Sisoft Sandra. Aritmética
Sisoft Sandra. Multimedia
Sisoft Sandra. Ancho de banda memoria
Cinebench R20 CPU
Cinebench R23 SMP
Cinebench R23 1xCPU
Cinebench R15 SMP
Cinebench R15 1xCPU
Handbrake. Menos es mejor.
Geekbench 5 Single
Geekbench 5 SMP
Geekbench 4 Single
Geekbench 4 SMP
Pruebas en juegos. 1080 con Geforce RTX 3070. Battlefield 1
Pruebas en juegos. 1080 con Geforce RTX 3070. Doom Eternal
Pruebas en juegos. 4K con Geforce RTX 3070. Battlefield 1
Pruebas en juegos. 4K con Geforce RTX 3070. Doom Eternal
Intel ya había dejado algunas muestras mediante filtraciones de lo que eran capaces sus nuevos procesadores Raptor Lake-S pero sinceramente a mí me han sorprendido para bien porque la mejora de rendimiento es más que notable y aunque no son procesadores perfectos, porque siguen teniendo una dependencia alta de las temperaturas de trabajo que les podamos ofrecer lo cierto es que ahora todos los procesadores son así porque los fabricantes esperan aprovechar cada MHz de los mismos mediante técnicas de frecuencia dinámica.
En cuanto a este procesador en concreto lo cierto es que los resultados son realmente espectaculares. Sus 20 hilos de proceso hacen maravillas con los benchmarks, pero es que a un solo núcleo se defiende también de lo mejor que AMD ha podido sacar al mercado con su arquitectura Zen 4. En lo único que los procesadores Intel siguen siendo inferiores a la oferta de AMD es a nivel conectivo, con su gran capacidad de gestión de líneas PCI Express 5.0 y conectividad USB. El resto están muy parejos con lo que Intel nos ha demostrado una vez más que sabe cómo reaccionar a los golpes de su principal adversario.